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UN PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL EN COLABORACIÓN CON LA NUEVA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS Y ANDAMIO EDITORIAL
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Lectura de Hoy

Devocional: Números 25

Hay más de una manera de derrotar al pueblo de Dios.

Balac quería que Balán maldijese a los israelitas (Números 22 – 24). Bajo la amenaza del juicio divino, Balán se mantuvo firme y proclamó sólo aquello que Dios le reveló. Pero aquí en Números 25 descubrimos una táctica diferente. Algunas de las mujeres moabitas invitaron a algunos de los hombres israelitas a visitarlas. Algunas de estas visitas eran para asistir a festivales y sacrificios a sus dioses. Nacieron relaciones entre ellos. Al cabo de poco tiempo se inició la inmoralidad sexual y el culto dirigido a estos dioses paganos (25:1-2), en particular al Baal-Peor (25:3). “Y la ira de Dios encendió contra ellos” (25:3).

El resultado es inevitable. Ahora los israelitas se enfrentan no con la ira de los moabitas, sino con la ira del Dios Todopoderoso. Una plaga se extienda por el campamento y mata a 24,000 personas (25:9). Finees recurre a una medida drástica (25:7-8). Si la valoramos a través del prisma del pluralismo actual, e incluso según las medidas de castigo que la iglesia esté autorizada a imponer (p. ej., 1 Corintios 5), la ejecución llevada a cabo por Finees suscitará el horror y harán que se le dirijan acusaciones de actuar con un barbarismo primitivo. Pero si recordamos que bajo la alianza pactada con esta nación teocrática, la sanción que tenía que recibir tanto el adulterio flagrante como la idolatría era la pena capital, y cuando recordamos que Finees, al mostrarse fiel a los términos de la alianza (con la cual todo el pueblo se había comprometido), salvó incontables vidas humanas, puesto que puso fin a la plaga. Por tanto, se mostró más bien movido por principios que por el barbarismo. Sin lugar a dudas, este juicio, por muy severo que pueda parecer, no es nada comparado con el juicio venidero.

Pero quisiera hacer dos observaciones más.

En primer lugar, Moab había encontrado la manera de destruir a Israel al incitarles a cometer actos que conllevasen el juicio de Dios. Israel era fuerte, únicamente porque Dios era fuerte. Si Dios hubiese abandonado la nación, el pueblo sería capaz de muy poco. Según los oráculos de Balán, los israelitas tenían que ser “un pueblo que vive apartado, que no se cuenta entre las naciones” (23:9). El mal que tiene la violación de la ley de Dios en esta ocasión es que ahora parecen querer ser iguales que las naciones paganas.

¿Cuáles son las tentaciones que hoy día inducen a la iglesia de Occidente a una conducta que conduzca inevitablemente al juicio de Dios?

En segundo lugar, ciertos capítulos posteriores nos muestran que no se trataba aquí de los típicos encuentros casuales entre chico y chica, sino de una política oficial que nació de los consejos de Balán (31:16; ver también 2 Pedro 2:16; Apocalipsis 2:14). Se nos presenta el espectáculo desgraciado de un profeta corrupto que conserva la fidelidad aparente en las grandes ocasiones, y que en secreto ofrece consejos malévolos, especialmente si hay la posibilidad de llevarse alguna ganancia personal.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: 1 Pedro 3

Una de las enseñanzas sorprendentes de 1 Pedro es cómo está vinculada la conducta cristiana con conseguir oyentes para el evangelio. Vimos este tema en la meditación de ayer. Los cristianos deben vivir de tal forma que incluso los paganos se vean obligados a glorificar a Dios (1 Pedro 2:12). La voluntad del Señor es que, realizando el bien, hagamos “callar la ignorancia de los insensatos” (2:15). Este mismo asunto se desarrolla en el capítulo 3. Las mujeres con maridos incrédulos deben adornarse con un espíritu tierno y tranquilo a fin de que estos “puedan ser ganados más por vuestro comportamiento que por vuestras palabras, al observar vuestra conducta íntegra y respetuosa” (3:1-2).

En 1 Pedro 3:8-22, se expresa una idea parecida. Este pasaje contiene uno de los textos más difíciles del Nuevo Testamento (3:18b-21), que no podremos abordar aquí. Sin embargo, relaciona de nuevo la conducta cristiana con el sufrimiento y, por consiguiente, con el testimonio cristiano, lo cual no quiere decir que aquella cumpla una función meramente utilitaria. Los cristianos no deben actuar de forma piadosa solo porque ello aumente su credibilidad para propósitos propagandísticos. Existen muchas razones para hacer el bien. El Señor nos ha “llamado” a ello (3:9); hacer el bien es parte fundamental de nuestra identidad. Además, ese comportamiento hereda la bendición de Dios (3:9-12). Quitando las horribles excepciones que surgen de los regímenes y renegados corruptos (que son muchos), un ciudadano que haga el bien no ha de temer a la opresión de los que gobiernan los sistemas de justicia criminal (3:13). Deberíamos mantener una conciencia limpia delante del Dios viviente (3:16). Por encima de todos los ejemplos posibles, encontramos el de Jesucristo (3:17-18).

No obstante, además de todas estas razones para vivir piadosamente, Pedro relaciona de nuevo la conducta con el testimonio. Aunque suframos injustamente, no viviremos con temor, como los paganos (3:13). Más bien, en nuestras lágrimas honraremos “a Cristo como Señor” (3:15); “santificaremos” o “consagraremos” a Cristo como Señor. En este contexto, escucharemos el mandato apostólico: “Estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros” (3:15). Es parecido al de Pablo en 2 Timoteo 4:2: “Sea o no oportuno”. Por supuesto, esa buena disposición presupone que el corazón ansía llevar testimonio y un compromiso de crecer en conocimientos apologéticos. Al igual que en otras muchas áreas de la vida, aprendemos mejor cómo hacer las cosas haciéndolas. No obstante, el sentido inmediato de Pedro es que debemos dar testimonio “con gentileza y respeto… para que los que hablan mal de vuestra buena conducta en Cristo, se avergüencen de sus calumnias” (3:15, 16).

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

Números 25

El pueblo peca en Sitim

25 Mientras Israel habitaba en Sitim, el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab. Y estas invitaron al pueblo a los sacrificios que hacían a sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses. Así Israel se unió a Baal de Peor, y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel. Y el SEÑOR dijo a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y ejecútalos delante del SEÑOR a plena luz del día, para que se aparte de Israel la ardiente ira del SEÑOR». Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: «Cada uno de ustedes mate a aquellos de los suyos que se han unido a Baal de Peor».

Entonces un hombre, uno de los israelitas, vino y presentó una madianita a sus parientes, a la vista de Moisés y a la vista de toda la congregación de los israelitas, que lloraban a la puerta de la tienda de reunión. Cuando lo vio Finees, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación, y tomando una lanza en su mano, fue tras el hombre de Israel, entró en la alcoba y los traspasó a los dos, al hombre de Israel y a la mujer por su vientre. Y así cesó la plaga sobre los israelitas. Y los que murieron por la plaga fueron 24,000.

10 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: 11 «Finees, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha apartado Mi furor de los israelitas porque demostró su celo por Mí entre ellos, y en Mi celo no he destruido a los israelitas. 12 Por tanto, dile: “Ciertamente Yo le doy Mi pacto de paz; 13 y será para él y para su descendencia después de él, un pacto de sacerdocio perpetuo, porque tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los israelitas”».

14 El nombre del hombre de Israel que fue muerto con la madianita era Zimri, hijo de Salu, jefe de una casa paterna de Simeón. 15 Y el nombre de la mujer madianita que fue muerta era Cozbi, hija de Zur, el cual era cabeza del pueblo de una casa paterna en Madián.

16 Entonces el SEÑOR habló a Moisés y le dijo: 17 «Hostiguen a los madianitas y hiéranlos; 18 pues ellos han sido hostiles a ustedes con sus engaños, con los que los engañaron en el asunto de Peor, y en el asunto de Cozbi, hija del jefe de Madián, hermana de ellos, que fue muerta el día de la plaga por causa de Peor».

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Salmo 68

El Dios del Sinaí y del santuario

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos, Y huyan delante de Él los que lo aborrecen. Como se disipa el humo, disípalos; Como la cera se derrite delante del fuego, Así perezcan los impíos delante de Dios. Pero alégrense los justos, regocíjense delante de Dios; Sí, que rebosen de alegría. Canten a Dios, canten alabanzas a Su nombre; Abran paso al que cabalga por los desiertos, Cuyo nombre es el SEÑOR; regocíjense delante de Él.

Padre de los huérfanos y defensor de las viudas Es Dios en Su santa morada. Dios prepara un hogar para los solitarios; Conduce a los cautivos a prosperidad; Solo los rebeldes habitan en una tierra seca.

Oh Dios, cuando saliste al frente de Tu pueblo, Cuando marchaste por el desierto,         (Selah) Tembló la tierra; También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; El Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel. Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios, Tú fortaleciste Tu heredad cuando estaba extenuada. 10 Los de Tu pueblo se establecieron en ella; En Tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre.

11 El Señor da la palabra; Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud: 12 «Los reyes de los ejércitos huyen;  huyen, Y la que se queda en casa repartirá el botín». 13 Cuando ustedes se acuestan en los rediles, Son como alas de paloma cubiertas de plata, Y sus plumas de oro resplandeciente. 14 Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes, Nevaba en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán; Monte de muchos picos es el monte de Basán. 16 ¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos, Al monte que Dios ha deseado para morada Suya? Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre. 17 Los carros de Dios son miríadas, millares de millares; El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí. 18 Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a Tus cautivos; Has recibido dones entre los hombres, Y aun entre los rebeldes, para que el SEÑOR Dios habite entre ellos.

19 Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, El Dios que es nuestra salvación.  (Selah) 20 Dios es para nosotros un Dios de salvación, Y a Dios el Señor pertenece el librar de la muerte. 21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de Sus enemigos, La testa cabelluda del que anda en sus delitos. 22 Dijo el Señor: «De Basán los haré volver; Los haré volver de las profundidades del mar, 23 Para que tu pie los aplaste en sangre, Y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos».

24 Ellos han visto Tu procesión, oh Dios, La procesión de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario. 25 Los cantores iban delante, los músicos detrás, En medio de las doncellas tocando panderos. 26 Bendigan a Dios en las congregaciones, Al SEÑOR, ustedes del linaje de Israel. 27 Allí va Benjamín, el más joven, dirigiéndolos, Los príncipes de Judá con su grupo, Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 El Dios tuyo ha mandado tu fuerza; Muestra Tu poder, oh Dios, Tú que has obrado por nosotros. 29 Por causa de Tu templo en Jerusalén Te traerán presentes los reyes. 30 Reprende las fieras de las cañas, La manada de toros con los becerros de los pueblos, Pisoteando las piezas de plata; Él ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra. 31 De Egipto saldrán mensajeros; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Canten a Dios, oh reinos de la tierra; Canten alabanzas al Señor.          (Selah) 33 Canten al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; Él da Su voz, voz poderosa. 34 Atribuyan a Dios fortaleza; Su majestad es sobre Israel, Y Su poder está en los cielos. 35 Imponente eres, oh Dios, desde Tu santuario. El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo. ¡Bendito sea Dios!

   

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Isaías 15

Profecía sobre Moab

15 Oráculo sobre Moab: «Ciertamente en una noche Ar de Moab fue devastada y destruida, Ciertamente en una noche Kir de Moab fue devastada y destruida. Han subido al templo y a Dibón, a los lugares altos a llorar. Sobre Nebo y sobre Medeba gime Moab; En todas sus cabezas, calvicie; toda barba, rasurada. En sus calles se han ceñido de cilicio. En sus terrados y en sus plazas Todos gimen, deshechos en lágrimas. También claman Hesbón y Eleale, Se oye su voz hasta Jahaza. Por tanto, gritarán los hombres armados de Moab, Su alma tiembla dentro de ella. Mi corazón clama por Moab. Sus fugitivos huyen hasta Zoar y Eglat Selisiya, Y suben la cuesta de Luhit llorando. Ciertamente en el camino a Horonaim dan gritos de angustia por su ruina. Porque las aguas de Nimrim se han agotado, Ciertamente la hierba está seca, la hierba tierna ha muerto, No hay nada verde. Por tanto, la abundancia que han adquirido y almacenado Se la llevan al otro lado del arroyo Arabim. Porque el clamor ha dado vuelta por el territorio de Moab; Hasta Eglaim llega su gemir, hasta Beer Elim su gemido. Porque las aguas de Dimón están llenas de sangre. Ciertamente añadiré más peligros sobre Dimón: Un león sobre los fugitivos de Moab y sobre el remanente de la tierra.

   

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1 Pedro 3

Deberes conyugales

3 Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a sus maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar ellos su conducta casta y respetuosa. Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y ustedes han llegado a ser hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada que pueda aterrorizarlas.

Ustedes, maridos, igualmente, convivan de manera comprensiva con sus mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor por ser heredera como ustedes de la gracia de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas.

El secreto de la vida feliz

En conclusión, sean todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos, y de espíritu humilde; no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fueron llamados con el propósito de heredar bendición. 10 Porque,

«EL QUE DESEA LA VIDA, AMAR Y VER DÍAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO. 11 APÁRTESE DEL MAL Y HAGA EL BIEN; BUSQUE LA PAZ Y SÍGALA. 12 PORQUE LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN SOBRE LOS JUSTOS, Y SUS OÍDOS ATENTOS A SUS ORACIONES; PERO EL ROSTRO DEL SEÑOR ESTÁ CONTRA LOS QUE HACEN EL MAL».

Sufriendo por la justicia

13 ¿Y quién les podrá hacer daño a ustedes si demuestran tener celo por lo bueno? 14 Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son. Y NO TENGAN MIEDO POR TEMOR A ELLOS NI SE TURBEN, 15 sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia, 16 teniendo buena conciencia, para que en aquello en que son calumniados, sean avergonzados los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo. 17 Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.

18 Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. 19 En el espíritu también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua.

21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, 22 quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.

   

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