×
UN PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL EN COLABORACIÓN CON LA NUEVA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS Y ANDAMIO EDITORIAL
¡Únete!
¡Únete!

Lectura de Hoy

Devocional: Salmo 73

Hay pocos Salmos que hayan brindado mayor consuelo a personas perturbadas por la frecuente y flagrante prosperidad de los malévolos que el Salmo 73.

Asaf comienza su cántico con un par de líneas provocadoras: “En verdad, ¡cuán bueno es Dios con Israel, con los puros de corazón!” ¿Significa este paralelismo que el pueblo de Israel sean los “puros de corazón”? Difícilmente; esto no concordaría ni con la historia ni con el contenido de este mismo salmo. La segunda línea resulta ser entonces una limitación de la primera. ¿Deberíamos equiparar a los que no son puros de corazón con los “malos” que salen tan vívidamente retratados e este capítulo? Tal vez sí, pero en todo caso lo que llama la atención en particular es que las próximas líneas retratan no tanto el mal de los malos sino el pecado que había en el corazón de Asaf mismo. Su propio corazón era impuro mientras contemplaba “la prosperidad de los malos” (73:3). Les envidiaba. Por lo visto, estaba tan consumido por la envidia que corría el peligro de perder su equilibrio moral: “poco me faltó para que resbalara” (73:2).

Lo que más atraía a Asaf en cuanto a los malos era que tantos de ellos parecían reflejar el mismo apogeo de la serenidad, la buena salud, y la felicidad (73:4-12). Incluso su arrogancia tenía su atractivo: parecía colocarles por encima de los demás. Su prosperidad y su poder les otorgaban popularidad. En el peor de los casos, ignoran a Dios y, no obstante, parecen inmunes al miedo. Según parece, “sin afanarse, aumentan sus riquezas” (73:12).

Por tanto, tal vez no merece la pena buscar la rectitud: “En verdad, ¿de qué me sirve mantener mi corazón limpio y mis manos lavadas en la inocencia” (73:13). Asaf era incapaz de llevar su razonamiento hasta hacer una afirmación así; reconocía que hablar así sería traicionar a “tus hijos” (73:15) –aparentemente se trataba del pueblo de Dios para con el cual Asaf sentía una profunda lealtad y para quienes sentía también una gran carga de responsabilidad. Pero todas estas reflexiones le eran “opresivas” (73:16), hasta que se dio cuenta de tres grandes verdades.

En primer lugar, a largo plazo los malos acabarían siendo arrasados. Al entrar Asaf en el santuario, reflexionaba en “el destino final” (73:17-19, 27) de todos aquellos a quienes había comenzado a envidiar, y les dejó de envidiar.

En segundo lugar, Asaf mismo, junto con todos aquellos que conocen a Dios y andan en sumisión a sus leyes, poseen muchísimo más que los malos –tanto en esta vida como en la venidera. “Pero yo siempre estoy contigo,” proclama Asaf gozosamente, “pues tú me cogiste de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria” (73:22-24).

En tercer lugar, Asaf ya puede contemplar su propia amargura por lo que es en realidad: un pecado nefasto (73:21-22), y resuelve, en lugar de recrearse en ella, acercarse a Dios y publicar sus hazañas (73:28).

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: 2 Pedro 2

En 2 Pedro 2:1-3, y a lo largo de gran parte del resto del capítulo, Pedro advierte contra los falsos maestros.

(1) Estos falsos maestros surgen de dentro de la comunidad de los creyentes, precisamente de la misma forma que los más peligrosos profetas falsos del Antiguo Testamento eran los que lo hacían desde dentro de la comunidad del antiguo pacto (2:1). Todos ellos son más fáciles de reconocer cuando están fuera de la comunión del pueblo de Dios y critican. Un David Hume o un Bertrand Russell seducen a bastantes menos cristianos que muchos “televangelistas” populares. En una escala menor, los falsos maestros más peligrosos en una iglesia local son personas con un entendimiento limitado o perverso de las Escrituras, que tratan de que la congregación se amolde a sus propias ideas. Estemos preparados, porque encontraremos personas de este tipo. Toda la Biblia da testimonio de la frecuencia de sus ataques y del trágico daño que causan.

(2) Lo que “encubiertamente introducirán” son “herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató” (2:1). Ellos nunca describen así su enseñanza, por supuesto, ni se suben al púlpito diciendo: “reniego de Jesús” o “niego que Jesús me redimió totalmente de mi pecado”. Si lo hiciesen, nadie les escucharía. Su estrategia es casi siempre relativizar a Cristo, quitarle importancia o permitirle formar parte del ruido de fondo mientras dirigen la atención de los creyentes hacia sus propios fines, el legalismo quizás, o una autoayuda sin fin, o una terapia imbuida de sentimientos, o un Jesús que no es más que una de muchas opciones. Así pues, por medio de su enseñanza, reniegan del Jesús cuya muerte englobó potencialmente a todos, en particular los falsos maestros que se someten nominalmente a él, pero que en realidad lo domestican o reinventan.

(3) Es muy frecuente que estos falsos maestros sean populares (2:2). De hecho, su popularidad tiene dos dolorosos efectos. A ojos de muchos, legitima a estos individuos, lo cual destruye la credibilidad del auténtico cristianismo, porque su conducta “difamará el camino de la verdad”.

(4) Es muy común que estos falsos maestros se aprovechen de los creyentes: “os explotarán” (2:3). En ocasiones, esta explotación es descaradamente económica: es necesario saber a dónde va el dinero. También es frecuente que sea manipuladora: influencian la mente y el rumbo de las personas con su fluida narrativa.

(5) Dios tiene la última palabra; la condenación de estos falsos maestros es inevitable (2:3). Como dejan claro los siguientes versículos (2:4-10), Dios es perfectamente capaz de salvar al remanente justo y condenar a aquellos.

Piensa en dos ejemplos para cada uno de los cinco puntos precedentes, uno sacado de la Biblia y otro de la historia cristiana.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

Números 29

Ofrendas del séptimo mes

29 ”En el mes séptimo, el primer día del mes, tendrán también santa convocación; no harán trabajo servil. Será para ustedes día de tocar las trompetas. Ofrecerán un holocausto como aroma agradable al SEÑOR: un novillo, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto; y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa por el novillo, dos décimas por el carnero, una décima por cada uno de los siete corderos; y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, para hacer expiación por ustedes; esto, además del holocausto de la luna nueva y de su ofrenda de cereal, y del holocausto continuo y de su ofrenda de cereal y de sus libaciones, según su ordenanza, como aroma agradable, ofrenda encendida al SEÑOR.

”El décimo día de este mes séptimo tendrán santa convocación y se humillarán; no harán ningún trabajo. Y ofrecerán al SEÑOR un holocausto como aroma agradable: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin defecto; y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: 6.6 litros por el novillo, 4.4 litros por el carnero, 10 por cada uno de los siete corderos, 2.2 litros; 11 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda de expiación por el pecado y del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de sus libaciones.

12 ”Después, el día quince del séptimo mes, ustedes tendrán santa convocación; no harán trabajo servil, y por siete días celebrarán una fiesta al SEÑOR. 13 Ofrecerán un holocausto, una ofrenda encendida como aroma agradable al SEÑOR: trece novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, que sean sin defecto; 14 y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: 6.6 litros por cada uno de los trece novillos, 4.4 litros por cada uno de los dos carneros, 15 y 2.2 litros por cada uno de los catorce corderos; 16 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

17 ”El segundo día: doce novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 18 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 19 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de sus libaciones.

20 ”El tercer día: once novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 21 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 22 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

23 ”El cuarto día: diez novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 24 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 25 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

26 ”El quinto día: nueve novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 27 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 28 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

29 ”El sexto día: ocho novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 30 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 31 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de sus libaciones.

32 ”El séptimo día: siete novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 33 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por sus corderos, por su número según la ordenanza; 34 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

35 ”El octavo día ustedes tendrán asamblea solemne; no harán trabajo servil. 36 Pero ofrecerán un holocausto, una ofrenda encendida como aroma agradable al SEÑOR: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin defecto; 37 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por el novillo, por el carnero y por los corderos, por su número según la ordenanza; 38 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

39 ”Esto prepararán para el SEÑOR en sus fechas señaladas, además de sus ofrendas votivas y de sus ofrendas de buena voluntad, para sus holocaustos, para sus ofrendas de cereal, para sus libaciones y para sus ofrendas de paz”». 40 Y Moisés habló a los israelitas conforme a todo lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés.

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Salmo 73

LIBRO TERCERO

El fin de los malos en contraste con el de los justos

Salmo de Asaf.

73 Ciertamente Dios es bueno para con Israel, Para con los puros de corazón. En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, Casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes Al ver la prosperidad de los impíos. Porque no hay dolores en su muerte, Y su cuerpo es robusto. No sufren penalidades como los mortales, Ni son azotados como los demás hombres. Por tanto, el orgullo es su collar; El manto de la violencia los cubre. Los ojos se les saltan de gordura; Se desborda su corazón con sus antojos. Se burlan, y con maldad hablan de opresión; Hablan desde su encumbrada posición. Contra el cielo han puesto su boca, Y su lengua se pasea por la tierra.

10 Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar, Y beben las aguas de la abundancia. 11 Y dicen: «¿Cómo lo sabe Dios? ¿Hay conocimiento en el Altísimo?». 12 Miren, estos son los impíos, Y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas. 13 Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón Y lavado mis manos en inocencia, 14 Pues he sido azotado todo el día Y castigado cada mañana.

15 Si yo hubiera dicho: «Así hablaré», Habría traicionado a la generación de Tus hijos. 16 Cuando pensaba, tratando de entender esto, Fue difícil para mí, 17 Hasta que entré en el santuario de Dios; Entonces comprendí el fin de ellos. 18 Ciertamente Tú los pones en lugares resbaladizos; Los arrojas a la destrucción. 19 ¡Cómo son destruidos en un momento! Son totalmente consumidos por terrores repentinos. 20 Como un sueño del que despierta, Oh Señor, cuando te levantes, despreciarás su apariencia.

21 Cuando mi corazón se llenó de amargura, Y en mi interior sentía punzadas, 22 Entonces era yo torpe y sin entendimiento; Era como una bestia delante de Ti. 23 Sin embargo, yo siempre estoy contigo; Tú me has tomado de la mano derecha. 24 Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti? Fuera de Ti, nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. 27 Porque los que están lejos de Ti perecerán; Tú has destruido a todos los que te son infieles. 28 Pero para mí, estar cerca de Dios es mi bien; En DIOS el Señor he puesto mi refugio Para contar todas Tus obras.

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Isaías 21

Profecía sobre Babilonia, Edom y Arabia

21 Oráculo sobre el desierto del mar: «Como se lanzan los torbellinos en el Neguev, Así viene el invasor del desierto, de una tierra temible. Una visión dura me ha sido mostrada: El traidor obra pérfidamente, y el destructor destruye. Sube, Elam; sitia, Media. He puesto fin a todo gemir que ella ha causado. Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; Dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. Desvaría mi mente, el espanto me sobrecoge. El anochecer que anhelaba se me convirtió en terror. Ponen la mesa, extienden el mantel, comen, beben. ¡Levántense, capitanes, engrasen los escudos!, Porque así me ha dicho el Señor: “Ve, pon centinela que dé aviso de lo que vea. Cuando vea hombres montados, jinetes de dos en dos, Filas de asnos, filas de camellos, Que preste mucha atención, muchísima atención”». Entonces el centinela gritó: «Oh Señor, de día yo estoy continuamente en la atalaya, Y todas las noches permanezco en mi puesto de guardia. Veo que vienen hombres montados, jinetes de dos en dos». Y uno respondió: «Cayó, cayó Babilonia, Y todas las imágenes de sus dioses están destrozadas sobre la tierra». 10 ¡Oh mi pueblo trillado y afligido de mi era! Lo que he oído del SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, les doy a conocer.

11 Oráculo sobre Edom:

«Alguien sigue llamándome desde Seir: “Centinela, ¿qué hora es de la noche? Centinela, ¿qué hora es de la noche?”. 12 El centinela responde: Viene la mañana y también la noche. Si quieren preguntar, pregunten; Vuelvan otra vez».

13 Oráculo sobre Arabia:

«En las espesuras de Arabia pasen la noche, Caravanas de dedanitas. 14 Traigan agua para el sediento, Habitantes de la tierra de Tema, Salgan con pan al encuentro del fugitivo. 15 Porque han huido ante las espadas, Ante la espada desnuda, ante el arco tensado Y ante la violencia de la batalla».

16 Pues así me ha dicho el Señor: «En un año, como lo contaría un jornalero, terminará todo el esplendor de Cedar. 17 Y del resto del número de los arqueros, los poderosos de los hijos de Cedar, quedarán pocos, porque ha hablado el SEÑOR, Dios de Israel».

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

2 Pedro 2

Profetas y maestros falsos

2 Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina. Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida.

Porque Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio. Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después. Además rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por las iniquidades de ellos).

El Señor, pues, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio, 10 especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad. Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas, 11 cuando los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio injurioso contra ellos delante del Señor.

12 Pero estos, como animales irracionales, nacidos como criaturas de instinto para ser capturados y destruidos, blasfemando de lo que ignoran, serán también destruidos con la destrucción de esas criaturas, 13 sufriendo el mal como pago de su iniquidad. Cuentan por deleite andar en placeres disolutos durante el día. Son manchas e inmundicias, deleitándose en sus engaños mientras banquetean con ustedes. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar. Seducen a las almas inestables. Tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición.

15 Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, 16 pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta. 17 Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. 18 Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. 19 Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido.

20 Porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo son enredados en ellas y vencidos, su condición postrera viene a ser peor que la primera. 21 Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. 22 Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: «EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VÓMITO», y: «La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno».

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com