¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Un oyente llamado Jim pregunta: “¿Determina Dios cuándo moriremos? Y esta determinación ¿es hecha incluso antes de nacer?”.

Sí y sí. Lo hace. Dios determina cuándo todos mueren, y lo decidió en la eternidad. Por lo tanto, esa es mi respuesta.

Lo primero que quiero decir es que Dios gobierna todo lo que sucede con infinita sabiduría y poder. Efesios 1:11 dice que Dios “obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad”. No hay razón contextual, bíblica, o teológica que limite ese “todas las cosas”. Por lo tanto, Dios gobierna todas las cosas. Eso se aplica al dar la vida, sostenerla, y quitarla también. Él obra todas las cosas, incluyendo cuándo nacemos y cuándo morimos, conforme al consejo de su voluntad. Por ejemplo, en Hechos 17:25 dice que no es “servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas”. O también 1 Timoteo 6:13, “Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús…”. Y así sucesivamente.

Veámoslo más específico. Santiago aplica esta soberanía precisamente al hecho de morir y cuándo. Él escribe que en lugar de decir que iremos a tal o cual ciudad para hacer negocios allí y conseguir un beneficio, “Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos” —para mí esto lo resuelve todo— “y haremos esto o aquello” (Santiago 4:13-15). Y luego añade, “Pero ahora se jactan en su arrogancia”, es decir,  es arrogante presumir que viviremos un segundo más de lo que Dios quiere que vivamos. “Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:16). El punto es, solo si Dios quiere viviré otro minuto. Por lo tanto, el Señor decide cuándo moriré.

Jesús lo dijo de esta manera: “¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Y, sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra”, está hablando de morir, “sin permitirlo el Padre. Y hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. Así que no teman; ustedes valen más que muchos pajarillos” (Mateo 10:29-31). Ahora, ¿cuál es el punto? El punto es, si el tiempo de la muerte de un pequeño pájaro en un bosque remoto es de preocupación para Dios y Él lo determina, ¿cuánto más Dios ha numerado y determinado nuestros días con gran cuidado y sabiduría? De hecho, el salmista le dice a Dios: “Tus ojos vieron mi embrión, y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos” (Salmo 139:16). Eso significa que los días que Dios nos ha asignado ya están escritos en un libro. Están decididos. No hay algunos días extra fuera del libro que se le hayan salido de las manos a Dios.

Job confesó esto de sus hijos cuando todos murieron en una tormenta. Él dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El Señor dio, y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor” (Job 1:21). Ana dijo lo mismo en 1 Samuel 2:6, “El Señor da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir”. En otras palabras, la vida y la muerte están en las manos de Dios. Moisés dijo lo mismo cuando cita a Dios en Deuteronomio 32:39, “Vean ahora que Yo, Yo soy el Señor, y fuera de Mi no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y Yo sano, y no hay quien pueda librar de Mi mano”.

Por lo tanto, mi respuesta es: sí, Dios es Dios. Él gobierna el mundo, y eso incluye el momento de nuestra concepción en el vientre y el tiempo de nuestra muerte. Los hijos de Dios no lo quieren de otra manera, ¿verdad? Dios es mejor siempre que el destino ciego. Dios es siempre mejor que el azar. Dios es siempre mejor que los triunfos demoniacos. ¿Qué mejor que Dios determine el momento en que nacemos y en que morimos?

Y en respuesta a la otra parte de la pregunta de Jim: hay razones para decir que Dios decide esto en la eternidad, ya sea que vivamos o que muramos y cuánto tiempo viviremos. Una de las razones para esto es que Dios dice que hemos sido elegidos en Cristo antes de la fundación de la tierra. Es difícil imaginar que Dios nos eligiera para salvación antes de la creación, y dejara algo tan relativamente insignificante al azar, como es nuestro nacer y morir, mientras se ocupa de algo tan importante desde antes de la fundación del mundo.

De hecho, Efesios 1:11 dice que Dios “obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad”. No hay tal cosa como casualidad con Dios. Por lo tanto, todas las cosas se mueven de acuerdo al plan, y puesto que Dios conoce todo el futuro, Él toma todas las cosas en cuenta cuando planea desde el principio. Él no tiene que esperar a ver cómo se desarrolla la historia antes de completar su plan. La historia y nuestras vidas fueron planeadas antes de la fundación del mundo.

Así que Jim, tú y todos los hijos de Dios están en muy buenas manos. Como dijo Henry Martyn (y por favor deja que esto te impacte): “Eres inmortal hasta que se complete el propósito de Dios para ti”. ¿Qué podría ser más emocionante? ¿Qué podría ser más poderoso? ¿Qué podría causar más valor por la causa de Cristo?


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Johanna da Veiga.
Imagen: Lightstock
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando