×

En tiempos cuando un sector del cristianismo se ha conformado con un entendimiento superficial del evangelio y algunos van al extremo de menospreciar el estudio de las doctrinas bíblicas, creo que una consideración al propósito, al tema y al contexto del libro de Gálatas traerá mucha luz al respecto y serán de gran provecho para la iglesia.

La epístola a los Gálatas es quizá una de las más importantes en el argumento que el apóstol Pablo presenta sobre la salvación provista por Dios. En líneas generales, el tema que el libro desarrolla es la doctrina de la justificación por la fe sin las obras de la ley. En otras palabras, que Dios justifica al pecador solamente por gracia por medio de la fe sin considerar sus obras (Gálatas 2:16).

Se puede establecer que en el libro de Romanos el apóstol Pablo enseña la doctrina de la justificación y en el libro de Gálatas el apóstol la defiende.

Las iglesias de Galacia estaban siendo visitadas por algunos judíos que predicaban que la circuncisión y el guardar la ley eran requisitos indispensables para la salvación. Esto, como ya hemos dicho, era contrario a la justificación que Dios ofrece gratuitamente por la sola fe en Cristo (Romanos 3:21-23).

Algunos de los peligros de pensar que la salvación requiere de obras son estos:

  1. Las personas anhelarán reconocimiento y gloria de su salvación.
  2. Algunos sentirán una permanente condenación y cargo de conciencia cuando fallen.
  3. Otros desarrollarán un sentido de superioridad por las obras obtenidas.

Ahora bien, la epístola a los Gálatas no sólo es importante por el contenido, sino también, por qué ella misma es una prueba irrefutable de la importancia que tienen las doctrinas para Pablo. Es decir, el apóstol le asigna gran prominencia a la enseñanza y a la defensa de las verdades del Evangelio y por eso Gálatas también nos demuestra que para Pablo, la doctrina es importante.

Las doctrinas no son solo formulaciones teológicas para los eruditos ni tampoco son un conjunto de información religiosa para el intelecto.  Todo lo contrario, las doctrinas son enseñanzas que se constituyen en verdades que gobiernan nuestra forma de pensar, nuestras actitudes y conducta en general. Ellas nos revelan lo que Dios ha hecho por el hombre, los beneficios de la cruz, lo que somos en Cristo y también nos dan las pautas para vivir en conformidad a la nueva naturaleza.

Entender las doctrinas correctamente, es necesario para vivir correctamente. Y es precisamente por esto, que el apóstol escribió la epístola a los Gálatas, resistiendo la enseñanza de los judaizantes y defendiendo la verdad del evangelio. Ceder y callar ante este error hubiera significado terribles consecuencias para la vida práctica de los creyentes en Galacia.

La carta a los Gálatas es un extraordinario tratado doctrinal. Una exposición detallada de un gran beneficio que Dios concede a los pecadores. Una magistral defensa de la justificación por la fe y una de las epístolas preferidas del gran reformador Martín Lutero.

Gálatas nos recuerda que todas las verdades del evangelio deben ser enseñadas, comprendidas y creídas correctamente para luego vivir en conformidad a ellas. Las doctrinas bíblicas deben informar las mentes y alentar los corazones. La palabra de Dios debe moldear nuestras convicciones y gobernar nuestra vida.

La carta a los Gálatas nos recuerda algo muy importante: La sana doctrina es necesaria para vivir correctamente la vida cristiana.

CARGAR MÁS
Cargando