En el complejo mundo religioso del Medio Oriente, hay mucho progreso del evangelio en Egipto. Más del 5% de la población es cristiana en una tierra donde el cristianismo está presente desde el primer siglo. Esto ha permitido que Egipto tenga más iglesias, pastores e incluso seminarios que la mayoría de los demás países del Medio Oriente y el norte de África. Pero la persecución también ha ido en aumento.
Durante los últimos 20 años, la minoría cristiana en Egipto ha sido sometida a una “yihad desde el vientre”. Las mujeres y niñas cristianas son el objetivo de un proceso sistemático de islamización, generalmente a través de desapariciones forzosas o al ser engañadas o coaccionadas para mantener una relación con un hombre musulmán.
Esto conduce a una separación completa de sus familias cristianas y a una conversión forzada al islam. Muy pocas mujeres logran escapar, y la policía no puede o no quiere encontrar a los perpetradores.
Muchas de estas mujeres ya estaban casadas y tenían hijos con sus esposos cristianos. Según la ley islámica Sharia, si una mujer se convierte al islam y tiene hijos de su esposo cristiano, ella y su nuevo esposo musulmán tienen derecho a tomar a los niños y convertirlos al islam.
Maneras de orar:
- Alaba a Dios por los cristianos en Egipto que han entendido el evangelio y por aquellos que trabajan para producir recursos en árabe.
- Por el fin de esta práctica horrenda y por las víctimas, para que el Señor les permita escapar o dar testimonio del poder del evangelio.
- Por el equipamiento de las iglesias locales, los pastores y los ministerios de mujeres con recursos bíblicos sólidos, para que puedan ministrar a las mujeres atrapadas en estas situaciones.
“Bendigan a los que los persiguen. Bendigan, y no maldigan. Gócense con los que se gozan y lloren con los que lloran” (Romanos 12:14-15).
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