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1.     ¿Qué podrías hacer este año para incrementar tu deleite en Dios?

2.     ¿Qué cosa humanamente imposible le pedirás a Dios este año?

3.     ¿Cuál es la cosa más importante que tú pudieras hacer para mejorar la calidad de tu vida familiar este año?

4.     ¿En cuál disciplina espiritual quieres avanzar este año, y qué vas a hacer al respecto?

5.     ¿Qué es lo que más te hacer perder el tiempo en tu vida, y qué harás al respecto este año

6.     ¿Cuál es la forma más provechosa en que tú pudieras reforzar tu iglesia?

7.     ¿Por la salvación de quién orarás más fervientemente este año?

8.     ¿Cuál es la forma más importante en que, por la gracia de Dios, tratarás de hacer que este año sea diferente al año pasado?

9.     ¿Cuál es la cosa más importante que tú pudieras hacer para mejorar tu vida de oración este año?

10.          ¿Cuál es esa cosa que planeas hacer este año y que seguirá siendo lo más importante en diez años o en la eternidad?

“El valor de muchas de estas preguntas no está en su profundidad, sino en el simple hecho de que ponen en foco ciertos asuntos y compromisos. Por ejemplo, el sólo hecho de articular a qué persona tú quieres animar más este año muy probablemente te será de más ayuda para acordarte de animar a esa persona que si no hubieras considerado la pregunta”.

© Por Sugel Michelén. Todo Pensamiento Cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

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