La iglesia de Cristo necesita aprender a sufrir, y a sufrir bien, por la causa de Cristo porque no está lejano el día cuando debamos padecer persecución. En los últimos años hemos visto pastores de la Europa no comunista ir a la cárcel por predicar la verdad de la Biblia, algo similar a lo que vemos que sucedió en la iglesia primitiva, a quienes Pedro les escribe: «Amados, no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos, como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo» (1 P 4:12). Para la Iglesia de Cristo la persecución no es un asunto nuevo ni extraño.
En este sermón, el pastor Miguel Núñez nos enseña a la luz de 1 Pedro 3:13-18 que el sufrimiento por la causa de Cristo habla bien de nuestro Dios, quien es digno de nuestro sufrimiento. Necesitamos valorar mucho más a Cristo, para entonces valorar mucho más el sufrir por Él.
