El 21 de octubre de 1966, una avalancha de lodo cayó sobre el pueblo de Aberfan, en Gales, matando a 144 personas, entre ellas 116 niños que estaban en una escuela.
Ante este terrible evento, el Primer Ministro visitó de inmediato el lugar pero la reina Isabel se negó a ir, pues no consideraba que su presencia aportaría en algo a esta situación. Lo cierto es que su ausencia tuvo un impacto que ella misma jamás esperó.
En este sermón, el pastor Joselo Mercado nos enseña a la luz de Romanos 6, que el Soberano del universo está con su pueblo y que su presencia tiene un efecto santificador en nosotros. No podemos ser transformados por la simple autodeterminación, sino que es la gracia de Dios, en Cristo, la que nos impulsa hacia la santidad.
