¿Alguna vez has compartido el evangelio con alguien y te has dado cuenta de que simplemente no había una conexión?
Confiamos en que la Palabra de Dios tiene el poder para salvar (Stg 1:21) y que la respuesta de una persona al evangelio está basada en la obra del Espíritu Santo (1 Jn 2:20-27). Sin embargo, aunque sabemos que solo el Espíritu cambia los corazones, podemos procurar que nuestra presentación del evangelio sea capaz de captar la atención y el entendimiento del oyente, hasta donde dependa de nosotros. Por consiguiente, nuestra forma de compartir las buenas nuevas de Jesús puede influir significativamente en cómo se reciben, especialmente en el panorama cultural poscristiano actual.
Aunque no existe un enfoque único que funcione siempre, quiero recomendar un marco que presenta dos poderosas vías evangelísticas —el Camino de Romanos y el Camino de Efesios— y demostrar cómo esta combinación puede funcionar para crear una presentación del evangelio más completa y convincente.
El Camino de Romanos ha guiado a innumerables personas a la salvación a través de su clara explicación del pecado, el juicio y la redención. Su enfoque directo ha demostrado ser eficaz durante generaciones. Sin embargo, hoy en día muchas personas buscan algo más que la salvación personal; anhelan encontrar un significado, una identidad y un propósito en un mundo fragmentado.
Aquí es donde entra en juego el enfoque del Camino de Efesios. Desarrollado por el columnista de The Gospel Coalition, Trevin Wax, el Camino de Efesios se basa en los sólidos cimientos de la salvación personal al expandir nuestra visión para que veamos la salvación dentro del gran plan cósmico de Dios. El enfoque de Wax aborda cuestiones contemporáneas sobre la identidad, la comunidad y la justicia, al mismo tiempo que mantiene las verdades bíblicas de la gracia y la redención.
No se trata tanto de que Dios tenga un plan maravilloso para tu vida, sino de que Dios tiene un plan maravilloso y te invita a formar parte de él
Al combinar cuidadosamente estos dos enfoques, podemos presentar un evangelio que a la vez salva a las personas y las invita a formar parte de la historia de renovación cósmica de Dios. Este marco híbrido ofrece una guía práctica para compartir este evangelio integral de manera que resuene profundamente en los oyentes modernos, mientras permanece firmemente arraigado en la verdad bíblica.
Lo que sigue es una hoja de ruta para la evangelización que honra las dimensiones personales y cósmicas del evangelio: una presentación que habla a la mente y al corazón, al individuo y a la comunidad, a la salvación presente y a la esperanza futura.
Los “dos caminos” evangelísticos
Para entender el enfoque de los “dos caminos”, debemos saber cuáles son cada uno de los “caminos” individuales.
El clásico Camino de Romanos
Veamos primero el Camino de Romanos, un enfoque supuestamente inventado por Jack Hyles alrededor de 1970. Consta de cuatro pasos y se basa en cuatro versículos de la epístola de Pablo a los Romanos.
 Este esquema de cuatro pasos ha acercado a millones de personas al evangelio. Sin embargo, al basarse en unos pocos versículos sacados de contexto, puede reducir el amplio argumento de Pablo a una transacción centrada en el yo: «Yo pequé; Jesús pagó; yo decido». Este enfoque subestima las dimensiones corporativas, cósmicas y relacionadas con el reino en la Biblia.
Este esquema de cuatro pasos ha acercado a millones de personas al evangelio. Sin embargo, al basarse en unos pocos versículos sacados de contexto, puede reducir el amplio argumento de Pablo a una transacción centrada en el yo: «Yo pequé; Jesús pagó; yo decido». Este enfoque subestima las dimensiones corporativas, cósmicas y relacionadas con el reino en la Biblia.
El Camino de Efesios de Trevin Wax
En su libro Holy Subversion [Subversión santa], Wax señala que, si bien el enfoque del Camino de Romanos puede ser útil (él mismo lo ha utilizado), tiene carencias en ciertas áreas.
La deficiencia del Camino de Romanos no está en los versículos de las Escrituras, sino en la desaparición del marco en el que estos versículos tienen sentido. Cuando las personas que nos rodean ya no se aferran a un marco bíblico desde el cual comprender estas verdades, el Camino de Romanos se convierte en una serie de proposiciones improvisadas y desconectadas de la historia de las Escrituras.
El Camino de Efesios es como mirar a través de una gran ventana panorámica que muestra todo el paisaje del plan de Dios
Como señala Wax, «la presentación da por sentado que las personas saben quién es Dios, qué exige Dios, quiénes somos nosotros, cuál es nuestro problema y cómo ha actuado Dios a lo largo de la historia para producir la restauración».
En su libro, Wax sugiere, en cambio, guiar a las personas a través de los primeros capítulos de Efesios:
 Este enfoque vuelve a centrar el evangelio en la victoria de Cristo y la participación de la iglesia en la misión renovadora de Dios, en lugar de centrarse únicamente en la seguridad personal después de la muerte.
Este enfoque vuelve a centrar el evangelio en la victoria de Cristo y la participación de la iglesia en la misión renovadora de Dios, en lugar de centrarse únicamente en la seguridad personal después de la muerte.
Por qué el Camino de Efesios resuena en la actualidad
El Camino de Efesios tiene más probabilidades de conectarse con los oyentes modernos:
 Piensa en el Camino de Romanos como un camino recto hacia la salvación. Es directo y claro acerca de nuestra necesidad de perdón y te muestra cómo ser salvo del pecado a través de la obra de Jesús.
Piensa en el Camino de Romanos como un camino recto hacia la salvación. Es directo y claro acerca de nuestra necesidad de perdón y te muestra cómo ser salvo del pecado a través de la obra de Jesús.
El Camino de Efesios es más como mirar a través de una gran ventana panorámica que muestra todo el paisaje del plan de Dios. Todavía enseña que Jesús murió para salvarnos de nuestros pecados, pero coloca esta verdad en un contexto más amplio, que incluye el plan más grande de Dios para todo el universo, nuestra pertenencia a la familia de Dios (no solo ser salvos como individuos) y nuestro propósito de participar en la obra de Dios en el mundo.
Esta imagen más amplia tiene un gran impacto en las personas de hoy en día que se sienten desconectadas y quieren pertenecer a algún lugar. Muchas personas más jóvenes también se preocupan profundamente por hacer del mundo un lugar mejor y más justo, y tienen un gran interés por historias significativas que expliquen la vida, en lugar de simplemente encontrar un boleto para entrar en el cielo.
El evangelio holístico que compartimos no se trata solo de llevar a las personas al cielo
Aunque ambos enfoques enseñan el mismo evangelio, el Camino de Efesios ayuda a las personas a ver cómo la salvación se conecta con las grandes preguntas de «¿Quién soy?», «¿Por qué estoy aquí?» y «¿Cómo puedo hacer la diferencia?».
Como dice Wax, «No se trata tanto de que Dios tenga un plan maravilloso para tu vida, sino de que Dios tiene un plan maravilloso y te invita a formar parte de él».
Combina el Camino de Romanos con el Camino de Efesios
Ambos enfoques pueden ser beneficiosos para presentar el evangelio. Pero pueden ser aún más poderosos cuando se combinan, con el Camino de Efesios proveyendo el significado y el contexto más amplio, y el Camino de Romanos proveyendo el camino claro hacia la salvación personal. Así es como se complementan entre sí.
- Comienza con el gran diseño de Dios (Efesios): Comparte cómo Dios tenía un hermoso plan desde antes de la creación: reunir todo lo que hay en el cielo y en la tierra bajo Cristo (Ef 1:9-10). Explica que fuimos elegidos y amados antes de que comenzara el tiempo, diseñados para tener una relación con Dios y reflejar Su gloria en la creación. Explica también cómo este plan se llevó a cabo a través del pacto específico de Dios con Abraham y sus descendientes, prometiendo que a través de esta familia elegida todas las naciones serían bendecidas, una promesa que se cumplió en Cristo.
- Explica el problema universal (Romanos): Ayuda a las personas a comprender que toda la humanidad ha rechazado el diseño de Dios (Ro 3:23), lo que ha resultado en relaciones rotas, sufrimiento y separación de Dios. La consecuencia de esta rebelión es la muerte espiritual (6:23) y la separación eterna de nuestro Creador.
- Revela la solución completa de Cristo (ambos): Muestra cómo la muerte de Jesús pagó el precio por nuestro pecado (Ro 5:8) y, al mismo tiempo, cumplió el propósito cósmico de Dios de restaurar toda la creación (Ef 1:7-10). Su sacrificio aborda tanto nuestra culpa personal como todo el sistema mundial quebrantado. A través de la cruz, Jesús nos reconcilia con Dios y comienza a sanar todas las divisiones en la humanidad.
- Invita a una respuesta personal (Romanos): Invita a las personas a responder a este regalo al creer en su corazón y confesar con su boca que Jesús es el Señor (Ro 10:9–10). Enfatiza que la salvación viene a través de la fe. Explica claramente que nuestra salvación depende de la obra de Cristo y no de que ganemos el favor de Dios a través de buenas obras.
- Celebra nuestra nueva identidad (Efesios): Describe la transformación que se produce cuando alguien confía en Cristo. Somos vivificados con Él (Ef 2:4-5), adoptados en la familia de Dios (1:5) y hechos parte de una nueva humanidad que trasciende las divisiones raciales, sociales y culturales (2:14-16). Pasamos de ser huérfanos espirituales a hijos amados.
- Abraza nuestro propósito en el Reino (Efesios): Muestra cómo la salvación no solo cambia nuestro destino después de la muerte, sino que nos da un propósito ahora. Somos creados en Cristo para buenas obras (2:10) y llamados a participar en la misión de reconciliación de Dios como Sus embajadores. Nuestras vidas se convierten en parte de la gran historia del reino de Dios que trae sanidad a la creación.
Este enfoque combinado aborda tanto la necesidad individual de salvación como las preguntas más profundas sobre la identidad, la pertenencia y el propósito que resuenan en los buscadores contemporáneos.
El poder de un evangelio holístico
El marco de los dos caminos puede ayudarnos a expresar el mensaje bíblico de manera más completa. Al combinar el enfoque de la salvación personal del camino de Romanos con la visión cósmica del camino de Efesios, ofrecemos a los no creyentes rescate y propósito, perdón y pertenencia.
Al combinar la salvación personal del camino de Romanos con la visión cósmica del camino de Efesios, ofrecemos rescate y propósito, perdón y pertenencia
En nuestra cultura fragmentada, donde las personas luchan con cuestiones de identidad y significado, este enfoque integrado se dirige tanto a la mente como al corazón. Se dirige a la culpa individual, al mismo tiempo que pinta el gran panorama del reino de Dios que viene a la tierra. Ofrece paz inmediata con Dios, al mismo tiempo que invita a las personas a la aventura de participar en Su obra continua.
El evangelio holístico que compartimos a través de este enfoque combinado no se trata solo de llevar a las personas al cielo. Se trata de invitarlas a la mayor historia jamás contada, donde sus vidas pueden encontrar el mayor significado como parte del plan de Dios de restaurar todas las cosas en Cristo.
Apéndice: Ejemplo de una presentación del evangelio
Es difícil crear un ejemplo de cómo combinar estos dos marcos, ya que la evangelización tiende a funcionar mejor como diálogo que como monólogo. Aun así, podría ser útil mostrar cómo podría verse una combinación.
Esta pretende ser una presentación del evangelio para alguien que no está familiarizado con la Biblia (puesto que no sabrá qué son «Romanos» y «Efesios», podemos sustituirlos por «la Biblia dice» cuando nos refiramos a versículos concretos):
¿Puedo compartir algo que ha cambiado mi vida y mi forma de ver el mundo? Este es el núcleo de mi sistema de creencias, lo que los cristianos entendemos cuando hablamos del «evangelio» o buenas nuevas. También creo que lo que dice la Biblia sobre Dios es verdadero, así que voy a compartir algo de lo que dice sobre la vida y nuestro mundo.
Antes de que cualquier cosa existiera, Dios tenía un hermoso plan. Él creó todo, incluyéndonos a ti y a mí, con un propósito y con amor. Su intención era que toda la creación floreciera en relación con Él y unos con otros. Dios eligió a un pueblo específico, Israel, a través del cual llevaría a cabo este plan. Él prometió a Abraham que, a través de su familia, todas las familias de la tierra serían bendecidas. La historia de la Biblia es, en gran parte, la historia de cómo Dios cumplió estas promesas. Como nos dice la Biblia [en Ef 1:10], el plan supremo de Dios es reunir todo lo que hay en el cielo y en la tierra bajo Cristo.
Sin embargo, es obvio que algo anda mal en nuestro mundo. Como hijos de Adán, todos nos hemos alejado del diseño de Dios. Todos elegimos vivir como queremos, en lugar de como Dios quiere que vivamos. La Biblia también nos dice [Ro 3:23] que «todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios». No se trata solo de romper las reglas, sino de una relación rota con nuestro Creador. Esto es lo que los cristianos queremos decir cuando usamos la palabra «pecado». Y la Biblia añade [Ro 6:23] que la consecuencia natural del pecado es la muerte. No solo la muerte física, sino también la muerte espiritual. La muerte espiritual es una separación eterna del Dios que da vida.
Pero aquí está la buena noticia: Dios no abandonó Su plan. Mientras aún vivíamos en rebelión, «Cristo murió por nosotros» [Ro 5:8]. Esto significa que Jesús tomó el castigo que nosotros merecíamos y tendió un puente sobre la brecha que nos separaba de Dios. De eso se trata la cruz, el lugar del sacrificio de Jesús. Cuando Jesús murió en la cruz, murió en nuestro lugar y pagó el precio que nosotros no podíamos pagar para que pudiéramos reconciliarnos con Dios Padre. Jesús hizo esto para salvar a todos los que ponen su fe en Él. Pero también murió para restaurar todo el plan de Dios para la creación.
Esto es lo que los cristianos llamamos salvación. Jesús nos salvó pagando el precio por nosotros y luego dándonos el beneficio de forma gratuita. No podemos ganarnos la salvación ni agregar algo para recibirla. La salvación es un regalo gratuito. Pero es un regalo que requiere una respuesta. Debemos aceptar el regalo.
La Biblia [Ro 10:9-10] explica cómo hacerlo: «Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo». No se trata de ser lo suficientemente buenos para ganarnos el amor de Dios o nuestra salvación. Se trata de aceptar lo que Jesús ya ha hecho a nuestro favor.
Como gentiles, cuando confiamos en Jesús, somos adoptados en la familia del pacto de Dios, la misma familia que prometió a Abraham. Nos convertimos en parte de Su historia y herederos de las promesas de Dios a Su pueblo elegido en el Antiguo Testamento. Cuando pones tu confianza en Jesús, sucede algo extraordinario. Según la Biblia [Ef 2], Dios te da «vida juntamente con Cristo» y te adopta en Su familia. Ya no te define tu pasado. Ahora te define tu nueva identidad como hijo amado de Dios.
Y con esa identidad viene un nuevo propósito y misión. La Biblia dice [Ef 2:10, NVI] que somos «creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica». Tú estás invitado a participar en la obra continua de Dios de sanar y renovar este mundo. Te conviertes en parte de una nueva comunidad que trasciende todas las divisiones —políticas, étnicas, ideológicas— y que demuestra el amor de Dios a un mundo quebrantado.
Así que no se trata solo de llegar al cielo algún día, aunque eso también lo incluye. Se trata de unirte a la obra del reino de Dios ahora mismo, encontrar tu verdadera identidad y participar en la reconciliación de todas las cosas en Jesús.
¿Qué te impide comenzar hoy esta nueva vida con Dios? Estaré encantado de orar contigo o responder a cualquier pregunta que tengas sobre seguir a Jesús.
Este enfoque combinado mantiene la claridad del Camino de Romanos al tiempo que lo integra en la narrativa más amplia y convincente del Camino de Efesios. Habla tanto de la salvación personal como del propósito cósmico, abordando las cuestiones intelectuales y existenciales de nuestro tiempo mientras permanece fiel al evangelio bíblico.
 
			 
											 
											 
											 
											 
											 
				 
				 
				 
				 
				 
				