¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

“Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho”, Santiago‬ ‭5:16‬.

Es difícil admitir nuestros errores, especialmente si son apuntados por otras personas. Nuestra reacción inicial es justificarnos en las circunstancias externas. Sin embargo, cuando no tenemos más excusa o escapatoria, buscamos establecer resoluciones y propósitos de cambiar y no cometer los mismos errores otra vez. Entonces queremos movernos rápido y dejar esos momentos atrás lo antes posible. Pocas veces reconocemos esos instantes como reveladores de nuestra verdadera condición de debilidad.

En este pasaje, Santiago nos exhorta a confesarnos, los unos a los otros, los errores y las ofensas que hemos tratado de solucionar en nuestras fuerzas. Se trata de confesar los pecados que nos hacen romper nuestra comunión con Dios, y nos llevan a actuar como Adán y Eva “escondiéndonos” de su presencia.

Cuando confesamos nuestros pecados, no solo nuestras acciones son expuestas, sino también nuestro corazón. Sin embargo, ese estado de exposición, en lugar de provocar una resolución, trae un momento de invitación a venir gozosamente y con gratitud al trono de la gracia. Somos invitados a pedir perdón a Dios, y pedir el consejo de otras personas con mayor experiencia en el camino de la fe. Ellas pueden ayudarnos a reconocer los ídolos en los que hemos confiado, y la incredulidad que se ha anidado en nuestro corazón para no ver a Dios como suficiente. Incluso esta invitación se extiende a las personas que han recibido las consecuencias de nuestras acciones, no solo para disculparnos con ellas, sino también para que nos ayuden a ver el peso de nuestra ofensa en sus vidas.

Las buenas noticias para ti y para mí son que, como dice Santiago, “el Señor es muy compasivo y misericordioso” (v. 11‬). Además, gracias a la obra de Cristo en nuestro favor y en nuestro lugar, también nos ha provisto el ministerio de la oración para que intercedemos, con gracia y amor, los unos por los otros, ya que “el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga” (‭‭1 Co.‬ ‭10:12‬).

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.


IMAGEN: LIGHTSTOCK.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando