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Nota del editor: 

El pastor John Piper recibe preguntas de algunos de sus oyentes de su programa Ask Pastor John. A continuación está su respuesta a una de esas preguntas.

Teorías cristianas de conspiración. Este es el tema de hoy. Necesitamos abordarlas, como escuchamos de Lindsay, una oyente que trae la pregunta de hoy. “Hola, pastor John. Gracias por este podcast. Tengo un amigo que está convencido de que las nuevas vacunas contra el COVID-19 son ‘la marca de la bestia’. Cualquier persona inyectada se entrega a Satanás y, por lo tanto, se pierde para siempre según Apocalipsis. No estoy convencida de que esto sea cierto. Pero, ¿cómo responderías a los cristianos que son dados a creer en este tipo de teorías de conspiración espiritual? También, si es posible, ¿cuál es exactamente la marca de la bestia de la cual habla Apocalipsis 16:2 y 19:20?”.


Mi preocupación con esta pregunta tiene que ver principalmente con lo primero que pregunta Lindsay; es decir, ¿qué debemos pensar y hacer en respuesta a las personas que son atraídas hacia lo que Lindsay llama “teorías de conspiración espiritual”?

Viejas noticias, nuevos medios

Esa no es una nueva pregunta. En cada generación, han habido predicciones del fin del mundo y especulaciones sobre líderes mundiales que pudieran ser el anticristo y calamidades que definitivamente significan que el fin del mundo está cerca. También hemos visto eventos políticos que cumplen las profecías bíblicas de los últimos días y otras extrañas secuencias de eventos que causan el surgimiento de este tipo de teorías conspirativas. Estas teorías tienen una extraña forma de confirmarse a sí mismas, hasta que se extinguen y se olvidan durante algunas décadas, y luego surgen otra vez.

Eso no es nuevo. Las mentalidades alarmistas, las teorías de conspiración o las aves de mal agüero no son nuevas. Lo nuevo es la presencia de las redes sociales y la velocidad, la facilidad y el grado en que se difunden estas teorías.

Necesitamos un despertar del corazón al valor superior de las cosas más importantes de las Escrituras

Entonces, ¿cómo deberíamos responder ahora, especialmente en persona, si conocemos a alguien que es dado a este tipo de especulaciones e intrigas? ¿Qué debemos hacer si conocemos a alguien que siempre parece estar olfateando algo diferente de lo que claramente está ahí? Mi respuesta se basa en cierto diagnóstico de lo que está pasando por sus mentes.

Enfermedad espiritual

Lo que he visto a lo largo de los años es que hay un cierto tipo de personalidad (o más en serio, podríamos llamarlo un cierto tipo de condición espiritual) que parece incapaz de comprometerse, de ser profundamente conmovido o de alegrarse de las realidades grandiosas, centrales y gloriosas de la fe cristiana. Siempre están en la orilla. Es como si sus mentes y corazones fueran imanes que constantemente atraen pequeños fragmentos de hierro de los bordes en lugar de la cosa grande y maciza del centro. En última instancia, las cosas de mayor importancia son descuidadas. Se pasa por alto la gloria, la maravilla, la belleza de la fe cristiana y siempre les fascinan las cosas marginales que no son preeminentes.

Les daré un ejemplo. Es algo que he sentido de manera muy personal a lo largo de los años como pastor, porque había gente así en mi iglesia. Yo los conocía. Sabía cómo respondían ante las cosas. Recuerdo haber predicado un sermón hace un tiempo y derramar mi corazón sobre Cristo: su obra, su belleza, su brillo, su valor, sus humildes perfecciones como hombre, su agonizante muerte, su triunfante resurrección, su victoria sobre Satanás, el infierno y la muerte y su reinado en el cielo. Simplemente di todo lo que tenía para mostrar la realidad magnífica, gloriosa, importante y central  de Jesucristo y el camino de la salvación.

Un hombre tomó mi mano en la puerta después y con gran entusiasmo dijo: “¿Has visto este artículo?”. Era un artículo que ponía otra pieza en el rompecabezas de su pequeña fascinación conspirativa. Ahora, esa respuesta no era nueva en él. Era típico; no me sorprendió. Pero fue muy triste. Podía escuchar la predicación bíblica apasionada de las mayores realidades del universo y no inmutarse en lo absoluto, debido a su interés dominante en las especulaciones marginales. Eso es increíble.

Ahora, yo diría que esto es una enfermedad espiritual. Creo que nuestra respuesta a ella debería ser personal, relacional y en oración para hacer constantemente nuestro mejor esfuerzo en dirigir la atención de esa persona hacia las realidades fundamentales de la fe cristiana que están justo en el centro de lo que Dios está haciendo en Jesucristo. Estas personas creen que son bíblicas y apasionadas por la verdad, pero en realidad no les interesan las verdades principales. De poco sirve tratar de abordar sus especulaciones directamente. Hay tantas conjeturas que no se puede llegar a ninguna parte. Lo que se necesita es un despertar del corazón al valor superior, la grandeza y la belleza de las cosas más importantes de las Escrituras.

Dios en el centro

Entonces, aquí hay una imagen que puede describirlo. El orden correcto de nuestros pensamientos sobre la realidad proviene de una visión correcta, una valoración correcta de Dios, Cristo y la salvación en el centro de todos nuestros otros pensamientos. La imagen es la de un sistema solar. El sol está en el centro del sistema solar y cuando el sol está en el centro, todos los planetas están orbitando de manera segura y hermosa en el lugar que les corresponde. Esa es una imagen de Dios en el centro y todos nuestros pensamientos asumiendo el lugar que les corresponde.

Pero, ¿qué sucede si el sol se desplaza y el planeta Marte se convierte en el centro? Lo que sucede es que cuando intentas dibujar las órbitas de los planetas, cuando intentas comprender las otras realidades de tu vida mientras Dios ha sido reemplazado de su centro por Marte, las cosas se ven terriblemente caóticas; están fuera de orden y seguramente Mercurio se estrellará contra nuestro planeta. Lo es. Solo mira esa órbita.

En otras palabras, la raíz del problema del pensamiento desordenado es que el centro ha sido cambiado. El sol ya no funciona como una fuerza gravitacional masiva en nuestras mentes y eso no se puede abordar diciéndoles que la órbita de Mercurio no se estrellará contra la Tierra. Porque desde su punto de vista, con Marte en el lugar del sol, se estrellará. “Solo mira: ahí está. Lo he dibujado en papel. Va a suceder”.

Me parece que todo nuestro esfuerzo debe ser, mediante la oración y la enseñanza, tratar de despertar un universo de pensamiento en su mente que esté centrado en Dios y un sistema solar con Dios en el centro de afectos bien dirigidos hacia Él y sus realidades bíblicas fundamentales.

¿A qué te dedicarás?

No puedo lidiar con la marca de la bestia ahora. Eso es lo que ella quería que hiciera en segundo lugar: “Dime cuál es la marca de la bestia”. Pero así es como lo pienso, y creo que esto es igual de importante. La marca de la bestia es una señal en el libro de Apocalipsis de que has abandonado al Señor Jesús y has adorado a una deidad falsa. Evita que tengas que ser perseguido. Te da privilegios. Esta señal de que has abandonado a Jesús y abrazado a una deidad extranjera te otorga privilegios en una cultura en la que dominan las fuerzas anticristianas.

El valor infinito y satisfactorio de Cristo es el sol que mantiene en orden los planetas de nuestros pensamientos y afectos

El camino a la victoria en esa cultura se describe en Apocalipsis 12:11. Los santos han conquistado a Satanás, quien es el poder detrás de la bestia: “Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte” (Ap 12:!1).

Entonces, ¿a qué nos dedicaremos? ¿Fascinación por el número y el nombre de la marca de la bestia (que no es esencial)? ¿O nos dedicaremos a comprender y amar la sangre del Cordero, y estar dispuestos a dar testimonio público de su grandeza, dispuestos a sacrificar nuestras vidas debido a su valor supremo? ¿Actuaremos basados en las gloriosas realidades centrales de Cristo, o nos quedaremos jugando en la orilla? Una vez que esta pregunta esté resuelta en nuestros corazones, entonces podremos ir tranquilamente a estudiar cuál es la marca de la bestia.

Pero cuando falta el centro, jugar en la orilla con los números y los nombres no va a satisfacer ni ayudar. Lo principal no es identificar esa marca. Lo principal es amar a Cristo tan profundamente que estemos dispuestos a morir por Él, ya que dependemos de su sangre redentora. Su valor infinito y que todo lo satisface es el sol que mantiene en orden los planetas de nuestros pensamientos y afectos.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Equipo Coalición.
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