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UN PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL EN COLABORACIÓN CON LA NUEVA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS Y ANDAMIO EDITORIAL
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Lectura de Hoy

Devocional: 1 Reyes 8

La dedicación del templo en Jerusalén y la oración de Salomón en esa ocasión (1 Reyes 8) sobreabundan en vínculos que se extienden hacia el futuro y el pasado en la historia de la redención.

(1) La estructura del templo es una reproducción proporcional del tabernáculo. De ahí que, continúen los rituales establecidos en el pacto mosaico y el valor simbólico de todo lo que Dios ordenó a través de Moisés: el altar, la mesa para el pan de la consagración, el Lugar Santísimo, los dos querubines sobre el arca del pacto, entre otros.

(2) Lo más espectacular es que, una vez el arca del pacto fue transportada a su nueva morada y los sacerdotes se retiraron, la gloria de Dios—manifestada en el mismo tipo de nube que señalaba la presencia del Señor en el tabernáculo—llenó el templo. Dios no sólo dio su aprobación al templo, sino que un nuevo paso en el propósito progresivo de Dios se había cumplido. Si bien el templo preserva el simbolismo del tabernáculo, este edificio ya no es portátil. Se acabaron los años de deambular errantes, así como la época incierta de los jueces. Ahora, la presencia de Dios, manifestada en este edificio sólido, está vinculada a una localidad: Jerusalén. Una nueva serie de experiencias simbólicas en la historia añade nuevas dimensiones a las riquezas acumuladas que apuntan a la venida de Jesús. Aquí tenemos un reino estable y el reino de Dios; Jerusalén y la nueva Jerusalén; el templo glorioso y la ciudad que no necesita templo porque “el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo” (Apocalipsis 21:22). Aquí se produce la matanza de decenas de miles de animales y al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

(3) Salomón, en su mejor momento, es perfectamente consciente de que ninguna estructura—ni siquiera esta—puede contener o domesticar a Dios. “Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!” (8:27).

(4) Pero esto no le impide pedirle a Dios que se manifieste en este lugar. Sobre todo, Salomón sabe que lo que más necesitará el pueblo es perdón. De manera que, en abarcadoras y proféticas descripciones de las experiencias que el pueblo pasará, Salomón repite variaciones del estribillo: “Oye desde el cielo, donde habitas; ¡escucha y perdona!” (8:30ss.). Esto da en el clavo: escucha desde el cielo, aunque los ojos del pueblo estén fijados en este templo, y perdona.

(5) La mirada hacia el futuro de Salomón incluye la terrible posibilidad del exilio (8:46-51), seguido por el rescate y la liberación. Más aún, a la vez que Salomón anima al pueblo a la fidelidad (8:56-61), también hace eco de un aspecto prominente del pacto abrahámico (Génesis 12:3): Israel debe ser fiel “así todos los pueblos de la tierra sabrán que el Señor es Dios, y que no hay otro.” (8:60).


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: Ezequiel 38

Los capítulos 38 y 39 de Ezequiel se encuentran entre los más difíciles del libro. En muchos aspectos, destacan entre lo que tienen delante y detrás. La explicación más simple es quizás la siguiente: los capítulos 40—48 son mucho más tardíos que la mayor parte del libro (el vigesimoquinto año del exilio, 40:1), hasta el punto de que son casi un apéndice del resto de visiones y oráculos. De ser así, los capítulos 38 y 39 deben verse como una conclusión de los treinta y siete precedentes, pero no necesariamente como un puente a 40—48. Precisamente, el modo en que esta profecía contra Gog sirve de conclusión a todo lo que la precede en Ezequiel depende mucho de cómo se interpreten estos dos capítulos. Incluso catalogar las posibilidades convertiría estas breves meditaciones en un comentario, por lo que debo limitarme a algunas reflexiones conjeturales.

Seguramente, habrán notado que en varios capítulos anteriores decidí no comentar ciertas secciones. En parte, no ha sido más que una selección basada en el poco espacio disponible, pero también es cierto que esos pasajes pertenecen todos al mismo género y pueden analizarse provechosamente en conjunto. Por ejemplo, 37:25-28 anuncia el tiempo en que Israel, bajo el siervo de Dios David, vivirá en la tierra “para siempre”, y “mi siervo David será su príncipe eterno”. El santuario de Dios estará siempre “en medio de ellos”. Este lenguaje puede entenderse literalmente (un templo en Jerusalén, con un rey davídico, un trono y un santuario eternos) o apuntar a un acontecimiento más lejano. Por razones que quedarán más claras, me inclino a pensar que estas profecías y otras similares esperan el glorioso futuro mesiánico, pero se expresan en términos de las categorías más familiares del antiguo pacto. Estas mismas categorías, afirman los escritores del Nuevo Testamento, desempeñan una función predictiva cumplida en Jesús el hijo de David y todo lo que él conlleva.

En una línea parecida, Ezequiel 38 comienza denunciando a “Gog, príncipe supremo de Mesec y Tubal” (38:3). La sugerencia de que esos nombres se refieren a Moscú y a Tobolsk no tiene el menor mérito lingüístico. Estos dos nombres aparecen en otros pasajes (Génesis 10:2; 1 Crónicas 1:5; Ezequiel 27:13; 32:26) y se refieren a las conocidas tribus de los Moschoi y los Tibarenoi. Gog es quizás Giges de Lidia (llamado Gûgu en algunos archivos antiguos). Más importante aun es que esta horda anunciada de enemigos del pueblo de Dios viene “desde el lejano norte” (38:6), el punto cardinal desde el que siempre llegaban los peores enemigos de Israel. El capítulo acaba con imágenes apocalípticas (38:18-23), que comienzan a hacer que la escena se sienta como un estallido final e idealizado contra el pueblo de Dios, en el que el Señor vindica su nombre y su causa. Así pues, todos los ataques anteriores anuncian esta lucha apocalíptica final, que a su vez acaba con ellos.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

1 Reyes 8

Traslado del arca al templo

8 Entonces Salomón reunió a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas de los israelitas ante él en Jerusalén, para hacer subir el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, la cual es Sión. Todos los hombres de Israel se reunieron ante el rey Salomón en la fiesta, en el mes de Etanim, que es el mes séptimo. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los sacerdotes alzaron el arca. Subieron el arca del SEÑOR, la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que estaban en la tienda; los sacerdotes y los levitas los subieron.

El rey Salomón y toda la congregación de Israel que estaba reunida ante él, estaban con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar. Entonces los sacerdotes trajeron el arca del pacto del SEÑOR a su lugar, al santuario interior de la casa, al Lugar Santísimo, bajo las alas de los querubines. Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían el arca y sus barras por encima. Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras se podían ver desde el lugar santo, que estaba delante del santuario interior, pero no se podían ver desde afuera; y allí están hasta hoy. En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los israelitas cuando salieron de la tierra de Egipto. 10 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la casa del SEÑOR, 11 así que los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar por causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR.

12 Entonces Salomón dijo:

«El SEÑOR ha dicho que Él moraría en la densa nube. 13 Ciertamente yo te he edificado una casa majestuosa, Un lugar para Tu morada para siempre».

14 Después el rey se volvió y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie. 15 Les dijo: «Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que habló por Su boca a mi padre David y por Su mano lo ha cumplido, cuando dijo: 16 “Desde el día en que saqué a Mi pueblo Israel de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que Mi nombre estuviera allí, pero escogí a David para que estuviera sobre Mi pueblo Israel”. 17 Y mi padre David tuvo en su corazón edificar una casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel. 18 Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: “Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a Mi nombre, bien hiciste en desearlo en tu corazón. 19 Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a Mi nombre”.

20 »Ahora el SEÑOR ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel. 21 Y he puesto allí un lugar para el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR que Él hizo con nuestros padres cuando los trajo de la tierra de Egipto».

Oración de dedicación del templo

22 Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos al cielo. 23 Y dijo: «Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como Tú ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia a Tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón, 24 que has cumplido con Tu siervo David mi padre lo que le prometiste; ciertamente has hablado con Tu boca y lo has cumplido con Tu mano como sucede hoy. 25 Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, cumple con Tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: “No te faltará quien se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar delante de Mí como tú has andado delante de Mí”. 26 Ahora pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla Tu palabra que hablaste a Tu siervo, mi padre David.

27 Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado. 28 No obstante, atiende a la oración de Tu siervo y a su súplica, oh SEÑOR Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que Tu siervo hace hoy delante de Ti; 29 que Tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: “Mi nombre estará allí”, para que oigas la oración que Tu siervo haga hacia este lugar. 30 Y escucha la súplica de Tu siervo y de Tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha Tú en el lugar de Tu morada, en los cielos; escucha y perdona.

31 »Si alguien peca contra su prójimo y se le exige juramento, y viene y jura delante de Tu altar en esta casa, 32 escucha Tú desde los cielos y obra y juzga a Tus siervos, condenando al impío haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia.

33 »Cuando Tu pueblo Israel sea derrotado delante de un enemigo por haber pecado contra Ti, si se vuelven a Ti y confiesan Tu nombre, y oran y te hacen súplica en esta casa, 34 escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.

35 »Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra Ti, y oren hacia este lugar y confiesen Tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando Tú los aflijas, 36 escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar. Y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad.

37 »Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay pestes o plagas, langosta o saltamontes, si su enemigo los sitia en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga, cualquier enfermedad que haya38 toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo Tu pueblo Israel, conociendo cada cual la aflicción de su corazón, y extendiendo sus manos hacia esta casa; 39 escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón, porque solo Tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, 40 para que te teman todos los días que vivan sobre la superficie de la tierra que diste a nuestros padres.

41 »También en cuanto al extranjero que no es de Tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de Tu nombre 42 (porque oirán de Tu gran nombre, de Tu mano poderosa y de Tu brazo extendido); cuando venga a orar a esta casa, 43 escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre para que te teman, como te teme Tu pueblo Israel, y para que sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.

44 »Cuando Tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que Tú los envíes, y oren al SEÑOR vueltos hacia la ciudad que Tú has escogido y hacia la casa que he edificado a Tu nombre, 45 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

46 »Cuando pequen contra Ti (pues no hay hombre que no peque) y estés lleno de ira contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos los lleven cautivos a la tierra del enemigo, lejos o cerca, 47 si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos, diciendo: “Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente”, 48 si se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a Ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a Tu nombre, 49 entonces escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia. 50 Perdona a Tu pueblo que ha pecado contra Ti, todas las transgresiones que hayan cometido contra Ti, y hazlos objeto de compasión ante los que los llevaron cautivos, para que tengan compasión de ellos 51 (porque ellos son Tu pueblo y Tu heredad que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro).

52 »Que Tus ojos estén abiertos a la súplica de Tu siervo y a la súplica de Tu pueblo Israel, para escucharlos siempre que te invoquen. 53 Pues Tú los has separado de entre todos los pueblos de la tierra como Tu heredad, como lo dijiste por medio de Tu siervo Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor DIOS».

54 Cuando Salomón terminó de decir toda esta oración y súplica al SEÑOR, se levantó de delante del altar del SEÑOR, de estar de rodillas con sus manos extendidas hacia el cielo. 55 Y se puso de pie y bendijo a toda la asamblea de Israel en alta voz, diciendo: 56 «Bendito sea el SEÑOR, que ha dado reposo a Su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió. Ninguna palabra ha fallado de toda Su buena promesa que hizo por medio de Su siervo Moisés. 57 Que el SEÑOR nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que no nos deje ni nos abandone, 58 para que incline nuestro corazón hacia Él, para que andemos en todos Sus caminos y para que guardemos Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus preceptos que ordenó a nuestros padres.

59 »Que estas palabras mías, con las que he suplicado delante del SEÑOR, estén cerca del SEÑOR nuestro Dios día y noche, para que Él haga justicia a Su siervo y justicia a Su pueblo Israel, según las necesidades de cada día, 60 a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el SEÑOR es Dios; no hay otro. 61 Estén, pues, los corazones de ustedes enteramente dedicados al SEÑOR nuestro Dios, para que andemos en Sus estatutos y guardemos Sus mandamientos, como en este día».

62 Entonces el rey y todo Israel con él ofrecieron sacrificios delante del SEÑOR. 63 Y Salomón ofreció al SEÑOR como sacrificio de las ofrendas de paz, 22,000 bueyes y 120,000 ovejas. Así dedicaron la casa del SEÑOR, el rey y todos los israelitas. 64 Aquel día el rey consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa del SEÑOR, pues allí ofreció el holocausto, la ofrenda de cereal y la grasa de las ofrendas de paz; porque el altar de bronce que estaba delante del SEÑOR era demasiado pequeño para contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grasa de las ofrendas de paz. 65 Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días más, o sea catorce días. 66 Al octavo día despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey, y se fueron a sus tiendas gozosos y alegres de corazón por todo el bien que el SEÑOR había mostrado a Su siervo David y a Su pueblo Israel.

   

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Efesios 5

El andar de los hijos de Dios

5 Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.

Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre ustedes, como corresponde a los santos. Tampoco haya obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias. Porque con certeza ustedes saben esto: que ningún inmoral, impuro o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, no sean partícipes con ellos; porque antes ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz. Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.

10 Examinen qué es lo que agrada al Señor, 11 y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascárenlas. 12 Porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto. 13 Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues todo lo que se hace visible es luz. 14 Por esta razón dice:

«Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos, Y te alumbrará Cristo».

15 Por tanto, tengan cuidado cómo andan; no como insensatos sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Así pues, no sean necios, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. 18 Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu.

19 Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con su corazón al Señor. 20 Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre. 21 Sométanse unos a otros en el temor de Cristo.

Cristo y la iglesia, un modelo para el hogar

22 Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. 23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. 24 Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.

25 Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.

28 Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; 30 porque somos miembros de Su cuerpo. 31 POR ESTO EL HOMBRE DEJARÁ A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRÁ A SU MUJER, Y LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE.

32 Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. 33 En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

   

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Ezequiel 38

Profecía contra Gog

38 Y vino a mí la palabra del SEÑOR: «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Gog, de la tierra de Magog, príncipe supremo de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, y di: “Así dice el Señor DIOS: ‘Yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe supremo de Mesec y Tubal. Te haré dar vuelta, pondré garfios en tus quijadas y te sacaré con todo tu ejército, caballos y jinetes, todos ellos bien equipados; una gran compañía con broquel y escudo, todos ellos empuñando espada; Persia, Etiopía y Fut con ellos, todos con escudo y casco; Gomer con todas sus tropas, Bet Togarmá, de las partes remotas del norte, con todas sus tropas; muchos pueblos están contigo.

’Disponte y prepárate, tú y toda la multitud que se ha reunido alrededor tuyo, y sé para ellos guarda. Después de muchos días recibirás órdenes; al fin de los años vendrás a la tierra recuperada de la espada, cuyos habitantes han sido recogidos de muchas naciones en los montes de Israel, que habían sido una desolación continua. Este pueblo fue sacado de entre las naciones y habitan seguros todos ellos. Tú subirás y vendrás como una tempestad; serás como una nube que cubre la tierra, tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo’.

10 ”Así dice el Señor DIOS: ‘Sucederá en aquel día que pensamientos vendrán a tu mente y concebirás un plan malvado, 11 y dirás: “Subiré contra una tierra indefensa. Iré contra los que viven tranquilos, que habitan confiados, que habitan todos ellos sin murallas, sin cerrojos ni puertas; 12 para tomar botín y para proceder al saqueo, para volver tu mano contra los lugares desolados, ahora poblados, y contra el pueblo reunido de entre las naciones, que ha adquirido ganado y posesiones, que habita en medio de la tierra”. 13 Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis con todos sus pueblos te dirán: “¿Has venido para tomar botín? ¿Has reunido tu compañía para saquear, para llevar plata y oro, para llevar ganado y posesiones, para tomar gran botín?”’”.

14 »Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y dile a Gog: “Así dice el Señor DIOS: ‘En aquel día cuando Mi pueblo Israel habite seguro, ¿no lo sabrás tú? 15 Vendrás de tu lugar de las partes remotas del norte, tú y mucha gente contigo, todos montados a caballo, una gran multitud y un poderoso ejército; 16 y subirás contra Mi pueblo Israel como una nube para cubrir la tierra. Sucederá en los postreros días que te traeré contra Mi tierra, para que las naciones me conozcan cuando Yo sea santificado por medio de ti ante sus ojos, oh Gog’.

17 ”Así dice el Señor DIOS: ‘¿Eres tú aquel de quien hablé en tiempos pasados por medio de Mis siervos los profetas de Israel, que profetizaron en aquellos días, durante años, que Yo te traería contra ellos? 18 Sucederá en aquel día cuando venga Gog contra la tierra de Israel’, declara el Señor DIOS, ‘que subirá mi furor y Mi ira. 19 Y en Mi celo y en el fuego de Mi furor declaro que ciertamente en aquel día habrá un gran terremoto en la tierra de Israel. 20 Los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y todos los animales que se arrastran sobre la tierra, y todos los hombres sobre la superficie de la tierra temblarán en Mi presencia; también se derrumbarán los montes, se desplomarán los precipicios y todo muro caerá por tierra. 21 En todos Mis montes llamaré la espada contra Gog’, declara el Señor DIOS. ‘La espada de cada cual se volverá contra su hermano. 22 Con pestilencia y con sangre haré juicio contra él; haré caer una lluvia torrencial, y piedras de granizo, fuego y azufre sobre él, sobre sus tropas, y sobre los muchos pueblos que están con él. 23 Y mostraré Mi grandeza y santidad, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones; y sabrán que Yo soy el SEÑOR’”.

   

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Salmo 89

El pacto del SEÑOR con David, y las aflicciones de Israel

Masquil de Etán el ezraíta.

89 Por siempre cantaré de las misericordias del SEÑOR; Con mi boca daré a conocer Tu fidelidad a todas las generaciones. Porque dije: «Para siempre será edificada la misericordia; En los cielos mismos establecerás Tu fidelidad». «Yo he hecho un pacto con Mi escogido, He jurado a David Mi siervo: Estableceré tu descendencia para siempre, Y edificaré tu trono por todas las generaciones». (Selah)

Los cielos alabarán Tus maravillas, SEÑOR, Y también Tu fidelidad en la asamblea de los santos. Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los hijos de los poderosos es como el SEÑOR, Dios muy temido en el consejo de los santos, E imponente sobre todos los que están en Su derredor? Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿quién como Tú, poderoso SEÑOR? Tu fidelidad también te rodea. Tú dominas la soberbia del mar; Cuando sus olas se levantan, Tú las calmas. 10 Tú aplastaste a Egipto como a uno herido de muerte; Esparciste a Tus enemigos con Tu brazo poderoso.

11 Tuyos son los cielos, Tuya también la tierra; El mundo y todo lo que en él hay, Tú lo fundaste. 12 El norte y el sur, Tú los creaste; El Tabor y el Hermón aclamarán con gozo a Tu nombre. 13 Tú tienes un brazo fuerte; Tu mano es poderosa, Tu diestra es exaltada. 14 La justicia y el derecho son el fundamento de Tu trono; La misericordia y la verdad van delante de Ti. 15 ¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, SEÑOR, a la luz de Tu rostro. 16 En Tu nombre se regocijan todo el día, Y por Tu justicia son enaltecidos. 17 Porque Tú eres la gloria de su potencia, Y por Tu gracia es exaltado nuestro poder. 18 Pues del SEÑOR es nuestro escudo, Y del Santo de Israel nuestro rey.

19 Una vez hablaste en visión a Tus santos, Y dijiste: «He ayudado a un poderoso; He exaltado a uno escogido de entre el pueblo. 20 He hallado a David Mi siervo; Lo he ungido con Mi óleo santo, 21 Y con él estará siempre Mi mano; Mi brazo también lo fortalecerá. 22 No lo engañará el enemigo, Ni lo afligirá el hijo de maldad, 23 Sino que Yo aplastaré a sus adversarios delante de él, Y heriré a los que lo aborrecen. 24 Con él estarán Mi fidelidad y Mi misericordia, Y en Mi nombre será exaltado su poder. 25 Pondré también su mano sobre el mar Y su diestra sobre los ríos. 26 Él clamará a Mí: “Mi Padre eres Tú, Mi Dios y la roca de mi salvación”. 27 Yo también lo haré Mi primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra. 28 Para siempre conservaré Mi misericordia hacia él, Y Mi pacto le será confirmado. 29 Así estableceré su descendencia para siempre Y su trono como los días de los cielos.

30 »Si sus hijos abandonan Mi ley Y no andan en Mis juicios, 31 Si violan Mis estatutos Y no guardan Mis mandamientos, 32 Entonces castigaré con vara su transgresión Y con azotes su iniquidad. 33 Pero no quitaré de él Mi misericordia, Ni obraré falsamente en Mi fidelidad. 34 No quebrantaré Mi pacto, Ni cambiaré la palabra de Mis labios. 35 Una vez he jurado por Mi santidad; No mentiré a David. 36 Su descendencia será para siempre, Y su trono como el sol delante de Mí. 37 Será establecido para siempre como la luna, Fiel testigo en el cielo». (Selah)

38 Pero Tú lo has rechazado y desechado, Contra Tu ungido te has enfurecido. 39 Has despreciado el pacto de Tu siervo; Has profanado su corona echándola por tierra. 40 Has derribado todos sus muros; Has convertido en ruinas sus fortalezas. 41 Todos los que pasan por el camino lo saquean; Ha venido a ser una afrenta para sus vecinos. 42 Tú has exaltado la diestra de sus adversarios; Has hecho que se regocijen todos sus enemigos. 43 Has retirado también el filo de su espada, Y no le has hecho estar firme en la batalla. 44 Has hecho cesar su esplendor, Y has echado por tierra su trono. 45 Has acortado los días de su juventud; Lo has cubierto de ignominia. (Selah)

46 ¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá como el fuego Tu furor? 47 Recuerda cuán breve es mi vida; ¡Con qué propósito vano has creado a todos los hijos de los hombres! 48 ¿Qué hombre podrá vivir y no ver la muerte? ¿Podrá librar su alma del poder del Seol? (Selah)

49 ¿Dónde están, Señor, Tus misericordias de antes, Que en Tu fidelidad juraste a David? 50 Recuerda, Señor, el oprobio de Tus siervos; Cómo llevo dentro de mí el oprobio de muchos pueblos, 51 Con el cual Tus enemigos, oh SEÑOR, han injuriado, Con el cual han injuriado los pasos de Tu ungido.

52 ¡Bendito sea el SEÑOR para siempre! Amén y amén.

   

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