¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Hace siete años TikTok no existía. Hoy, más de mil millones de personas utilizan esta red social, en promedio, noventa y cinco minutos cada día. Contrario a lo que suele decirse, los usuarios no son solo los más jóvenes: aunque 25 % de ellos tienen entre diez y diecinueve años de edad, 44 % se encuentra entre los veinte y los treinta y nueve, mientras que el 11 % pasa de los cincuenta años. 70 % de los usuarios de Internet encuestados (en inglés) en México, Brasil y Colombia respondieron que utilizan esta plataforma.

En menos de una década, TikTok ha capturado nuestras mentes. Lo peor de todo es que no nos hemos dado cuenta.

Lo atrayente de TikTok

TikTok podría parecer inofensiva desde afuera. Más de una vez he recibido un enlace a algún video de la plataforma. Son muy graciosos. Algunos son educativos o inspiradores. Sin duda, la creatividad humana puede brillar incluso en unos cuantos segundos de video. Uno se puede conmover con las historias de desconocidos que, por alguna razón, se sienten cercanos a través de la pantalla. Las recetas, los videos de personas organizando sus armarios y los consejos para ejercitarte pueden inspirarte para hacer un cambio positivo en tu día.

Pero esa no es toda la historia. Una vez dentro de la plataforma, será muy difícil ignorar su poder para capturar tu atención y hacer que las horas se esfumen mientras solo mueves el pulgar. Por buenas que sean tus intenciones, resistir ese poder será prácticamente imposible.

Lo fácil, atractivo y entretenido mantiene a los usuarios en la pantalla; esto rara vez se corresponde con lo verdadero, digno, justo, puro, amable y honorable

No es casualidad; es diseño. Un diseño sumamente complejo, tanto que los mismos creadores de TikTok no lo entienden por completo. Pero funciona. Como consumidor, te mantiene entretenido por horas. Como creador, te motiva a publicar video tras video ofreciéndote la recompensa de hacerte viral de un momento a otro.

Esta es la receta perfecta para mantener a todo el mundo en la pantalla. Desde el primer momento en que entras a la aplicación, TikTok tiene una página «para ti», llena de videos que podrían resultarte atractivos. Simplemente desliza hacia arriba y empezarás a notar cómo la plataforma utiliza toda la información que le provees —desde tu ubicación hasta los milisegundos que pasas viendo cada video— para ofrecerte exactamente lo que deseas… aunque no sepas que lo deseas.

¿Qué es lo que mantiene a los usuarios en la pantalla? Lo que se difundirá: lo fácil, lo que agrada escuchar, lo atractivo, lo entretenido. ¿Corresponde eso con lo que es verdadero, lo digno, lo justo, lo puro, lo amable, lo honorable (Fil 4:8)? Rara vez. Pero cuando un video tiene cinco millones de vistas y 250 000 «me gusta» es difícil no caer presa de una falacia ad populum: si tanta gente ha visto y ha abrazado esto, ¿cómo podría ser mentira? ¿Pueden estar equivocados tantos?

Sí, sí pueden. Por eso debemos tener cuidado.

Lo preocupante de TikTok

El poder de TikTok ha inspirado innumerables debates sobre aspectos inquietantes relacionados con esta red social.

  • Seguridad. Uno de ellos es la preocupación por la seguridad de los datos que la plataforma almacena. Como la gran mayoría de las aplicaciones populares en nuestros teléfonos, TikTok tiene acceso a muchísima información personal de sus usuarios. Pero, a diferencia de la gran mayoría de las aplicaciones populares que descargamos, TikTok pertenece a una empresa basada en un país autoritario (China). Debido a las preocupaciones de seguridad, Canadá, la Comisión Europea y varios estados de los Estados Unidos han prohibido TikTok en los móviles de empleados del gobierno.
  • Adicción. Muchos perciben que TikTok, incluso en comparación con otras redes sociales, resulta particularmente «adictiva».1 Una encuesta (en inglés) reciente indicó que el 45 % de las adolescentes entrevistadas se sentían «adictas» a la plataforma y pasaban más tiempo de lo planeado en ella. Mientras que el 24 % admitió que la falta de sueño por TikTok es un problema de todos los días, el 41 % de las entrevistadas mencionó (en inglés) que TikTok interfiere con sus hábitos de descanso al menos una vez a la semana.
  • Salud. Otro asunto preocupante es el efecto que esta aplicación tiene sobre la salud de sus usuarios. A principios del 2021, por ejemplo, un grupo de neurólogos canadienses observó (en inglés) un aumento sin precedentes en la cantidad de adolescentes que llegaban a sus clínicas presentando «aparentes tics motores y vocales» de manera explosiva y aguda. Los movimientos de los jóvenes no parecían corresponder con los observados en casos de Síndrome de Tourette típicos. Confusos, los médicos se dispusieron a buscar el origen de la nueva ola de pacientes. Terminaron en TikTok. Resulta que existen los «influencers de tics»: personalidades en redes sociales que se dedican a crear videos mostrando este tipo de movimientos y sonidos a sus miles de seguidores. Algunos de ellos, de manera misteriosa, terminan «contagiándose». Las enfermedades sociogénicas —signos y síntomas sin causa orgánica que se propagan en un grupo unido— usualmente se limitan a un espacio geográfico determinado. Con redes sociales como TikTok, ese ya no parece ser el caso.

Ninguna de estas preocupaciones es exclusiva de TikTok. Facebook recolecta muchísima información de sus usuarios y ya se ha metido en problemas por ser irresponsable con ella. En la misma encuesta citada anteriormente, las jóvenes reportaron pasar más de dos horas al día en YouTube. Además, 26 % de las encuestadas dijo que en Instagram, al menos una vez a la semana, se encontraban con contenido perturbador relacionado al suicidio. Toda plataforma tiene su lado oscuro.2

Pero tampoco podemos negar que TikTok se distingue de otras aplicaciones. Su alcance y su capacidad para capturar la atención de los usuarios es impresionante. En unos pocos años superó a otras redes sociales en descargas, alcanzando sus cien mil millones de usuarios más rápido que cualquier otra plataforma. TikTok es también, por mucho, la red social con mayor interacción: 4.25 %; mientras que Instagram le sigue con un 0.60 %.

Esta plataforma se ha vuelto aparentemente indispensable para muchos. Hemos adoptado TikTok con extrema rapidez, y no nos hemos detenido a preguntarnos si lo que nos quita es más que lo que nos da. Algunos ni siquiera se han dado cuenta de lo mucho que han entregado.

Los límites de TikTok

Una de las razones por las que algunos minimizan los problemas ocasionados por TikTok (y por otras redes sociales) es el poder que estas plataformas ofrecen a sus usuarios. Solo necesitas crear un perfil y estás listo para expresar tus ideas prácticamente al mundo entero. Tendrás un megáfono para compartir lo que quieras acerca de lo que sea. Algunos, especialmente la generación más joven, que creció con acceso a estas plataformas, consideran que el tener este tipo de megáfono es prácticamente un derecho humano. Las redes sociales son la plaza pública donde se discuten las ideas; no tener acceso a ellas es prácticamente ser incapaz de participar en la sociedad. Los aspectos negativos de las redes parecen ser el costo inevitable de obtener ese supuesto derecho.

Hay varias fallas en esa lógica. Para empezar, como ha señalado (en inglés) el autor Cal Newport, es ingenuo considerar a las redes sociales como equivalentes a una verdadera plaza pública para el mundo. «Twitter dista mucho de ser un lugar de encuentro para el debate democrático representativo», escribe. «Es mucho más probable que sus usuarios más activos se sitúen en los extremos políticos [… y] tienen tiempo para pasarse el día tuiteando, lo cual es un lujo bastante enrarecido».

Si bien sus argumentos se refieren específicamente a Twitter y Estados Unidos, aplican para las otras plataformas y otros países. Aunque mucha gente está en TikTok, no todo el mundo está en TikTok. Además, aquellos que tienen mucho tiempo para «tiktokear» probablemente poseerán características comunes que terminarán sesgando la conversación en lugar de ofrecer perspectivas verdaderamente diversas.

TikTok podría ser el lugar ideal para difundir ideas, pero definitivamente no es el lugar ideal para probarlas a la luz de la verdad

Hay otro problema con la idea de considerar a las redes sociales en general, y a TikTok en particular, como el pináculo del mundo de las ideas: las ideas no son solo para esparcirse, sino también para probarse. No todo pensamiento es digno de proliferar por el mundo, mucho menos sin ser examinado y retado. Por supuesto, todos deberíamos tener derecho a expresarnos con libertad y compartir nuestras ideas sin miedo a ser violentados. Esto no quiere decir, sin embargo, que todas nuestras ideas sean igualmente correctas y dignas de consideración.

TikTok podría ser el lugar ideal para difundir ideas, pero definitivamente no es el lugar ideal para probarlas a la luz de la verdad. Como me compartió el científico cognitivo Justin L. Barrett:

Pablo debatió en el Areópago porque ahí es donde las personas de Atenas iban a encontrar y debatir ideas. El debate ayuda a separar las ideas fuertes de las débiles. TikTok no hace eso, ya que el intercambio natural, la inspección prolongada de las ideas y la lectura de las señales sociales relativas al público y a los oradores están ausentes. Por eso dudo que Pablo hubiera utilizado TikTok para difundir el evangelio. La plataforma trivializa las ideas y las separa de las relaciones reales.

TikTok pone las reglas del juego sobre lo que puede decirse en su plataforma (ya se han metido en problemas (en inglés) por censurar contenido crítico hacia el gobierno de China), pero lo que prolifera es lo que gusta.

No te pierdas

TikTok hace visible lo popular. Hoy lo popular incluye la identidad de género, los llamados «derechos reproductivos» y el amarse a uno mismo por encima de cualquier otra cosa. Todas estas son ideologías contrarias al evangelio. TikTok está diseñada para ofrecerte lo que deseas… está preparada para entregar contenido que satisfaga las ansias de tu engañoso corazón. Si dejamos que sea esta aplicación la que llene nuestra mente, estamos exponiéndonos a conformarnos cada vez más a este mundo, en lugar de renovar nuestra mente para verificar la voluntad de Dios (Ro 12:2).

Algunos, ciertamente, han sido llamados a ser «misioneros digitales» en estos campos llenos de confusión. Es mi oración que la Palabra llene esos lugares y alcance a los que están extraviados. Pero también es mi oración que cada vez haya menos personas que estén dispuestas a entrar y perderse.


1 Uso la palabra adicción entre comillas porque adicción es un término clínico. Hasta hoy no existe un diagnóstico oficial de adicción a las redes sociales. Lee más sobre este tema aquí (en inglés).
2 También tienen su lado luminoso: en el reporte, por ejemplo, 25 % de las encuestadas dijeron que se encuentran con información útil acerca de la salud mental en TikTok. La pregunta es, ¿es más fuerte el lado oscuro o el lado luminoso?
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando