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A raíz de los artículos que he estado posteando acerca de los dones espirituales, algunos me han preguntado cómo pueden saber cuál es su don. Voy a responder esta pregunta con cuatro palabras clave; dos comienzan con “i” y dos con “c”: Interés, capacidad, involucración y confirmación.

¿Quieres saber cuáles son tus dones? Lo primero que debes tener es interés por ser útil en la iglesia de Dios.

Descubrir cuál es nuestro don no debe ser un fin en sí mismo. El punto no es querer conocer cuáles son nuestras capacidades; lo que en verdad debemos desear es ser útiles en la iglesia de Cristo, conforme a la voluntad de Dios. El conocimiento de nuestro don es simplemente un medio para lograr ese fin.

“Señor, yo quiero saber dónde tu me quieres usar en tu iglesia. No importa si se trata de algo notorio de lo que todo el mundo se dará cuenta, o si se trata de algo aparentemente insignificante que nunca nadie verá. Mi interés es servirte a Ti sirviéndole a tu pueblo”. Si ese es tu interés, es muy probable que Dios guíe tus pasos en Su providencia para que ocupes el lugar que te corresponde.

Pero aparte de tu interés, debes evaluar también cuáles son tus capacidades, pidiendo al Señor en oración que te ayude a ser lo más objetivo y honesto posible. Pablo dice en Rom. 12:3, hablando precisamente en el contexto del uso de los dones:

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.

Cuídate de no hacer una evaluación desacertada de tus dones y habilidades, pensando que eres más de lo que realmente eres. Y conforme a esa evaluación, entonces involúcrate en aquello que se necesita y que creas apropiado conforme a la medida de tu don.

Y aquí entró en juego la tercera palabra clave que mencionamos hace un momento. El mejor contexto para descubrir cuáles son nuestros dones es el de nuestra involucración.

Si nos quedamos rezagados, viendo las necesidades pasar frente a nuestros ojos y no nos involucramos en nada, nunca llegaremos a conocer cuáles son nuestros dones o cuáles son las áreas en las que podríamos ser más útiles dentro del pueblo de Dios.

Involúcrate en aquello en lo que crees que puedes involucrarte. Y en la medida en que lo hagas, mantente alerta para ver de qué manera Dios está bendiciendo tus esfuerzos. Pero sobre todas las cosas, mantén tus oídos abiertos a la evaluación de otros creyentes. Y eso nos lleva de la mano a nuestra cuarta palabra clave: confirmación.

Jerry Bridges dice al respecto: “Quizá el criterio más importante para evaluar su don sea la confirmación de otros cristianos. El ejercitar su don espiritual debe dar como resultado un servicio y una bendición para otros. Ellos saben si usted les ha ministrado. Si lo ha hecho, se lo harán saber, ya sea con palabras de agradecimiento y aliento o por medio de una petición de que les ministre otra vez”.

Y no tienes que esperar que esa confirmación venta a ti. Acércate a algún hermano de la iglesia que sea maduro y que te conozca bien y pídele su opinión sincera y honesta. “Mi hermano, mi hermana, a la luz del conocimiento que tienes de mis fortalezas y debilidades, ¿en qué cosas tú crees que puedo ser útil en mi servicio en esta iglesia local?”

He ahí, entonces, cuatro palabras clave para que puedas llegar a conocer tus dones y el lugar en el que Dios quiere que le sirvas en Su iglesia: Interés, capacidad, involucración y confirmación.

© Por Sugel Michelén. Todo Pensamiento Cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

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