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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de El Catecismo de la Nueva Ciudad: La verdad de Dios para nuestras mentes y nuestros corazones (Poiema Publicaciones, 2018), editado por Collin Hansen. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

¿Qué es la fe en Jesucristo?

La fe en Jesucristo es reconocer la verdad en todo lo que Dios ha revelado en Su Palabra, confiando en Él, y también recibirlo y descansar solamente en Él para la salvación que se nos ofrece en el evangelio.

Gálatas 2:20:He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio Su vida por mí” (NVI).

En ocasiones me pregunto si nos percatamos de cuán importante es la palabra salvación. ¿Qué significa ser salvo? ¿Cuál es el significado de la salvación?

Significa seguro. Pero también significa sanado. Significa perdonado. Significa adoptado. Significa haber sido hecho pleno. Es una gran palabra. Significa que somos restaurados en nuestra relación con Dios. Se nos ha dado vida con Dios ahora, y también se nos ha dado el regalo de la vida eterna con Dios en el cielo.

Así que la salvación es algo grande. La salvación es un regalo de Dios. No es algo que nos podamos ganar, aunque ese sea el sentir de muchas personas. No es algo que podamos lograr, sino algo que tiene que ser recibido. Y tenemos que tener eso muy claro desde el principio.

La salvación puede venir instantáneamente, como sucedió con Zaqueo cuando Jesús entró a su casa. Jesús dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc 19:9, NVI). Puede venir en un momento de comprensión y fe. Pero es algo que se vive en el transcurso de la vida.

Hay una historia sobre un obispo inglés que iba caminando por las calles de Londres cuando un evangelista le dijo: “Señor, ¿ha sido salvado?”. La respuesta del anciano es significativa. De acuerdo a la historia, el anciano se detuvo, pensó y después dijo: “Sí, he sido salvado. Estoy siendo salvado, y seré salvado”.

La salvación comienza cuando Dios abre nuestros ojos para que nos percatemos de cuánto necesitamos a Cristo

¿A qué se refiere el obispo? Se refiere a que puede mirar hacia atrás al momento en que puso su fe en Cristo y se volvió a Él en fe y esperanza, experimentando salvación. Pero también se refiere a que la salvación era algo que estaba viviendo y experimentando cada día. Y a que la salvación es algo que experimentaría plenamente cuando fuera a la presencia del Señor en la vida venidera.

La salvación comienza cuando Dios abre nuestros ojos para que nos percatemos de cuánto necesitamos a Cristo. Mientras pensemos que podemos salvarnos a nosotros mismos, el camino estará cerrado para nosotros.

Ser salvo es como estar ahogándote y percatarte de que no puedes salvarte a ti mismo, de que alguien debe venir y rescatarte, de que solo tienes que relajarte y esperar que te rescaten porque si no te ahogarás. Lo único que podemos aportar para nuestra salvación es nuestra propia naturaleza pecaminosa. Es acudir a Dios con una conciencia de nuestra humilde necesidad—acudir en fe, arrepintiéndonos de nuestros pecados y poniendo delante de Dios nuestra necesidad de Él. Ese es el comienzo de la salvación.

Pablo dice en Romanos 10 que todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Vivimos en un mundo en que muchas personas rechazan la idea de que la fe en Cristo es necesaria para ser un hijo de Dios y un heredero de la vida eterna. Y, sin embargo, Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no por Mí” (Jn. 14:6). Él es nuestro camino a la salvación.

Este fue el mensaje de los apóstoles. Como Pedro predicó en Hechos 4: “No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos”. La salvación viene a través de Jesucristo.

Oración: Autor de nuestra fe, creemos que eres quien dices ser. Tu Palabra es verdad y te revela como nuestra única esperanza de salvación. Creemos Tus promesas, caminando por fe, no por vista. Amén.


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