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Los recientes hechos violentos en Líbano han sacudido al mundo. El jueves pasado, seis personas fueron asesinadas y decenas resultaron heridas durante un tiroteo en medio de una protesta en Beirut.

La manifestación, convocada por el grupo terrorista Hezbolá, pedía la destitución de un juez que dirigía una investigación sobre explosión del puerto de Beirut en agosto del año pasado y buscaba vincular a ella a diversos legisladores y exministros.

Este evento representa la peor ola de violencia que la capital libanesa ha tenido en los últimos 10 años. No debemos pasar por alto estos eventos porque afecta a los cristianos libaneses, a Israel y a la paz de la región. Pensando en eso, a continuación tienes las respuestas breves que nos compartió J. Darren Duke, miembro e investigador en Philos Project, sobre las preguntas más básicas acerca de estos eventos recientes.

Darren Duke sirvió durante 30 años como oficial del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, sirviendo en asignaciones militares y diplomáticas en el Cercano Oriente, África y el Lejano Oriente. Ha participado en el equipo negociador del sector de seguridad de la Hoja de Ruta de los Estados Unidos para la Paz (2008-2009) y su trabajo actual se centra en el fortalecimiento de la identidad de las comunidades cristianas del Cercano Oriente y la profundización de la conciencia cristiana occidental en los problemas del Cercano Oriente.


¿De dónde vino esta violencia?

El martes 12 de octubre, durante una manifestación en el centro de Beirut, capital del Líbano, un francotirador desconocido disparó contra una multitud de manifestantes en un barrio mayormente cristiano, atacando a los manifestantes y matando e hiriendo a varios de ellos. Los manifestantes eran mayormente musulmanes chiitas de los partidos políticos AMAL, vinculados al Hezbolá.

Al día siguiente, Hezbolá y sus aliados regresaron a este barrio para llevar a cabo ataques de represalia. Se produjeron tiroteos entre ambas partes, se perdieron más vidas y se dañaron más propiedades; lo que es más importante, el tejido de la sociedad libanesa se dañó aún más.

¿Hacia dónde se dirige esto? 

¿Es el Líbano que regresa a una guerra civil como en 1975? Bueno, esperamos que no, pero nadie lo sabe realmente. Los ánimos están muy caldeados y las tensiones son altas en todas las partes. Es fundamental prestar mucha atención en este momento a lo que hará el ejército libanés: dar un paso adelante y, en lugar de las milicias, establecer la seguridad en orden y que los líderes políticos libaneses se unan para resolver sus diferencias de forma pacífica.

¿Por qué es importante este proceso? 

En primer lugar, el Líbano es el único estado en el Medio Oriente que se estableció específicamente para proporcionar la plena igualdad civil y religiosa de sus ciudadanos cristianos con sus vecinos musulmanes. Si el proyecto que es el Líbano fracasa, entonces la libertad religiosa en toda la región dará un gran paso atrás. 

En segundo lugar, el caos del Líbano tiende a desbordar sus fronteras, específicamente hacia el sur, hacia su vecino Israel, ya que Irán Hezbolá, que lo respalda, busca consolidar sus posiciones para establecer ese lugar para nuevos ataques contra Israel en el futuro. Eso no es bueno. 

¿Cuál es nuestra esperanza y oración?

Nuestra esperanza inmediata es ver realizada la visión original para el Líbano. Un Estado donde un gobierno es elegido por su gente para representar sus intereses y trabajar por su bien. Un lugar donde las antiguas comunidades cristianas, que han estado allí desde principios de la historia de la iglesia, puedan vivir en paz y con plena libertad religiosa y civil junto a sus vecinos musulmanes.

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