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Nota del editor: 

El pastor John Piper recibe preguntas de algunos de sus oyentes de su programa: Ask Pastor John. A continuación está su respuesta a una de esas preguntas.

¿Publicar o no publicar en Instagram? Esa es la cuestión. Específicamente, ¿deberíamos publicar en Instagram nuestras buenas obras? Tenemos oyentes ingeniosos que nos envían preguntas interesantes, y la pregunta ingeniosa de hoy proviene de un oyente agudo llamado Stephen, que vive en Texas. Aquí está la pregunta:

¡Hola, pastor John! Recientemente tuiteaste esto: “‘Que te alabe el extraño, y no tu boca’ (Pr. 27:2). Y no lo estropees retuiteando el elogio. Desde luego, todos lo notan”. De todo corazón estoy de acuerdo contigo. De hecho, lo retuiteé. Pero también veo muchas fotos en las redes sociales de cristianos haciendo buenas obras, por ejemplo, ayudando con asistencia en huracanes. Mi pregunta: ¿Dónde y cómo trazamos la línea entre dejar que nuestra luz brille ante los demás para que puedan ver nuestras buenas obras y dar gloria a nuestro Padre que está en el cielo (ese es el mandato de Jesús en Mateo 5:16). Y sin embargo, tener cuidado de no practicar nuestra justicia delante de otras personas para ser vistos por ellas (ese es el mandato de Jesús en Mateo 6:1). ¿Alguna idea sobre cómo equilibrar estas dos verdades en las redes sociales?

Pongamos los textos en frente de nosotros, y luego intentaré hacer algunas distinciones.

Ronda de aplausos

Primero, Jesús establece esta advertencia y principio en Mateo 6:1:

“Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos”.

Aquí hay una intención de ser visto, lo cual es malo. Él dice que no deberías hacerlo. Parte de la maldad de esta intención de ser visto es que indica que no estás contento con la recompensa de tu Padre. Necesitas agregarle a ella. Anhelas la alabanza humana, por lo que la recompensa de Dios no es suficiente para ti. Necesitas complementarla con un poco de adulación humana, y eso es lo que lo hace tan malvado. Entonces Jesús nos da un ejemplo de lo que quiere decir con respecto a hacer el bien a los necesitados en el siguiente versículo.

No pretendas ser alabado por los demás haciendo sonar una trompeta o tuiteando o publicando en Instagram tus buenas obras.

Él dice esto: “Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti” —no tuitees tu foto en el comedor social en tu día libre— “como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa”.

Ellos recibieron su recompensa no de Dios, sino de los hombres. Obviamente, Dios no era suficiente. “Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”; en otras palabras, hazlo tan discretamente que tu mano derecha pueda dar el regalo a los necesitados y tu mano izquierda esté del otro lado sin siquiera saber qué sucedió, “para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt. 6:2-4).

Entonces ahí está la advertencia y el principio. No intentes ser elogiado por los demás, y por ende, evita conductas que se vean así, tales como tocar trompeta o tuitear o publicar en Instagram tu piedad y tus buenas obras.

Tengo un verdadero problema con personas que simplemente dicen: “Orando por todas las personas heridas en Las Vegas”. Ahora bien, si quieres llamar a la gente a orar, sí. Si quieres citar un versículo de la Biblia que anime a la gente a orar, sí. Pero simplemente no entiendo cuando la gente dice: “¡Oigan! ¡Oigan todos! Quiero contarles acerca de las diez mil personas por las que estoy orando”.

¿Qué? Bueno. No quiero ser demasiado duro, pero simplemente no lo entiendo. Simplemente parece tan contrario a este texto: “Cuando ores, entra en tu aposento”. De hecho, esto habla de hacer un esfuerzo coordinado para que tu justicia, tu generosidad para con los pobres, no sea vista por otros, sino que se haga en secreto.

Luces brillantes

Ahora, aquí está el contrapunto al que Stephen se refiere en Mateo 5:14-16 que crea un problema. Es un verdadero problema. No presumo tener todas las respuestas aquí, pero aquí está el problema. Jesús dice:

“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos”.   

Entonces, aquí hay algunas observaciones. Primero, hay muchas buenas obras prácticas que simplemente no pueden ocultarse, especialmente a quienes estés haciendo las obras. No puedes detenerte y ayudar a alguien a cambiar una llanta sin que te vean hacerlo. No puedes arriesgar tu vida durante un acto público de terrorismo para rescatar a un niño sin que la multitud vea lo que estás haciendo. No puedes unirte a un esfuerzo de emergencia en construir una barrera con bolsas de arena para evitar inundaciones sin ser parte de un centenar de personas que están haciendo lo mismo.

Creo que esto es lo que Jesús tiene en mente. Él está hablando principalmente de buenas obras de misericordia y justicia públicas que no puedes ocultar porque son públicas. Sospecho, de hecho, que Pablo está pensando en ellas en 1 Timoteo 5:25, cuando dice: “De la misma manera, las buenas obras son evidentes, y las que no lo son no se pueden ocultar”. Apuesto a que está reflexionando sobre esto.

En otras palabras, hay muchas clases de buenas obras que simplemente, por su propia naturaleza, no pueden ocultarse. Pero hay algunas que sí pueden ocultarse. Si te conectas a Internet para hacer una donación, hay un pequeño botón que dice: “Dar de forma anónima”. Una prueba real, ¿verdad?

Por su propia naturaleza, algunas pueden ocultarse. Pablo dice que se conocerán después. Alguien lo sabrá, y él está bien con eso. Y creo que deberíamos estarlo igualmente porque probablemente más adelante habrán más posibilidades de que se le dé la gloria a Dios en lugar de a ti. La gente se dará cuenta de que nunca trataste de llamar la atención sobre ello, y sin embargo lo estabas haciendo, y se supo en tu funeral.

Hacedores de bien públicos

Segunda observación: Mateo 5:16 deja claro que el objetivo en todas nuestras buenas obras nunca es simplemente el bienestar temporal y material de la persona que nos importa. Esto es muy importante para las personas que se dedican a la justicia social y a otro tipo de cosas maravillosas, pero no les importa que Dios obtenga la gloria.

Los cristianos nunca son meramente hacedores de bien públicos. Queremos que las personas conozcan y amen a Dios.

Él dice: “El bienestar eterno de la persona en la adoración, es decir, que sea parte de la familia adoradora de Dios, es el objetivo de todas nuestras buenas obras hacia ella”. Queremos que se satisfagan sus necesidades temporales para que su alabanza eterna vaya a Dios. Ese es el gran objetivo. Los cristianos nunca son meramente hacedores de bien públicos. No queremos que se nos conozca como hacedores de bien públicos meramente. Queremos que la gente conozca a Dios, ame a Dios, sirva a Dios, glorifique a Dios, sea salva, y esté con Dios para siempre.

Esta es la gran pasión de los ministerios de misericordia y los ministerios de justicia. Si no es así, probablemente estamos siendo políticamente correctos para ganar el elogio de cualquier grupo que apreciemos en ese momento.

Alabanza vencedora

Tercera observación: todos sabemos que hay una manera de actuar públicamente que da la impresión de que anhelas la aprobación y la alabanza de otras personas. Esto ciertamente sale a flote en Twitter, Instagram, y otras redes sociales.

Sabemos que esto es meramente humano. No es piadoso. Nadie va a pensar en glorificar a Dios cuando nos vean hacerlo, ¿verdad? Estoy menos inclinado a glorificar a Dios cuando un cristiano toca su propia bocina acerca de todas las cosas buenas que está haciendo.

Más bien estoy volteando los ojos, pensando: “Algún millennial verá eso y luego a todos nosotros los cristianos y dirá: ‘Bueno, estoy harto de ellos porque es algo puramente humano’”.

Salinidad

Permítanme resumir Mateo 5 y 6 así.

1. Deberíamos estar profundamente contentos con la recompensa de Dios: conociéndolo, amándolo, atesorándolo como supremamente satisfactorio y glorioso.

2. No deberíamos anhelar la alabanza del hombre como si Dios mismo no fuera suficiente para nosotros. Eso es lo que significa ese anhelo. Puedes saberlo cuando alguien busca y anhela que otras personas aprueben lo que está haciendo.

Deberíamos estar profundamente contentos con la recompensa de Dios: conociéndolo, amándolo, atesorándolo como supremamente satisfactorio.

3. Deberíamos evitar maneras de mostrar nuestra piedad o de mostrar buenas obras que pretendan obtener alabanza por parte de otras personas. Ahora, eso es complicado. No presumo decir que siempre sea blanco y negro, pero ese es nuestro objetivo.

4. Deberíamos amar a las personas genuinamente, lo cual significa hacer cosas buenas para ayudarlas de manera práctica, material, y en el presente, y desear apasionadamente que a través de esas cosas buenas vengan a adorar a Dios y le den gloria.

Ahora, eso no responde todas las preguntas de lo que se supone que debemos hacer con nuestra cuenta de Twitter o nuestro Instagram o nuestra cámara o nuestro video o nuestro blog. Esto no responde a toda pregunta. Pero sí establece parámetros significativos. Esto es lo que oro: “Llénanos de deseos espirituales, no de deseos vanos y egoístas”.

Déjame decir otra cosa. Tengo que añadir esto aquí de Mateo 5 para que Stephen y otros lo consideren. Lee el flujo. Regresa y lee el flujo de pensamiento de Mateo 5:11-16. No solo Mateo 5:14-16, sino Mateo 5:11-16.

Date cuenta que la sal de la tierra y la luz del mundo son muy probablemente no solo buenas obras en general que la gente puede ver, sino que son buenas obras hechas a pesar de la desaprobación, crítica, y persecución mencionadas en Mateo 5:11-12.

La salinidad de la sal y el brillo de la luz no son buenas obras en general —muchos incrédulos hacen buenas obras—, sino las obras hechas alegremente en nombre de Cristo a pesar de la oposición y la persecución. Eso es lo que sabe salado y se muestra brillante y hace que las personas glorifiquen a Dios, no solo nuestras buenas obras.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Wilmer Rodríguez.
Imagen: Lightstock.
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