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El teólogo liberal alemán Rudolf Bultmann (1884 – 1976) propuso la desmitologización o desmitificación de la Biblia, la cual se define como el proceso de eliminar los «mitos» o eventos sobrenaturales narrados en las Escrituras para descubrir el verdadero significado existencial del texto.

Aunque el término alemán «Entmythologisierung» o «desmitologización» fue introducido por Bultmann, sus orígenes filosóficos se remontan a la era de la Ilustración (Europa, siglo XVIII; marcada por el énfasis en la razón). En este período, los teólogos desarrollaron perspectivas opuestas sobre los eventos sobrenaturales narrados en la Biblia, lo cual causó una división en dos ramas de la teología: la perspectiva liberal y la ortodoxa.

Los teólogos liberales creían que los eventos sobrenaturales de la Biblia eran solamente mitos y que carecían de cualquier veracidad histórica. Enfatizaban que la Biblia no es infalible y que parte de la labor del teólogo es discernir entre la verdad y los mitos de la Biblia. ¿Cómo lo hizo Bultmann?

En primer lugar, enseñó que el Nuevo Testamento no es más que una colección de mitos con relevancia existencial.1 Esto significa que los milagros son meras metáforas que esconden la enseñanza deseada. Por ejemplo, creía que los milagros de sanidad no fueron obras de sanidad milagrosas que en verdad ocurrieron, sino que estos apuntaban a la necesidad existencial de tener buena salud. Por lo tanto, sugirió que la Biblia debe pasar por el proceso de desmitificación para poder descubrir sus verdades existenciales. Esto significa que los teólogos deben distinguir los mitos de las verdades históricas.

En segundo lugar, Bultmann desarrolló sus estudios en los relatos del nacimiento virginal, la crucifixión y la resurrección. Rechazaba el nacimiento virginal de Jesús, porque consideraba que no fue un acto sobrenatural de Dios y por eso lo describió como «la leyenda del parto virginal».2 Por el contrario, Bultman dijo que «Jesús como el revelador de Dios, no es más que eso, Su revelador».3 Enfatizó que Jesús fue un buen profeta y maestro y que, por medio de Él, llegó el mensaje del reino de Dios y Su juicio, pero no creía que Jesus fuera el Hijo de Dios.

Bultmann concluyó que la muerte de Jesucristo en la cruz no fue más que un mito creado por los primeros cristianos como un catalizador para impulsar la doctrina de la salvación. Negó la muerte en la cruz, la resurrección y la ascensión de Jesús al trono, y declaró que la proclamación de estos eventos por parte de la comunidad primitiva de creyentes fue lo que comenzó el mensaje del poder salvador del evangelio.4

Implicaciones para nuestra fe

Aunque Rudolf Bultmann fue identificado como un cristiano, adoptó una postura teológica que la historia cristiana señala como hereje, debido a que niega y rechaza los fundamentos de la fe cristiana sobre Jesucristo: Su divinidad, nacimiento virginal, vida, muerte, resurrección y ascensión.

La desmitologización o desmitificación de la Biblia tiene implicaciones significativamente peligrosas para la fe cristiana, las cuales debemos considerar. Aquí hay tres de ellas:

Primero: Bultmann rechazó que «Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia» (2 Ti 3:16). Por medio de su teoría de la desmitologización, atacó directamente la veracidad y la autoridad de la Palabra de Dios.

Segundo: Bultmann también rechazó el nacimiento virginal como un hecho histórico. Si Jesús no fue concebido por el Espíritu Santo y el nacimiento virginal no es verdad, entonces, Jesús no es el Hijo de Dios y fue concebido como cualquier otro ser humano que está sujeto a la esclavitud y consecuencias del pecado (Heb 4:15).

Tercero: Si Cristo no es Dios, Su muerte no tendría el poder expiatorio sobre nuestros pecados y «si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es vana; todavía están en sus pecados» (1 Co 15:17).

Sin embargo, los cristianos declaramos que la Escritura es la revelación especial de Dios y creemos en su autoconfirmación, inerrancia, claridad y autoridad. Por lo tanto, a diferencia de la teología liberal, afirmamos que Jesús fue concebido por medio del Espíritu Santo y nació de la virgen María (Mt 1:18-25). Reconocemos que Jesús es el Hijo de Dios, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre (Jn 1:14; Col 1:15-16). Por eso esperamos la promesa bíblica de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo (Fil 2:6-11).


1 Albert Mohler, Jr., El Credo de los Apóstoles: Descubriendo el cristianismo auténtico en una época de confusión (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2020) p. 47.
2 Rudolf Bultmann, Teología del Nuevo Testamento (Salamanca, España: Editorial Sígueme, 1981) p. 458.
3 Ibid., p. 420 (cp. 24, 159).
4 Bultmann analiza el tema que ve como «El problema de las relaciones entre la predicación de la comunidad primitiva y la de Jesús» en su libro: Teología del Nuevo Testamento, p. 163 ss.
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