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UN PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL EN COLABORACIÓN CON LA NUEVA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS Y ANDAMIO EDITORIAL
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Lectura de Hoy

Devocional: Salmos 75-76

Una de las funciones más importantes del culto colectivo es la recitación, es decir, “el recuento” de las cosas maravillosas que Dios ha obrado. De ahí el Salmo 78:2-4: “Mis labios pronunciarán parábolas y evocarán misterios de antaño, cosas que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No las esconderemos de sus descendientes; hablaremos a la generación venidera del poder del Señor, de sus proezas, y de las maravillas que ha realizado”. De modo semejante, si bien de forma más breve, Salmos 75:1: “Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu nombre; ¡todos hablan de tus obras portentosas!” De hecho, la New English Bible lo traduce de manera que se aproxima más al sentido del texto hebreo: “Tu nombre se ha hecho muy próximo a nosotros en la historia de tus proezas”. El “nombre” de Dios forma parte de su revelación, por pura gracia, de sí mismo. Es la revelación de su identidad (Éxodo 3:14; 34:5-7, 14). El “nombre” de Dios, entonces, se ha hecho próximo a nosotros en la narrativa de sus hechos maravillosos: es decir, la identidad de Dios se ha revelado por medio de los relatos de lo que ha hecho.

De modo que la recitación de los hechos de Dios constituye un medio de gracia para acercar a Dios a su pueblo. Los creyentes que no pasen ningún tiempo releyendo y reflexionando en lo que Dios ha hecho, ya sea que lo hagan de forma personal leyendo su Biblia o con otros creyentes en un encuentro de culto colectivo, no deben extrañarse si rara vez experimentan la cercanía de la presencia de Dios.

El énfasis que encontramos en este salmo en lo que a Dios se refiere es que “dispone soberanamente”, o “dispone supremamente” (como un comentarista lo expresa). Es maravillosamente estabilizante para nosotros que podamos descansar en un Dios así. Declara: “Tú dices: Cuando yo lo decida, juzgaré con justicia” (75:2). Es difícil imaginarse una categoría más sugerente del firme control que Dios ejerce que las palabras “cuando yo lo decida”. No obstante, el control sin justicia no sería más que el fatalismo. Este Dios sin embargo no sólo establece el tiempo, sino que juzga con justicia (75:2). Además, en este mundo roto, hay acontecimientos catastróficos que parecen amenazar el orden social en su totalidad. En otra parte David reflexiona: “Cuando los fundamentos son destruidos, ¿Qué le queda al justo?” (11:3). Pero aquí somos afirmados, porque Dios mismo proclama: “Cuando se estremece la tierra con todos sus habitantes, soy yo quien afirma sus columnas” (75:3). Por tanto, los arrogantes que se consideren a sí mismos “pilares” de la sociedad quedan advertidos: “«No seáis altaneros», digo a los altivos; «No seáis soberbios», ordeno a los impíos” (75:4). A los malos Dios dice “No hagáis gala de soberbia contra el cielo, ni habléis con aires de suficiencia” (75:5).

Relatad las proezas de Dios y haced que su nombre sea cercano.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: Isaías 23

En esta sección de la profecía de Isaías (caps. 13—27), la ciudad- Estado de Tiro (Isaías 23) es la última en atraer sobre sí un oráculo contra ella. Si Babilonia fue conocida por su poder imperial y sus logros culturales y artísticos, Tiro fue famosa en todo el mundo mediterráneo por su riqueza.

El escenario histórico de este oráculo está razonablemente claro. Los asirios han destruido recientemente Babilonia (23:13), una referencia al ataque de Senaquerib (710 a.C.) o a los saqueos y la destrucción bajo Sargón (689), antes de que esta se convirtiese en una superpotencia por sí misma, que finalmente destruiría y sustituiría a Asiria. Ese momento de la historia, la reciente destrucción de Babilonia, sirve como modelo de lo que pasará a Tiro, siendo también una amenaza.

Tiro se enriqueció como primer centro comercial del mundo mediterráneo. Los barcos de Tarsis (España, en el otro extremo del mismo) lloran por las noticias de la destrucción de la ciudad (23:1, 14), que llegan a Chipre (23:1), frente a sus costas, y después a Sidón (23:2-4). Egipto, el granero del Mediterráneo, llora por las consecuencias negativas en el comercio de su grano (23:5). La caída de Tiro afectó a la región del mismo modo que la caída de Wall Street al mundo en 1929.

Fuesen cuales fuesen las presiones históricas que produjeron la destrucción de Tiro, Isaías quiere que sepamos que fue obra de Dios (23:8- 12) y que él es quien restaura a la ciudad de nuevo, aunque todo lo que haga con su resurgimiento sea volver a su antigua “prostitución” (23:15, 17). Sin embargo, finalmente su pecado no es el dinero, sino el orgullo: “Lo planeó el Señor Todopoderoso para abatir la altivez de toda gloria y humillar a toda la gente importante de la tierra” (23:9). No existe necesariamente relación entre riqueza y soberbia (como Job demuestra), pero ocurre con mucha frecuencia. Una gran fortuna fomenta a menudo un espíritu de arrogante autosuficiencia. ¿Qué pasos deben dar los cristianos del relativamente próspero Occidente en contra de este terrible pecado?

En el espíritu del escorzo profético, los últimos versículos (23:17-18) bailan de la historia a la escatología. Finalmente, la riqueza de la tierra, aunque la hayan reunido grandes comerciantes como Tiro, se apartará toda para el Señor: él es quien la dio y todas las cosas vuelven a él. Todo será para “los que habitan en presencia del Señor”. Aquí tenemos otro esbozo de un universo reconstituido, no más dañado por todo lo que es vil, donde el pueblo de Dios se deleita eternamente en él y en sus bendiciones.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

Números 31

Venganza sobre Madián

31 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: «Toma completa venganza sobre los madianitas por los israelitas; después serás reunido a tu pueblo». Y Moisés habló al pueblo y le dijo: «Armen a algunos hombres de entre ustedes para la guerra, a fin de que suban contra Madián para ejecutar la venganza del SEÑOR en Madián. Enviarán a la guerra 1,000 de cada tribu, de todas las tribus de Israel».

Entonces se prepararon de entre los miles de Israel 1,000 de cada tribu, 12,000 hombres armados para la guerra. Y Moisés los envió a la guerra, 1,000 de cada tribu, y a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a la guerra con ellos, con los vasos sagrados y las trompetas en su mano para la alarma.

Los israelitas hicieron guerra contra Madián, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones. Junto con sus muertos, mataron a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, los cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam, hijo de Beor. Y los israelitas tomaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus pequeños; y saquearon todo su ganado, todos sus rebaños y todos sus bienes. 10 Después prendieron fuego a todas las ciudades donde habitaban y a todos sus campamentos. 11 Y tomaron todo el despojo y todo el botín, tanto de hombres como de animales. 12 Los cautivos, el botín y los despojos los trajeron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a la congregación de los israelitas, al campamento en las llanuras de Moab que están junto al Jordán, frente a Jericó.

13 Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los jefes de la congregación salieron a recibirlos fuera del campamento. 14 Moisés se enojó con los oficiales del ejército, los capitanes de miles y los capitanes de cientos, que volvían del servicio en la guerra, 15 y Moisés les dijo: «¿Han dejado con vida a todas las mujeres? 16 Estas fueron la causa de que los israelitas, por el consejo de Balaam, fueran infieles al SEÑOR en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga entre la congregación del SEÑOR. 17 Ahora pues, maten a todo varón entre los niños, y maten a toda mujer que haya conocido varón acostándose con él. 18 Pero a todas las jóvenes que no hayan conocido varón acostándose con él, las dejarán con vida para ustedes. 19 Y ustedes, acampen fuera del campamento por siete días; todo el que haya matado a una persona y todo el que haya tocado a un muerto, purifíquense, ustedes y sus cautivos, al tercero y al séptimo día. 20 Y purificarán todo vestido, todo artículo de cuero y toda obra de pelo de cabra y todo objeto de madera».

21 Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: «Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado a Moisés: 22 solo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, 23 todo lo que resiste el fuego, pasarán por el fuego y será limpio, pero será purificado con el agua para la impureza. Pero todo lo que no resiste el fuego lo pasarán por agua. 24 Y en el séptimo día lavarán su ropa y serán limpios; después podrán entrar al campamento».

25 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: 26 «Cuenta el botín que fue tomado tanto de hombres como de animales; tú con el sacerdote Eleazar, y los jefes de las casas paternas de la congregación, 27 y divide en mitades el botín entre los guerreros que salieron a la batalla y toda la congregación. 28 Y toma un tributo para el SEÑOR de los hombres de guerra que salieron a la batalla, uno por cada 500 tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas; 29 tómalo de la mitad de ellos, y dáselo al sacerdote Eleazar, como ofrenda al SEÑOR. 30 De la mitad de los israelitas tomarás uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas, de cualquier animal, y los darás a los levitas que guardan el tabernáculo del SEÑOR». 31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

32 Y el botín que quedó del despojo que los hombres de guerra habían tomado fue de 675,000 ovejas, 33 72,000 cabezas de ganado, 34 y 61,000 asnos; 35 y de los seres humanos, de las mujeres que no habían conocido varón acostándose con él, fueron en total 32,000. 36 Y la mitad, la porción para los que salieron a la guerra, fue de 337,500 ovejas el número; 37 el tributo al SEÑOR fue de 675 ovejas; 38 las cabezas de ganado, 36,000 de las cuales el tributo al SEÑOR fue de 72; 39 y los asnos, 30,500 de los cuales el tributo al SEÑOR fue de 61. 40 Y los seres humanos, 16,000 de los cuales el tributo al SEÑOR fue de 32 personas. 41 Moisés dio el tributo, que era la ofrenda del SEÑOR, al sacerdote Eleazar, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

42 En cuanto a la mitad para los israelitas, que Moisés había apartado de los hombres que habían ido a la guerra, 43 la mitad del botín de la congregación fue de 337,500 ovejas, 44 36,000 cabezas de ganado, 45 30,500 asnos, 46 y 16,000 seres humanos. 47 De la mitad del botín de los israelitas, Moisés tomó uno de cada 50, tanto de hombres como de animales, y se los dio a los levitas, los cuales estaban encargados del tabernáculo del SEÑOR, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

48 Entonces los oficiales que estaban sobre los miles del ejército, los capitanes de miles y los capitanes de cientos, se acercaron a Moisés; 49 y dijeron a Moisés: «Tus siervos han levantado un censo de los hombres de guerra que están a nuestro cargo, y no falta ninguno de nosotros. 50 Por tanto, hemos traído al SEÑOR, como ofrenda, lo que cada hombre ha hallado: objetos de oro, pulseras, brazaletes, anillos, pendientes y collares, para hacer expiación por nosotros ante el SEÑOR».

51 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y toda clase de objetos labrados. 52 Y el total del oro de la ofrenda que ellos ofrecieron al SEÑOR, de los capitanes de miles y de los capitanes de cientos, fue de 16,750 siclos (191 kilos). 53 Los hombres de guerra habían tomado botín, cada hombre tomó algo para sí mismo. 54 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los capitanes de miles y de cientos, y lo llevaron a la tienda de reunión como memorial para los israelitas delante del SEÑOR.

   

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Salmos 75-76

Dios humilla al orgulloso y exalta al justo

Para el director del coro; según tonada de «No destruyas». Salmo de Asaf. Cántico.

75 Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, Pues cercano está Tu nombre; Los hombres declaran Tus maravillas. «Cuando Yo escoja el tiempo oportuno, Seré Yo quien juzgará con equidad. Tiemblan la tierra y todos sus moradores, Pero Yo sostengo sus columnas.  (Selah) Dije a los orgullosos: “No se jacten”; Y a los impíos: “No alcen la frente; No levanten en alto su frente; No hablen con orgullo insolente”».

Porque ni del oriente ni del occidente, Ni del desierto viene el enaltecimiento, Sino que Dios es el Juez; A uno humilla y a otro ensalza. Porque hay una copa en la mano del SEÑOR, y el vino se fermenta, Lleno de mixtura, y de este Él sirve; Ciertamente lo sorberán hasta el fondo y lo beberán todos los impíos de la tierra.

Pero yo lo anunciaré para siempre; Cantaré alabanzas al Dios de Jacob. 10 Quebraré todo el poderío de los impíos, Pero el poderío del justo será ensalzado.

El poder victorioso del Dios de Jacob

Para el director del coro; con instrumentos de cuerdas. Salmo de Asaf. Cántico.

76 Dios es conocido en Judá; Grande es Su nombre en Israel. En Salem está Su tabernáculo, Y en Sión Su morada. Allí quebró las flechas encendidas del arco, El escudo, la espada y las armas de guerra.       (Selah)

Resplandeciente eres, Más majestuoso que los montes de caza. Fueron despojados los fuertes de corazón; Durmieron su sueño, Y ninguno de los guerreros pudo usar sus manos. A Tu reprensión, oh Dios de Jacob, Jinete y caballo cayeron en profundo sueño. Tú, solo Tú, has de ser temido; ¿Y quién podrá estar en pie en Tu presencia en el momento de Tu ira?

Hiciste oír juicio desde los cielos; Temió la tierra y enmudeció Cuando Dios se levantó para juzgar, Para salvar a todos los humildes de la tierra.     (Selah) 10 Pues el furor del hombre te alabará; Con un residuo de furor te ceñirás.

11 Hagan votos ustedes al SEÑOR su Dios, y cúmplanlos; Todos los que están alrededor de Él traigan presentes al que debe ser temido. 12 Él cortará el espíritu de los príncipes; Temido es por los reyes de la tierra.

   

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Isaías 23

Profecía sobre Tiro

23 Oráculo sobre Tiro: «Giman, naves de Tarsis, Porque Tiro ha sido destruida, sin casas y sin puerto. Desde la tierra de Chipre les ha sido revelado. Callen, moradores de la costa, Mercaderes de Sidón. Tus mensajeros cruzaron el mar, estuvieron en muchas aguas. Sus ingresos eran el grano del Nilo y la cosecha del Río, Y ella era el mercado de las naciones. Avergüénzate, Sidón, Porque habla el mar, la fortaleza del mar, y dice: “No he estado de parto, ni he dado a luz, No he educado jóvenes, ni he criado vírgenes”. Cuando la noticia llegue a Egipto, Se angustiarán por las nuevas de Tiro. Pasen a Tarsis; Giman, moradores de la costa. ¿Es esta su ciudad divertida Cuyos días se remontan a la antigüedad, Cuyos pies la llevaban a establecerse en lugares distantes?

»¿Quién ha planeado esto contra Tiro, la que concedía coronas, Cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes eran los nobles de la tierra? El SEÑOR de los ejércitos lo ha planeado para abatir el orgullo de toda hermosura, Para humillar a todos los nobles de la tierra. 10 Inunda tu tierra como el Nilo, hija de Tarsis, Ya no hay más restricción. 11 El SEÑOR ha extendido Su mano sobre el mar, Ha hecho temblar los reinos. Ha dado orden respecto a Canaán para que destruyan sus fortalezas. 12 Él ha dicho: “No te divertirás más, Virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate, pasa a Chipre. Aun allí no hallarás descanso”.

13 »Miren la tierra de los caldeos: Este pueblo no existía; Asiria lo designó para moradores del desierto. Ellos levantaron sus torres de sitio, despojaron sus palacios y la convirtieron en ruinas.

14 Giman, naves de Tarsis, Porque ha sido destruida su fortaleza.

15 Y acontecerá en aquel día que Tiro será olvidada por setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años le sucederá a Tiro como en la canción de la ramera:

16 “Toma la lira, anda por la ciudad, Oh ramera olvidada. Tañe hábilmente las cuerdas, canta muchas canciones, Para que seas recordada”».

17 Y sucederá que después de los setenta años, el SEÑOR visitará a Tiro. Entonces ella regresará a su paga de ramera y se prostituirá con todos los reinos sobre la superficie de la tierra. 18 Pero sus ganancias y su paga de ramera serán consagradas al SEÑOR. No serán almacenadas ni acumuladas, sino que su ganancia llegará a ser suficiente alimento y vestidura selecta para aquellos que habiten en la presencia del SEÑOR.

   

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1 Juan 1

Asunto y propósito de la carta

1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. Les escribimos estas cosas para que nuestro gozo sea completo.

Dios es Luz

Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, y en Él no hay ninguna tiniebla. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso y Su palabra no está en nosotros.

   

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