Estás hoy conmigo cuando siento las omnipresentes tristezas.
Ya estás en el día de mañana, cuando me des sonrisas.
Estás aquí con mi pesada angustia.
Estás en el día que me darás alivio.
Estás cerca cuando lloro, y también ya estás cuando sea consolado.
Estás conmigo hoy que soy un monumento a la debilidad.
Ya estás en el mañana cuando me hagas fuerte;
estás en el hoy y en el mañana al mismo tiempo.
Hoy conmigo y mañana donde estaré.
Eso es lo misterioso y extraordinario.
Compadeciéndote hoy por mi pobreza,
y aguardándome en el mañana cuando me hagas reír.
Sean firmes y valientes, no teman ni se aterroricen ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará (Dt 31:6).
El SEÑOR irá delante de ti; Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes (Dt 31:8).
Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, / Y salva a los abatidos de espíritu (Sal 34:18).
¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? / El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra / No se fatiga ni se cansa. / Su entendimiento es inescrutable. / Él da fuerzas al fatigado, / Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor (Is 40:28-29).