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¿Qué es lo que Jesús le quiere decir a la iglesia en el occidente? ¿A la iglesia en norteamérica? ¿A la iglesia en el sur, o en Nueva Inglaterra, o en la región central? ¿Qué es lo que Jesús le quiere decir a tu iglesia?

Eso depende: ¿Cómo es tu iglesia? ¿En dónde es fuerte? ¿En dónde es débil? Vivimos en un país grande, con cientos de miles de iglesias. Si piensas que el problema es que son muy legalistas, estarías en lo correcto. Si piensas que el problema es la gracia barata, estarías en lo correcto también. Jesús no diría solo una cosa a la iglesia en este país —mucho menos en el occidente o en el mundo— porque la iglesia de este país es difusa y diversa.

Si Jesús tuvo siete cartas diferentes para las iglesias en Asia Menor, imagino que tendría más de una cosa que decir a las iglesias en norteamérica.

Éfeso era la iglesia apática y sin amor. Eran ortodoxos, morales, y muy trabajadores.  Pero no estaban preocupados por los perdidos y puede que no hayan estado muy preocupados el uno por el otro. Eran doctrinalmente correctos, profundos. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Amen”.

Esmirna era la iglesia perseguida, la de la ventana 10-40. Ellos eran afligidos, difamados, y empobrecidos. Pero eran espiritualmente ricos. Eran enérgicos, pero temerosos. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Sean fieles”.

Pérgamo era la iglesia sin fundamentos, juvenil. Eran testigos fieles y apasionados. Pero se habían envuelto con el mundo y acomodado a su cultura sexual inmoral e idólatra. Eran misioneros, pero sin rumbo. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Disciernan”.

Tiatira era la iglesia afectuosa y liberal. Eran fuertes en compasión, servicio y perseverancia. Pero no valoraban la fidelidad doctrinal y la pureza moral. Eran amorosos, pero muy tolerantes. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Piensen”.

Sardis era la megaiglesia ostentosa y exitosa, pero superficial. Eran como nuestras iglesias más concurridas llenas con cristianos nominales. Tenían gran reputación. Pero en realidad estaban espiritualmente muertos. Eran la iglesia de las tumbas blanqueadas. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Despierten”.

Filadelfia era la iglesia pequeña, y urbana. Se sentían débiles y poco impresionantes. Pero habían guardado la palabra de Dios y no habían negado su nombre. Eran una iglesia fuerte y luchadora.  A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Sigan adelante”.

Laodicea era la iglesia influyente, lujosa, y bien ubicada. Pensaban que lo tenían todo. Pero estaban tan pobres espiritualmente como ricos materialmente. La iglesia estaba llena de opulencia y apatía. A ellos y a nosotros, Jesús dice: “Sean fervorosos”.

Todos tendemos a ver ciertos errores más claramente que otros. No hay nada de malo con eso, mientras veamos nuestros propios peligros de forma más clara y no presumamos que cada iglesia tiene los mismos problemas. Debemos prestar atención a todo el consejo de Dios. Debemos estudiarlo todo y predicar con base en ello, no solo los temas que nos agradan. Dios tiene una palabra para todos nosotros, si estamos dispuestos a buscar lo suficiente y a escuchar.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Harold Bayona
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