¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Algunas de nosotras hacemos listas constantemente, somos del tipo que escribe una tarea que ya realizó, solo para tacharla. Las listas nos dan una sensación de logro. Las listas mantienen nuestro cerebro organizado. Quizá más importante aun, las listas son esenciales para recordar los detalles de la vida que nuestros cerebros envejecidos olvidan.

La mala memoria es la motivación para una nueva lista de la que te hablaré, la cual vale tu tiempo. Para las mamás, es mucho más importante que recuerden las líneas en esta lista que las tareas que deben realizarse hoy.

Una lista para cada mamá

Mi lista comenzó cuando mi hija mayor tenía unos cuatro años. Yo pensé que ella estaba con mi esposo, quien caminaba a través de un estacionamiento transitado. Él pensó que se quedaría conmigo. Los dos estábamos equivocados. Ella intentaba seguir a papá sola por una calle muy concurrida. Levanté la mirada justo a tiempo para ver un coche deteniéndose a unos cuantos metros de ella, mientras ella caminaba tranquilamente.

Ese es un momento que vale la pena catalogar.

De igual manera, aquel momento en que mi hija cayó en una piscina, y estábamos lo suficientemente cerca para sacarla rápidamente. O el momento en que la puerta de la piscina se dejo abierta accidentalmente, pero ningún niño entró. Luego hubo momentos en que los niños estaban a unos centímetros de lastimarse gravemente la cabeza, o estuvieron cerca de ser golpeados por grandes objetos que caían. Todos esos días pudieron haber sido muy diferentes de lo que fueron.

Básicamente, la lista es un registro de las ocasiones, incidentes, y momentos en que las cosas podrían haber ido terriblemente mal, y no fue así. Es una lista de la fidelidad de Dios hacia nuestra familia, un registro de su bondad. Estamos decidiendo recordar que Dios ha sido bueno con nosotros. Protegió a nuestros hijos incluso cuando no sabíamos que necesitaban protección.

Recuerda adorar

Registrar la fidelidad infalible de Dios no es una idea nueva o invención. Israel a menudo recordaba la bondad de Dios hacia ellos (Sal. 40:5; 78; 105:5). El Salmo 9:1 dice: “Daré gracias al Señor con todo mi corazón; todas Tus maravillas contaré”. Relatar la bondad de Dios trae a nuestras mentes detalles que deben encender nuestros corazones para adorarlo nuevamente.

Como nosotros, el pueblo de Dios en la Biblia era bueno para olvidar las maneras en que Dios los había librado. Por ejemplo, en Josué 4. Después de que Israel había cruzado el Jordán, se les ordenó que realizaran un monumento de piedra. El objetivo de esto no era simplemente recordar la bondad general de Dios en abstracto. Dios quería que recordaran específicamente cuando “las aguas del Jordán quedaron cortadas delante del arca del pacto del Señor” (Jos. 4:7). Se ordenó hacer un recordatorio vivo para representar un acto específico de Dios.

Del mismo modo, Dios ha sido bueno con nosotros de maneras muy específicas. Es hora de que hagamos recordatorios vivos para nosotros mismos. Como mínimo, los detalles de la liberación de Dios merecen ser registrados para desencadenar nuestra memoria y provocar alabanza en el futuro.

Deposite en su fideicomiso

Habrá ocasiones en que las cosas salen mal. Es probable que en algún momento terminemos en la sala de emergencias con nuestros hijos. Surgirán preocupaciones apremiantes de salud. Cuando estas pruebas ocurren, podemos comenzar a preguntarnos si Dios se ha olvidado de nosotros y de nuestros hijos. Recordar intencionalmente la bondad de Dios nos recuerda que siempre tenemos la atención de Dios. Siempre. El problema es que no siempre nos damos cuenta.

Dios quiere que maduremos en nuestra santidad, por lo que nos trae pruebas y dificultades para examinar, refinar, y probar nuestra fe (1 Pe. 1:6-9). La fidelidad de Dios demostrada en el pasado pretende ser un puente para ayudarnos a cruzar las pruebas, sabiendo que este es simplemente el siguiente, más difícil, pero mejor ejemplo de la bondad de Dios para nosotros. Recordamos la bondad de Dios en el pasado para recordarnos a nosotros mismos que las cosas duras en el futuro provienen del mismo Dios bueno.

Por cada vez que Dios permite el dolor en la vida de tu hijo, es probable que haya cien veces más en las que Él lo haya prevenido. Cada vez que tu hijo fue protegido, fue solo por la mano de un Dios omnisciente y todopoderoso. Cuando Dios elige no proteger, debemos confiar en que Él es el mismo Dios bueno. Debemos confiar en que tiene sus motivos. Debemos confiar en que Él está desarrollando sus buenos planes para nosotros (Ro. 8:28).

En lugar de echarle la culpa a Dios cuando las dificultades inevitablemente vienen, podemos recordar la bondad pasada de Dios para con nosotros, y estar seguros de que su cuidado paternal es sabio y amable.

El registro perfecto de Dios

Como padres, esperamos que nuestro historial con nuestros hijos demuestre nuestro amor (si alguna vez se pone en duda). ¡El historial de amor de Dios supera el nuestro por mucho! Sabemos que tenemos un Dios que ha hecho grandes promesas, y nunca ha dejado de cumplirlas, ni siquiera por un momento. Un registro de la protección de Dios, su provisión, sus cuidados y misericordias, simplemente suman a la lista masiva de razones por las que debemos confiar en él.

No hay necesidad de que hagas tu lista muy sofisticada. Podría ser tan simple como una nota en tu teléfono. El punto es tenerla a mano. La querrás cada vez que notes que las cosas podrían haber ido mucho peor, y que Dios fue inmerecidamente bueno contigo. Por supuesto, cada aliento que tomamos es inmerecido y por lo tanto un regalo de Dios (Hech. 17:25), pero como Israel, queremos ser específicos en las maneras en que Dios es especialmente misericordioso con nosotros.

¡Y nunca sabes cuándo la necesitarás! Las pruebas vendrán, y cuando vengan, recuerda que Dios ha demostrado su amor compasivo y sabio en tu vida, una y otra vez.

Ya sea que te guste hacer listas o no, puedes estar segura de que al menos una lista vale tu tiempo. Dios ha intervenido, protegido, y ha sido bueno contigo y con tus seres queridos. ¡Recuerda todas sus maravillas!


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Jenny Midence-García.
Imagen: Lightstock
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando