×

¿Qué es la oración?

La oración es derramar nuestros corazones a Dios en alabanza, petición, confesión de pecado y agradecimiento.

La oración es derramar nuestros corazones a Dios.

Respuesta para Niños

Versículo bíblico

Salmo 62:8

Confía siempre en Él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante Él.¡Dios es nuestro refugio!

Devocional

JOHN PIPER

La única forma de andar en el Espíritu es por medio de la oración. Es la única manera de caminar por fe. En otras palabras, la oración es el aliento diario de la vida cristiana. Es un estilo de vida.

Permíteme ilustrar esto con cuatro elementos del catecismo: confesión, petición, alabanza y agradecimiento. Te invito a que en cada ocasión donde sientas que necesitas ayuda, enfrentes ese momento orando y utilizando estos cuatro elementos.

Supongamos que tengo que hablar frente a un grupo y estoy nervioso (puedes elegir cualquier situación que te sea difícil). A medida que se acerca el momento, me pregunto: “¿Seré capaz de hacer esto? ¿Recordaré lo que tengo que decir? ¿Quedaré como un tonto?”. Y en ese momento confieso mi necesidad a Dios y le digo: “Señor, soy un pecador. No merezco tu ayuda, pero la necesito. No puedo hacer nada sin Ti”. Ese es el paso de confesión en la oración.

Después convierto mi confesión en petición. “Señor, por favor ayúdame. Necesito una buena memoria. Necesito buena articulación. Necesito la actitud adecuada. Necesito humildad. Necesito poder mirar a las personas a los ojos. Necesito todas estas cosas. Quiero ser de ayuda a mis oyentes. Pero estas cosas no están en mí. Ayúdame”. Ese es el paso de petición en la oración. Un clamor por ayuda.

Y después tengo que pensar en algún atributo de Dios que me lleve a alabarle y a confiar en Él. Por ejemplo, Dios dice: “Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con Mi diestra victoriosa” (Is. 41:10, NVI). Yo me aferro a esa promesa, a ese poder, ese amor y esa misericordia; confío en Él y lo alabo. “Tú, Señor, puedes ayudarme. Confío en que me ayudarás. Te alabo por ser la clase de Dios que está dispuesto, y es capaz, de ayudarme”. Ese es el paso de confianza y alabanza en la oración.

Luego predico, confiando en Él. Y cuando termino, sin importar qué suceda, le doy las gracias. Debido a que confié en que Él me ayudaría, creo que utilizará mi esfuerzo independientemente de cuán bien yo crea que me haya ido. “¡Gracias, Señor!”. Ese es el paso del agradecimiento en la oración.

Ahí están—cuatro palabras claves del catecismo:

Primero, confiesa continuamente tu necesidad al Señor. “Te necesito”.
Segundo, pide, clama por ayuda. “¡Ayúdame!”.
Tercero, aférrate a las promesas de Dios con confianza y alabanza por Su capacidad para cumplirlas.
Y después, cuando te ayude, ve y dile: “Gracias”.
Ese es el ritmo de la vida cristiana, el aire para el cristiano.

Oración

Nuestro gran Refugio, gracias por llamarnos a la oración. No eres un Dios lejano; estás cerca y nos escuchas cuando te oramos. Ayúdanos a derramar nuestros corazones continuamente delante de Ti. Ayúdanos a orar sin cesar, viniendo tal como somos ante Tu trono de gracia. Amén.