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Nota del editor: 

En su libro Fearfully and Wonderfully Made: Ethics and the Beginning of Human Life (Asombrosa y maravillosamente hecho: la ética y el comienzo de la vida humana), en el capítulo 10, Megan Best trata las tensiones de la esterilidad con más profundidad, y las Terapias de Reproducción Asistida y la adopción de embriones en los capítulos 12 y 14.

Si usted es un pastor que nunca ha sido diagnosticado con esterilidad, haría bien en considerar el problema antes de que llegue el momento de aconsejar a una pareja que luche con esto. ‪Es difícil para los de afuera entender el nivel de sufrimiento de una pareja estéril. ‪Sin embargo, se puede hacer una idea de la desesperación por los esfuerzos que muchos hacen para superar su problema: el tiempo y el dinero gastado, y la tensión y el dolor de un tratamiento contra la esterilidad. ‪La Biblia misma confirma este dolor emocional cuando describe ciertas realidades naturales insaciables:

“Hay tres cosas que no se saciarán, y una cuarta que no dirá: ¡Basta! El Seol, la matriz estéril, la tierra que jamás se sacia de agua, y el fuego que nunca dice: ¡Basta!”, ‪Proverbios. 30:15b-16.

‪La “esterilidad” es un diagnóstico médico que se puede hacer cuando una pareja ha estado teniendo relaciones sexuales normales sin protección durante un año o más sin concebir un hijo. ‪Afecta a aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva, ‪y en una iglesia llena de familias puede ser particularmente difícil de sobrellevar. ‪Por supuesto, no está mal esperar hijos, pues son una bendición de Dios (Sal. 127:3-5a). ‪Sin embargo, en las bodas cristianas, por ejemplo, tendemos a orar pidiendo niños, pero no por la capacidad de estar contentos si estos no llegan.

‪Puede haber varios pensamientos que pasan por la mente de una pareja estéril. La fertilidad se describe en la Biblia como una bendición para los obedientes (Deuteronomio 28:4-11) y la esterilidad como una maldición de Dios (Deuteronomio 28, Números 5:11-28; Levíticos 20:20-21). ‪Entonces, algunas parejas quizá necesiten la seguridad de que aunque toda enfermedad, sufrimiento y angustia de nuestro mundo son el resultado de la caída, los problemas como la esterilidad no están necesariamente relacionados directamente con nuestros pecados personales. ‪Los ejemplos de Job y del ciego de nacimiento en Juan 9 aclaran este último punto.

Sin embargo, del mismo modo que no deberíamos concluir que la esterilidad sea un castigo especial de parte de Dios, tampoco debemos concluir que Dios está obligado a bendecirnos con fertilidad si somos cristianos obedientes y piadosos. ‪Es cierto que los vientres de Sara, Rebeca, Lea, Raquel, Ana, y Elizabeth fueron abiertos, pero Dios estaba cumpliendo propósitos especiales que se aplican solo a ellas. ‪No podemos reclamar las promesas hechas a otros en contextos específicos que no compartimos.

No debemos concluir que Dios está obligado a bendecirnos con fertilidad si somos cristianos obedientes y piadosos

‪En ninguna parte de la Biblia promete Dios que todos tendremos hijos.

‪Las parejas que empiezan a aceptar la idea de que pueden ser estériles son increíblemente vulnerables. ‪Pueden acceder fácilmente a un tratamiento que les prometa niños sin detenerse a considerar lo que implica. ‪Es vital, entonces, para cualquier pareja en esta situación, buscar asesoría cuidadosa en las primeras etapas de sus conversaciones antes de decidir cualquier cosa. ‪Aunque es éticamente aceptable para los cristianos buscar ayuda médica para restaurar la función natural de la maternidad, no todo tratamiento médico “estándar” será moralmente aceptable para aquellos que desean proteger la vida desde el momento de la fecundación.

Opciones permitidas

‪Sin embargo, hay varias opciones moralmente permisibles para las parejas cristianas que enfrentan esterilidad. ‪Aquí están cinco:

‪1. ‪Está bien no continuar con tratamientos. ‪Algunas parejas felizmente aceptan que tener hijos no es el plan de Dios para ellos en este momento y buscan su guía para el futuro. ‪Me he encontrado con algunas parejas que escuchan esto con gran alivio, especialmente tomando en cuenta las tensiones que conlleva el tratamiento contra la esterilidad.

‪2. ‪Es posible esperar. ‪A pesar de que la esterilidad se diagnostica después de un año de tratar de quedar embarazados, en el primer año se espera que conciban solo el 85 por ciento de las parejas. ‪A veces la “esterilidad” es en realidad impaciencia. ‪Sin embargo, para aquellos que están considerando llevar las cosas más allá, algunos médicos aconsejan no esperen más de seis meses si alguno de los siguientes casos aplica: la mujer es mayor de 35 años de edad; hay una historia de períodos menstruales irregulares o ausentes o enfermedad inflamatoria pélvica; alguno de los dos ha sido tratado por cáncer o alguna enfermedad grave, como la diabetes o la hipertensión.

3. ‪La pareja puede buscar un diagnóstico para determinar la causa de la esterilidad. ‪Este diagnóstico puede ser útil incluso si no se pretende seguir un tratamiento, sino simplemente saber lo que está pasando. ‪En el 80 por ciento de los casos, es posible encontrar la causa de la esterilidad. ‪Los factores masculinos representan aproximadamente un tercio, los factores femeninos alrededor del mismo número, y alrededor del 40 por ciento de los casos se debe a factores múltiples. ‪A veces el problema de fondo puede ser corregido fácilmente. ‪Puede no tener nada que ver con el sistema reproductivo. ‪En cualquier caso, las parejas deben considerar siempre la esterilidad como un problema conjunto dentro de su matrimonio, en lugar de un problema solo de uno de los dos, de modo que la culpa no se centre en una persona. ‪Este enfoque ayuda a la unidad matrimonial.

4. ‪Después del diagnóstico, es cada vez más común que la pareja reciba la recomendación de pasar directamente a un tratamiento de Terapia de Reproducción Asistida (TRA) en lugar de tratar el problema de fondo. ‪En este punto particularmente insto a las parejas cristianas a detenerse, orar, buscar información, pensar cuidadosamente, y no solo acceder a cualquier cosa que les ayude a alcanzar su deseo de tener un bebé. ‪Los problemas éticos se evitan al mirar hacia adelante. ‪En cierto modo, la llegada de las terapias de reproducción asistidas, como por ejemplo, la fertilización in vitro (FIV), ha aumentado la angustia de la esterilidad ya que estos tratamientos pueden prolongar la lucha por años. ‪Por otra parte, la presión de otros miembros de la familia, como los abuelos en potencia, puede hacer que elegir sea aún más difícil. ‪Alguien familiarizado con el proceso debe participar con el fin de asegurarse de que las decisiones se basan en hechos. ‪Los costos no son solo médicos, sino también emocionales, relacionales y espirituales.

5. ‪Las parejas pueden considerar la adopción en cualquier momento de su viaje. ‪Antes de explorar esta opción, sirve de ayuda que acepten la pérdida de la posibilidad de una descendencia biológica. ‪Es perfectamente posible tener una familia amorosa y saludable sin ningún vínculo genético. ‪La adopción de embriones es una nueva opción a tener en cuenta en este sentido, ‪y la adopción espiritual, ser los padres cristianos que alguien no tiene, siempre será una posibilidad en la iglesia.

Con cualquier decisión que se tome, aunque sea la de no hacer nada, la mayoría de las parejas seguirán “intentando” a su manera. ‪Es posible que se sigan preguntado mes tras mes si esta vez sí ocurrirá. ‪Se puede necesitar ayuda para conocer cómo ser buenos administradores, no solo con el dinero, sino también con el tiempo y la energía necesarios en la lucha contra la esterilidad.

Dejar de intentar tener un bebé es difícil, un tema que va más allá del alcance de este artículo. ‪En más de un sentido, es más fácil si la pareja puede tomar esta decisión antes de comenzar el tratamiento. ‪¿Hasta dónde están dispuestos a llegar para tener un bebé? ‪¿Cuáles son sus límites? ‪¿Cuánto tiempo deben dejar la vida en suspenso con respecto a ciertas oportunidades para el trabajo del reino? ‪Seguir adelante sin mirar atrás es difícil y triste, ‪pero cuando les pregunto a los que han estado en este camino antes cuál sería su consejo para otros, la respuesta más común que escucho es: “Está bien dejar de intentarlo”. ‪Ayuda verlo como una decisión positiva para seguir con la vida y no como un tema de paternidad fracasada, y esto le permite a la pareja llorar la pérdida de sus sueños. ‪Dios no minimiza esta pérdida, y tampoco debemos hacerlo nosotros.


Publicado originalmente el 19 de marzo para The Gospel Coalition. Traducido por Peter Lobov
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