“Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan”, Jonás 2:8 RVR1960.
¡Cuánto trabajo nos cuesta no seguir vanidades ilusorias! Luchamos con las ofertas de los ídolos del corazón que prometen darnos la seguridad, el propósito, y la felicidad que solo nuestro Señor Jesucristo nos puede dar.
Así como Jonás, tú y yo muchas veces nos vemos “atrapados dentro de un gran pez” del que no podemos escapar. Las mentiras del enemigo, del mundo, y de nuestro corazón engañoso se han vuelto como una prisión.
Aún siendo nosotros de Dios, es fácil “salirnos” de la bendición que encontramos en Él, olvidando las implicaciones prácticas y funcionales que ya fueron ganadas a nuestro favor en el evangelio. Vivimos como si estas verdades no funcionarán “en el mundo real”, no tuvieran relevancia en nuestra vida, y parecieran ser solo lecciones de escuela dominical, o creencias y convicciones que aún no han sido transformadas en nuestra mente.
Cuando nos vemos en esta situación, experimentando las consecuencias de nuestras malas decisiones, es fácil pensar que Dios nos ha abandonado. Sin embargo, somos nosotros mismos, como dice el versículo, los que abandonamos su área de protección en nuestra vida.
Interesantemente, no dice que abandonamos su bendición, sino su misericordia; pues sigue siendo una obra de amor, y evidencia de su gracia, el que podamos seguir experimentando sus bendiciones.
Las buenas noticias para ti y para mí son que esto no significa que hemos perdido nuestra salvación, pues Dios ha hecho un pacto de gracia con los suyos de manera que podemos estar seguros de su compromiso y obra por nosotros. Es más que un mero contrato en el que hay expectativas condicionales para ambas partes y beneficios mutuos.
Gracias a la obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, por nosotros y en nuestro favor, aunque olvidemos su provisión y dejamos que nuestro corazón se vaya tras vanidades ilusorias, su pacto de gracia con los suyos es unilateral e independiente de nosotros mismos para terminar su obra en nosotros por amor.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.
