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theface

  1. Desde el momento que nací, soy pecador (Salmo 51:5).
  2. Mis primeras palabras salieron de labios pecadores (Isaías 6:5), y estaban llenas de veneno (Romanos 3:13).
  3. Mientras crecía, la necedad estaba ligada a mi corazón (Proverbios 22:15). Yo buscaba hacer lo que fuera correcto a mis propios ojos (Proverbios 16:2).
  4. Dios me conocía desde antes de nacer (Romanos 8:29), y había contado todos mis cabellos (Mateo 10:30).
  5. Mientras andaba yo en mis propios caminos de muerte (Efesios 2:1-4), el Señor me encontró de frente y me transformó por completo (2 Corintios 4:6), de adentro hacia afuera (Ezequiel 36:26-28).
  6. Estaba sin esperanza, sin Dios en el mundo (Efesios 2:12), y Él me adoptó (Romanos 8:15-17) y me hizo parte de Su familia (Efesios 2:19).
  7. Dios me ama con un amor eterno (Jeremías 31:3), y me mira con el mismo amor que ve a Su Hijo perfecto, pues yo estoy en Cristo (Colosenses 3:3).
  8. Mi único propósito en la vida es apuntar a Él (1 Pedro 2:9), colaborar en que otros lo conozcan, glorificarlo en todo lo que hago (1 Corintios 10:31).
  9. Aunque no soy todo lo que debo ser, no soy lo que antes fui (Filipenses 3:12-13): soy hoy mejor que ayer, y así será mañana (2 Corintios 3:18).
  10. Voy a vivir para siempre (Apocalipsis 21:4). La muerte de mi cuerpo no es más que la entrada a la presencia de Dios, quien me dará un cuerpo que no morirá (1 Juan 3:2).

Hay muchas otras cosas que debes saber, y lo mejor de todo es que ninguna de ellas se trata de mí. ¿Qué cosas debo saber de ti?

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