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Los cristianos en China se enfrentan con nuevas dificultades a medida que el gobierno aumenta su control sobre la religión, esta vez prohibiendo la venta online de Biblias en el país.

Aunque el cristianismo no es ilegal en China, el estado siempre ha controlado y limitado la distribución de Biblias por iglesias aprobadas por el gobierno. En años recientes se permitió la venta a través de sitios web como Amazon, Taobao, y JD.com.

Esta nueva medida va acorde a las políticas del gobierno chino desde el 2012 con la llegada de Xi Jinping a la presidencia. “Bajo Xi, muchas políticas de persecución se han expandido y evolucionado. Se ha establecido un entorno legal más restrictivo. La represión se ha expandido para apuntar a más congregaciones y líderes registrados en el estado. Y el gobierno ha adaptado los controles religiosos a un nuevo panorama tecnológico, aumentando la vigilancia electrónica en los lugares de culto y encarcelando a los creyentes por compartir contenido en plataformas de redes sociales o utilizando herramientas para eludir la censura de Internet”, reportó el año pasado la organización Freedom House.

Pero ahora, la prohibición de la venta online dificulta la libertad religiosa en un país en el que hay entre 72 y 92 millones de adherentes al cristianismo, de los cuales entre 60 y 80 millones son protestantes. La mayoría de ellos no están registrados ante el estado, como demandan las leyes, teniendo barreras para adquirir Biblias por otros medios.

Al mismo tiempo, según una publicación reciente del gobierno chino, ellos insisten en que están comprometidos con la libertad religiosa, mientras afirman que “China mantendrá el principio de que las religiones en China deben ser de orientación china y proporcionará una orientación activa a las religiones para que puedan adaptarse a la sociedad socialista”. En otras palabras, el gobierno quiere enseñar a los cristianos (y a las demás religiones) a “adaptar” su fe a la política socialista y atea oficial del país. Incluso, hay rumores de una versión “oficial” de la Biblia, editada a favor de las ideas del gobierno.

Entendiendo que la sana doctrina está creciendo en China y que la fe protestante ha aumentado considerablemente en años recientes, no debe sorprendernos que se levanten nuevas amenazas para la iglesia en ese país. La historia de la iglesia, como muestra la misma Biblia, nos enseña que las pruebas y dificultades son de esperarse cuando la Palabra de Dios se está expandiendo (cp. He. 4:23-31; 2 Tim. 2:8-9). Y Dios es experto en glorificarse en medio de estas adversidades.

Estos eventos deben motivarnos a orar por nuestros hermanos en China y también por el gobierno del país (1 Tim. 2:1-4). Que el Señor sea glorificado en esta nación, fortalezca a su pueblo, llene de sabiduría a los pastores y líderes en la iglesia, levante misioneros intrépidos en medio nuestro, cambie los corazones de los enemigos de la fe, traiga salvación a los perdidos, y exalte el nombre de Cristo en China y en todo el mundo.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta”, Hebreos 4:12-13


Imagen: Lightstock.
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