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Durante el mes de noviembre, los miembros de #CoaliciónLee estuvimos leyendo Fuertes y débiles, de Andy Crouch.

En esta entrevista, el autor nos explica cómo luce el florecimiento verdadero, la importancia de la comunidad a la hora de florecer, y la manera en que Jesús mostró su fortaleza y debilidad.


1. ¿Cómo se le ocurrió la idea de utilizar una gráfica 2×2 para ilustrar nuestra necesidad de ser fuertes y débiles para florecer?

En un libro previo ya había escrito acerca de la autoridad y la vulnerabilidad (Playing God: Redeeming de Gift of Power [Jugando a ser Dios: Redimiendo el regalo del poder]; desafortunadamente creo que no está disponible en español) y, conforme más pensaba en estos conceptos, me di cuenta de que podían adaptarse perfectamente en una 2×2. Las gráficas 2×2 suelen ser especialmente esclarecedoras cuando combinas dos ideas que parecen incompatibles u opuestas la una de la otra, y la autoridad y la vulnerabilidad definitivamente cumplen con los requisitos. De lo que no me di cuenta cuando se me ocurrió esta idea por primera vez es lo dinámico que es el gráfico; no solo describe cuatro opciones estáticas, sino que en realidad expone dos caminos para la vida.

Uno, de la parte inferior izquierda a la parte superior derecha, es la vía de desarrollo humano saludable desde la seguridad (autoridad baja, vulnerabilidad baja) hasta el florecimiento. Es el camino de lo que he llegado a llamar “poder creativo”, el poder ejercido por buenos padres, maestros, y líderes conforme ayudan a otros a aumentar tanto su autoridad como su vulnerabilidad significativa.

El otro camino comienza en la parte superior izquierda pero termina en la parte inferior derecha, y aunque inicia con una búsqueda de control (autoridad alta, vulnerabilidad baja), al final de cuentas se caracteriza por la violencia; la violencia requerida para forzar a alguien a llevar vulnerabilidad que no se supone deben llevar. Es el camino del poder coercitivo o de la dominación.

Y ambos son viajes, por así decirlo, trayectorias para los individuos y las comunidades. Muchas cosas en nuestro mundo pueden resumirse en estos caminos alternativos. Me pareció que resultó un modelo muy útil para mis decisiones diarias, como también para las más grandes decisiones que enfrentamos como comunidades y naciones.

2. ¿Qué significa florecer? ¿Por qué todos necesitan ser fuertes y débiles para florecer?

Una manera de definir el florecimiento, al menos para los seres humanos, es usar la antigua pregunta judía: “¿Cuál es el más grande mandamiento?”. Porque, sea cual sea ese mandamiento, será el bien mayor para nosotros. Y la respuesta de Jesús, la cual estaba alineada con la manera en que los judíos de ese tiempo y de hoy responderían, fue: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente… Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Curiosamente, Jesús añadió la palabra “mente”, que no se encuentra en el pasaje de Deuteronomio 6, sugiriendo que desarrollar nuestra mente y otras capacidades es importante para nuestro florecimiento).

Lo que esto quiere decir, me parece, es que el florecimiento para los seres humanos involucra todo aspecto de nuestro ser (corazón, alma, mente, fuerza), llevado a su plenitud (la implicación de la palabra “todo”), por causa del amor.

Así que pienso en el florecimiento como la condición en la que estás usando todas tus capacidades creadas en el contexto del amor a Dios y al prójimo. Y para poder vivir esto, necesitas tener autoridad, la capacidad de actuar significativamente, incluyendo fuerza literal. Pero también necesitas vulnerabilidad, porque el amor requiere riesgo y dependencia de otros, en lugar de control y autonomía. Así que dentro de la misma definición del florecimiento, de acuerdo a Jesús y la tradición judía, se encuentran tanto la autoridad como la vulnerabilidad.

3. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que vemos a Jesús ser fuerte y débil en su vida diaria a lo largo de los Evangelios? ¿Cómo podemos imitarlo?

Bueno, por supuesto, Jesús enseñó con “autoridad, y no como los escribas” (Marcos 1:22) y tuvo autoridad sobre tanto la enfermedad como los poderes demoníacos. Él también era increíblemente decisivo y audaz al alcanzar su misión.

Pero, por otro lado, según el estándar del Imperio Romano e incluso de los judíos, Jesús no era impresionante. Él no podía dar órdenes a soldados o recolectar impuestos, él caminaba en lugar de ser transportado en un carruaje o caballo, él hablaba con un regional acento galileo. Y, sobre todo, él utilizó su firmeza y audacia para conducir a sus discípulos y a él mismo directamente hacia el camino del peligro por parte de las autoridades romanas y judías, y voluntaria y libremente sufrió tortura y la muerte.

El ejemplo más extraordinario de estas dos cualidades juntas en los Evangelios es la transfiguración, donde Pedro, Jacobo, y Juan miran a Jesús con la develada autoridad del Hijo de Dios, acompañado de Moisés y Elías. Pero Lucas nos dice lo que estaban discutiendo en el resplandor de la gloria sobre la montaña: la pronta “partida” de Jesús a Jerusalén, su sufrimiento y muerte. Así que incluso en el momento de mayor autoridad visible de Jesús, la transfiguración, él se estaba preparando para su momento de mayor vulnerabilidad, la cruz.

Supongo que la manera en que podemos imitar a Jesús no es tanto al imitar cierto grupo de comportamientos sino al simplemente permitirle que nos transforme a su imagen. Esto significa que adquiriremos más autoridad; conforme nos “vistamos de Cristo” obtendremos su capacidad para enseñar y hablar la verdad, sanar, expulsar demonios, y representar al Creador en medio de su creación. Pero también estaremos dispuestos a tomar más y más riesgos para ser como Cristo, y veremos más y más a nuestra debilidad (como el “aguijón en la carne” de Pablo) como parte de lo que nos da la habilidad de representarlo en el mundo, como siervos sufrientes.

Incluso en el momento de mayor autoridad visible de Jesús, la transfiguración, él se estaba preparando para su momento de mayor vulnerabilidad, la cruz.

4. ¿Cuál es la importancia de la comunidad en nuestro florecimiento?

La comunidad es esencial, primero que nada porque el florecimiento fundamentalmente se trata del amor, y no podemos amar en aislamiento. La comunidad también es esencial porque es solo en comunidad que adquirimos verdadera autoridad, y solo la comunidad puede ayudarnos a soportar la verdadera vulnerabilidad. La autoridad, la “capacidad de acción significativa”, siempre es resultado de una comunidad de personas; ninguno de nosotros tendría capacidad de acción si no tuviéramos una comunidad de familia, amigos, vecinos, y sociedad. Y las comunidades más sanas, las que están construidas en amor, son las que pueden tomar nuestras vulnerabilidades y debilidades y ayudarnos a encontrar significado en ellas.

El florecimiento fundamentalmente se trata del amor, y no podemos amar en aislamiento.

5. ¿Podría dirigir un breve mensaje a las más de 7000 personas que conforman Coalición Lee, el grupo de lectura de TGĆ, quienes leyeron “Fuertes y débiles” durante noviembre?

Probablemente lo más importante que puedo decir es: “¡Sigan leyendo, juntos!”. Una vez escuché a un autor decir que “un libro es lo suficientemente largo para hacerte cambiar de opinión”. Los libros son un increíble regalo para cualquiera que desee amar a Dios con todo su corazón, alma, fuerzas, y especialmente su mente. Necesitamos desarrollar la atención sostenida que los libros requieren, y nos necesitamos unos a otros para leer bien y ser cambiados por lo que leemos de la manera correcta. Estoy muy agradecido de que exista este grupo de lectores, ¡y espero poder conocer a algunos de ustedes en los próximos años!

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