¿Cómo podemos reflejar el carácter de Cristo? Esta es la pregunta que Jen Wilkin, por medio del libro A Su imagen: 10 maneras en las que Dios nos llama a reflejar su carácter, nos invita a responder bíblicamente. En esta ocasión, te presento 20 citas edificantes tomadas de este recurso.
“La primera pregunta que debe hacerse el creyente que quiere conocer la voluntad de Dios para su vida no es ‘¿qué debo hacer?’, sino ‘¿quién debo ser?’” (p.11).
“Somos seres humanos creados para llevar la imagen de Dios, pero queremos más bien ser como Dios” (p. 19).
“La voluntad de Dios para tu vida es que seas santo. Que en tu vida sea evidente que has sido apartado” (p. 26).
“El amor humano, aun en sus mejores momentos, solo puede ser un susurro del amor puro y santo de Dios” (p. 30).
“El pecado puede hacer que amemos una versión incorrecta de Dios. Esta es la definición básica de la idolatría: un amor incorrecto” (p. 38).
“Gracias a Cristo, la ley de Dios nos entrena, pero ya no nos condena” (p. 62).
“El efecto inmediato de comprender la justicia de Dios será un deseo interno de obedecer. El efecto a largo plazo será un deseo externo de hacer justicia para otros” (p. 66).
“En el momento en que comenzamos a pedir gracia pensando que la merecemos, la contaminamos. Cuando la exigimos, la manchamos. Al hacerlo, asumimos el rol del hermano mayor del hijo pródigo” (p. 85).
“Las pruebas siempre demuestran la fidelidad de Dios, aunque puede que tardemos años en verlo. Y al demostrarnos la fidelidad de Dios, producen felicidad en nosotros” (p. 100).
“Gracias al poder ilimitado de Dios y su fidelidad inquebrantable, la esperanza que tenemos en Él se acompaña de certeza” (p. 103).
“Pacientemente, Él está produciendo en nosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad. Pacientemente, está haciendo que todas las cosas obren para nuestro bien y para su Gloria” (p. 111).
“Él es capaz de tenernos paciencia en nuestra debilidad porque entiende el fin desde el comienzo, y porque es capaz de no solo calcular el costo de la relación sino también de pagarlo” (p. 114).
“Cristo es nuestro ejemplo perfecto de paciencia con los pecadores, paciencia en las circunstancias y paciencia en el sufrimiento” (p. 115).
“La iglesia debe ser un baluarte de paciencia. Mientras el resto del mundo persigue la siguiente novedad cada ocho segundos o menos, nosotros debemos ser aquellos que fijan sus ojos en lo eterno” (p. 117)
“La verdad es todo lo que se ajusta a la realidad. Así que cuando reconocemos que Dios es veraz no solo afirmamos que Él es honesto, sino que afirmamos que Él define la realidad” (p. 122).
“La verdad de Dios es comunal, dada no solo para que el individuo pueda relacionarse correctamente con Dios, sino para que pueda relacionarse correctamente con los demás” (p. 125).
“Como Dios no está limitado por el tiempo, es capaz de determinar el fin desde el comienzo, actuando dentro del tiempo con una consciencia perfecta de todos los resultados” (p. 133).
“Cualquier pensamiento, palabra o acto que ponga en riesgo nuestra habilidad para amar a Dios y al prójimo es una insensatez. Es necedad absoluta” (p. 135-6).
“La Palabra de Dios nos da discernimiento en el ámbito que se podría decir es el más necesario: los pensamientos e intenciones de nuestro propio corazón” (p. 140).
“Hay una razón más importante por la que Dios nos dice que no nos hagamos ídolos o imágenes. Él ya nos hizo a Su imagen” (p. 148).
