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La iglesia vive en un mundo que no acepta lo que confronta su comportamiento, sino solo aquello que lo hace sentir bien. Irónicamente, el cristianismo con sus beneficios y su mensaje de esperanza no halla lugar en este escenario. Por el contrario, el evangelio es desechado y atacado porque también contiene un mensaje de confrontación, de manera que las filosofías relativistas buscan socavar la fe de los que profesamos creer en Cristo.

Es por eso que el creyente necesita argumentos sólidos para defender su fe ante cualquiera que lo demande (1 P 3:15). Gracias a Dios, los creyentes tenemos herramientas como Cristianismo: Caso resuelto, un libro que provee recursos para el noble fin de defender lo que creemos.

Cristianismo: Caso resuelto

Cristianismo: Caso resuelto

Editorial Bautista Independiente. 286.

Cristianismo: Caso resuelto presenta evidencias incuestionables que muestran la posibilidad de creer en los testimonios registrados en los Evangelios. Las pruebas que el autor del libro presenta a favor de los personajes son mucho más convincentes que los argumentos que presentan los detractores de los Evangelios. El hecho de que se corroboren los testimonios con evidencia interna (de los Evangelios) y también externas (en muchos casos de personas hostiles al evangelio) dan un peso de veracidad aún mayor a esta obra.

Editorial Bautista Independiente. 286.

Aprendiendo la profesión de detective

En este libro, un detective de homicidios investiga los sucesos registrados en los Evangelios y busca responder si sus relatos eran informes fidedignos de testigos oculares o solo meras mitologías moralistas sin sentido y sin carácter histórico. El autor, Jim Warner Wallace, es un experimentado detective de homicidios y apologista cristiano, rescatado del ateísmo, que busca responder preguntas cruciales sobre los Evangelios y sus autores.

Dos secciones principales componen el libro. En la primera, Jim presenta diez principios que permiten investigar las afirmaciones y evidencias de los Evangelios. Entre los principios que provee, el autor hace énfasis en que el detective debe aprender a inferir (es decir, emitir un juicio o una conclusión a través de hechos o de evidencias) hasta alcanzar la explicación más razonable. Esta herramienta utilizada ampliamente en el libro se llama razonamiento abductivo. De esta manera, el autor niega la idea de que la razón no tiene lugar junto a la fe al señalar que “la fe es realmente lo opuesto de la incredulidad, no de la razón” (p. 31).

Luego de exponer sobre estas diez herramientas que preparan al lector en el ejercicio de detective, el autor lo anima a analizar la evidencia disponible sobre los Evangelios en la segunda sección del libro. El autor usa la segunda parte para responder las cuatro preguntas claves para analizar las evidencias sobre los testigos que escribieron los Evangelios.

La primera de ellas busca comprobar la fecha en la que fueron escritos los Evangelios: ¿Estaban presentes los testigos? En segundo lugar, verifica el apoyo histórico de los evangelios: ¿Fueron los testigos corroborados? En tercer lugar, analiza la cadena de custodia de los Evangelios: ¿Fueron exactos los testigos de los Evangelios? En cuarto lugar, comprobar el motivo de los testigos: ¿Estaban parcializados? Es decir, ¿tenían algún interés particular oculto? De esta manera el autor analiza los testigos y las evidencias en el caso del cristianismo y provee de respuestas sólidas para las mentes más analíticas, tanto dentro de la iglesia como fuera de ella.

Análisis del contenido

Cristianismo: Caso resuelto presenta evidencias incuestionables que muestran la posibilidad de creer en los testimonios registrados en los Evangelios. Las pruebas que el autor del libro presenta a favor de los personajes son mucho más convincentes que los argumentos que presentan los detractores de los Evangelios. El hecho de que se corroboren los testimonios con evidencia interna (de los Evangelios) y también externas (en muchos casos de personas hostiles al evangelio) dan un peso de veracidad aún mayor a esta obra.

Recomiendo la lectura de este libro para el lector interesado y para quien busca defender su fe, tal como señala el autor: “A pesar de que a menudo estamos dispuestos a pasar tiempo leyendo la Biblia orando o participando en programas o servicios de la iglesia, pocos de nosotros reconocen la importancia de convertirnos en buenos defensores de la fe” (p. 136). También recomiendo este libro a quienes no creen en el evangelio y que necesitan respuestas a preguntas serias. Esta característica convierte a este libro en una buena opción para regalar a aquel amigo escéptico.

Si bien es cierto, Cristianismo: Caso resuelto contiene enseñanzas profundas y ligadas a la investigación de detectives, el estilo de redacción amigable y bien ambientado —con un gran número de historias reales— permite una lectura inteligible. Aunque parezca obvio, es importante resaltar que este libro presenta las evidencias que dilucidan las dudas sobre el ministerio de Cristo en la tierra y cómo nos han llegado las copias fieles del Nuevo Testamento. El estudio responsable de los Evangelios puede cambiar la vida de aquel que se acerca a ellos como le sucedió al autor: “El primer paso en mi travesía hacia el Cristianismo fue una evaluación de los Evangelios” (p. 141).

El llamado a la acción

Con la lectura de este recurso, existe la posibilidad de aprender a usar con diligencia herramientas importantes de investigación y saber dar uso al conocimiento adquirido sobre los Evangelios. Deseo terminar esta reseña con el llamado a la acción de parte del autor:

“Cada uno de nosotros debe responder al llamado de Dios en nuestras vidas. Si ya decidiste creer en el evangelio, da un segundo paso y decide defenderlo. Conviértete en un abogado defensor del Cristianismo; trabaja en tu profesión, vive tu vida fielmente, dedícate a la verdad y prepárate con diligencia para defender tus creencias” (p. 248).

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