¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

¿Qué nos dice la menopausia sobre Dios y sobre nosotras mismas?

La palabra “M” (menopausia) genera diferentes reacciones. Si tienes mi edad (finales de los 40), es posible que te interese e inquiete al mismo tiempo: es lo que viene en tu futuro inmediato. Si eres joven, podrías pensar que no tiene nada que ver contigo. Si eres hombre, quizás desviarías tu mirada preguntándote por qué estamos hablando de asuntos de mujeres otra vez.

La menopausia es un “asunto de mujeres” que fácilmente se pasa por alto. Pero la discusión está comenzando a llevarnos por un camino más útil. El libro reciente de Rachel Jones, A Brief Theology of Periods (Una breve teología de los períodos menstruales), ayuda a traer estos temas bajo un enfoque teológico de manera útil y con gracia. Después de todo, algo que es un “asunto de mujeres” afecta al 50% de la población, y a más del 50% de nuestras iglesias donde la proporción de mujeres es mayor, lo que probablemente significa que deberíamos mirar este tema más de cerca.

Puntos de vista sobre la menopausia  

La medicina moderna ve la menopausia como una condición que necesita ser tratada para que una mujer pueda continuar funcionando a su capacidad anterior. Para una sociedad que valora estar joven, la menopausia significa la muerte del propósito y estatus de una mujer. Una vez que has pasado por la menopausia, eres oficialmente mayor. Para muchas mujeres, ser anciana significa que se vuelven menos personas, en algunos casos, incluso invisibles.

¿Es esto lo que Dios quiso para sus hijas hechas a su imagen?

La menopausia como parte del orden creado

Una cosa que podemos decir es que la menopausia es exclusivamente femenina y está ligada a nuestra capacidad de tener hijos. La menopausia es el momento en que una mujer deja de producir óvulos y, por lo tanto, marca el tiempo posterior en el que ya no puede tener hijos. Según esa realidad biológica, la menopausia es parte del orden integrado en el mundo. Permite que nuestro mundo y nuestros cuerpos funcionen en un patrón predecible y comprensible. También clarifica cuando algo está ocurriendo fuera de la norma (es decir, cuando Dios está interviniendo directamente en nuestro mundo).

La menopausia sigue siendo parte de la voluntad de Dios… algo que Él usará para revelar su gloria

Por lo tanto, cuando Sara queda embarazada de Isaac pasada la edad de procrear (He 11:11), sabemos con certeza que fue la intervención de Dios porque era biológicamente imposible para ella haber concebido. Si la menopausia no fuera un límite biológico, no sabríamos que esta fue una obra de Dios.

Para el resto de nosotros, la menopausia sigue siendo parte de la voluntad de Dios, algo que Él ha codificado en el cronograma de nuestra biología. Es un “hecho” de nuestras vidas. Es algo que Él usará para revelar su gloria.

¿Dios, por qué todos los síntomas?

Sin embargo, la menopausia es un momento difícil para la mujer tanto física como emocionalmente. Hay sensaciones de falta de aire y momentos de subidas y bajadas de temperatura, falta de sueño, fatiga generalizada, molestia durante las relaciones sexuales, ansiedad, osteoporosis y pérdida de cabello, lo cual afecta negativamente su estado de ánimo y su salud mental.

En este sentido, la menopausia es un síntoma y un recordatorio de la caída, la cual ha impactado toda la creación, incluida la biología de la mujer (Gn 3:16); es parte del gemido de toda la creación que anhela ser liberada de su deterioro (Ro 8:21).

Si ese es el caso, podemos saber que Dios estará con nosotras durante este tiempo. Es un motivo para apoyarnos en Él y probar sus promesas: que nada puede separarnos de su amor en Cristo y que Él, de alguna manera, nos hará más que vencedores (Ro 8:37-39).

También podemos acceder a tratamiento y apoyo médico, pero lo que nos pasa es algo natural y, por lo tanto, en gran medida no puede ser controlado. Sin embargo, podemos mirar a Dios como nuestro pilar y usar la medicación y la dieta como apoyo (no al revés).

Una nueva vida, en lugar de la muerte de quien fuimos

Sin embargo, hay otro elemento en la menopausia. Si bien este mundo roto ve el valor de una mujer en su capacidad de tener hijos, en su juventud y belleza, Dios ve el valor de una mujer en su relación con Él. Si vemos la menopausia como la ve el mundo, podríamos llegar a creer que una mujer después de la menopausia está acabada. Si vemos a una mujer como la ve Dios, debemos preguntarnos: ¿qué significa la menopausia para los propósitos de Dios?

La menopausia no es una muerte, es una transición… es el comienzo de algo nuevo

La menopausia no es una muerte, es una transición. Tendemos a enfocarnos en la parte de la transición que significa el final de una etapa, pero también necesitamos enfocarnos en la parte de la transición que significa el comienzo de algo nuevo. Es el comienzo de la vida sin períodos menstruales y la posibilidad de un embarazo. ¿Cómo luce esa vida? ¿Cómo podría lucir? ¿Qué nos da eso, tiempo? ¿Energía? ¿Recursos? ¿Espacio mental? ¿Podría esta libertad tener algo que ver con el papel importante y oficialmente reconocido de las mujeres mayores y las viudas en el Nuevo Testamento (ver 1 Ti 5; Tit 2: 3-4)? No quisiera llevar demasiado lejos este punto bíblico, ya que el mensaje para esas mujeres y su lugar dentro de la comunidad de Dios tiene un significado más profundo que la biología. Pero es muy interesante el hecho de que una transición biológica nos permita hacer esa transición hacia estos planes que Dios tiene para nosotras.

Independientemente de cómo funcione esta transición en nuestras vidas, creo que hay una oportunidad pastoral y una responsabilidad para los ministros, los líderes pastorales y cada una de nosotras como parte del mismo cuerpo. Tenemos la responsabilidad gozosa de apoyar a las mujeres durante el proceso de la menopausia y entender cómo esta podría limitar sus capacidades de forma temporal. Es una oportunidad de ayudarlas a pensar detenidamente sobre los cambios y a aceptar el nuevo lugar a la cual Dios las está llevando, sin la presión de tratar de ser lo que eran antes.

Como mujer, significa mucho para mí que Dios haya codificado una razón en mi biología. Tengo miedo de lo que vendrá después, pero sé que tengo grupos pastorales a mi alrededor con los que puedo hablar y en los que puedo confiar. A medida que aprendo más, tengo la esperanza de poder apoyar también a otras de manera pastoral.

Por ahora estoy pensando en lo que significará para mí cuando supere ese punto; lo que significará para mi vida y mi identidad y lo que me permitirá hacer. No tengo la respuesta para eso todavía, pero sé que Dios tiene un propósito en esto.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition: Australia. Traducido por Equipo Coalición.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando