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¿Las mujeres valen menos que los hombres en la Biblia?

Cómo entender la ley de Levítico 27 que puede dar la impresión de que Dios valora menos a las mujeres que a los hombres.

Decir que en la Biblia las mujeres valen menos que los hombres es una gran acusación, aunque una muy común. Uno de los pasajes bíblicos a los que se recurre con frecuencia para esto es Levítico 27. La acusación surge debido a los siclos brillantes, ya que en este pasaje, ¡las mujeres son valoradas por menos siclos!

Los siclos eran una unidad de valor para los judíos antiguos, como nuestro dólar australiano o la libra inglesa.

En Levítico 27, si alguien, un hombre o una mujer, hacía un voto especial y quería dedicar una persona al SEÑOR, entonces debía pagar la dedicación en siclos. Aquí es donde parece que las mujeres valen menos. En su mejor momento, una mujer entre los 20 y los 60 años solo se valoraba en 30 siclos. Mientras que un hombre de la misma edad era valorado en 50 siclos.

Parecería que las mujeres valen menos. Ahí lo tienes: la evidencia incriminatoria en el último capítulo de Levítico. “La Palabra de Dios dice que las mujeres no valen nada. Tenemos todas las pruebas que necesitamos en estos dos versículos de Levítico. “Desechemos la Biblia”, pudiera decir alguien luego de ver el asunto superficialmente.

Sí, hagámoslo. De no hacerlo, podríamos seguir leyendo algunas pocas frases más y descubrir que tenemos un problema. En realidad, no es tan simple.

  • Los niños y los más pequeños eran valorados 20 y 5 siclos.
  • Los hombres mayores de 60 años solo eran valorados en 15 siclos.

Sí, se le daba una valoración más alta a los hombres que a las mujeres en cada grupo de edad. Pero si el problema real era que los hombres son más valiosos que las mujeres, ¿por qué se valoraba más a las mujeres de un grupo de edad en comparación con los niños o los hombres mayores? Si ser hombre fuera más valioso, de seguro que todos los hombres serían valorados por encima de las mujeres sin importar su edad.

Este es el problema de leer el contexto y pensar, porque ahora tenemos preguntas que responder. Pero afortunadamente, hay respuestas en las siguientes dos oraciones:

“Pero si es más pobre que tu valuación, entonces será llevado delante del sacerdote, y este lo valuará; según los recursos del que hizo el voto, el sacerdote lo valuará” (Levítico 27:8).

Dios valora a los pobres. La ley de Dios lo dice una y otra vez. ¡Pero son valorados por menos cuando se trata de la ofrenda que deben presentar! ¿Por cuánto menos son valorados? Son valorados según sus recursos. Tienen menos dinero, por lo que se les impone una carga menor para hacer el mismo voto. Porque Dios los valora, los pobres pagan menos.

Esto cambia las cosas

Esto cambia las cosas. La valuación más baja de las mujeres, los ancianos y los niños es un acto de bondad que refleja su capacidad para ganar dinero o aun tener alguna riqueza en una sociedad preindustrial / agrícola. Las mujeres deben pagar menos no porque no valgan nada, sino para reducir la carga financiera para ellas o para sus familias.

Dios quiere que los pobres, los niños, los ancianos y las mujeres estén dedicados a Él porque Él los valora mucho.

Pero aquí no se acaba la fiesta para los contables. Los siclos brillan en otro lugar donde se muestra el valor de ambos géneros ante Dios. Durante un censo de la nación se paga medio siclo por cada persona sin excepción: hombre o mujer, joven o anciano. ¿Por qué? Porque cada persona es un miembro igualmente valorado de la nación de Israel y cada uno debe pagar medio siclo para hacer expiación por sus vidas (Éx 30:12-17).

No se trata de los siclos, sino de la imagen de Dios

Basta de los siclos brillantes. El verdadero asunto son las imágenes. El primer capítulo de la Biblia deja absolutamente claro que las mujeres tienen un valor infinito a los ojos de Dios. Las mujeres están hechas a imagen de Dios, así como los hombres:

“Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra’. Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:26-27)

Nota la última línea: Dios… los creó. Tanto el hombre como la mujer son iguales en valor, ambos hechos a imagen de Dios. La imagen no es un individuo aislado o solo hombres, es masculino y femenino juntos. No te dejes distraer por la palabra hombre en las primeras líneas del versículo 26 o 27. El contexto muestra que esto se refiere a la humanidad. Es la humanidad la que es bendecida por Dios, se multiplicará y llenará la tierra. No, estoy seguro de que no se puede referir solo a hombres. Necesitas a un hombre y a una mujer para toda esa multiplicación (Gn 1:28).

Ahora, si los primeros capítulos de la Biblia se escribieron para justificar y crear el patriarcado, haciendo a los hombres más valiosos que las mujeres, entonces el escritor de Génesis realmente lo arruinó. En el primer capítulo de toda la Biblia, al crear el marco para todo lo que vendría después, hizo a hombres y mujeres iguales en valor, dignidad y mérito ante Dios.

Jesús es la prueba de que Dios valora a las mujeres

Por eso Dios trata a las mujeres con tanta amabilidad. Cada vez que Jesús se relacionó con una mujer, la trató con respeto y dignidad, sin importar su posición en la sociedad: prostitutas, endemoniadas, ancianas y rechazadas, jóvenes y vulnerables. Durante su vida, Jesús trató a todas las mujeres con dignidad, respeto e incluso amor. También lo hizo en su muerte. Él murió por ellas.

Las mujeres son mostradas como sus discípulas más fieles. En el Evangelio de Marcos, fueron las mujeres junto con un centurión romano quienes con valentía se quedaron para ver morir a Jesús. Fueron las mujeres las que se arriesgaron a asociarse con Jesús para ver dónde estaba su cuerpo. Fueron las mujeres las que tanto valoraban a Jesús, quienes vinieron a embalsamar su cuerpo y descubrieron que no había cuerpo para embalsamar. Fueron las mujeres las primeras en descubrir y escuchar: “Ha resucitado”.

Las mujeres no valen menos en la Biblia. Valen más de lo que entendemos.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition: Australia. Traducido y adaptado para nuestra audiencia por Equipo Coalición.
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