Recientemente fui invitada a un “Baby Shower” de una pareja en nuestra Iglesia local, y me pidieron que compartiera una reflexión. Es interesante observar a las diferentes madres acercarse junto a la festejada a escuchar los diferentes consejos que las más experimentadas puedan dar.
Consejos que te animan, y consejos que posiblemente te llevan a hacerte la pregunta que todas las madres nos hemos hecho en algún momento durante nuestro embarazo.
¿Seré una buena madre?
Recuerdo que cuando supimos que estaba embarazada de uno de mis hijos, me regalaron un libro que nos mostraba la parte de su cuerpo que se estaba desarrollando cada semana, y mi esposo y yo nos poníamos de acuerdo y orábamos por esa parte en particular. Queríamos que el Señor formara su ser perfectamente.
Cuando nuestro hijo Gabriel estaba recién nacido, recuerdo haber leído un libro de Dr. Dobson que instruía en cómo criar a los hijos en los caminos de Dios. Yo quería ser la mejor madre posible.
Cuando la madre de la festejada me pidió que compartiera una reflexión, empecé a orar por un personaje en la biblia que nos hablara de la madre ejemplar, me estaba inclinando por la mujer de Proverbios 31. Pero el Señor me llevó a la vida de Eva.
¿Qué es lo primero que viene a nuestra mente cuando pensamos en Eva?
- Fue engañada por la serpiente.
- Tomó del fruto prohibido.
- Desobedeció el mandato de Dios, no solo ella sino también su esposo.
- Fue el primer ser humano pecador.
- Su pecado se convirtió en el pecado de toda la humanidad.
- Eva fue echada juntamente con su esposo del Huerto del Edén.
¿Qué clase de madre pudo haber sido Eva?
Sabemos que Eva tuvo hijos. Los dos primeros fueron Caín y Abel.
Uno fue el primer mártir porque adoraba a Dios, y el otro fue el primer asesino.
Sí pudiéramos decir que Eva fue la peor de las madres, pero no porque tuvo un hijo que asesinó a su hermano. Los dos tomaron decisiones individuales en cuanto a cómo vivir sus vidas. Eva fue la peor madre porque pecó directamente en contra de Dios al desobedecerlo, y porque deshonró a su esposo.
Me llamó mucho la atención, este versículo cuando empecé a estudiar más acerca de la vida de Eva: “Y el hombre (Adán) se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: “He adquirido varón con ayuda del Señor”, Génesis 4:1.
La Biblia no nos dice qué clase de madre fue Eva, pero aun si fue la peor de las madres, el versículo que acabamos de leer me lleva a pensar que dentro de ella había un corazón que reconocía que su Creador era Uno de gracia y de misericordia. Su Creador la había ayudado a concebir y tener hijos inmerecidamente.
Hay otros atributos y características de Eva que poco recordamos:
- Fue la primera mujer en la tierra.
- La primera esposa.
- La primera madre.
- La ayuda idónea de Adán.
- Fue creada a imagen y semejanza de Dios.
- Dios le dijo a Eva que en su simiente habría enemistad pero también en su simiente vendría vida.
Entre Eva y nosotros
Al igual que Eva, cada una de nosotras hemos sido marcadas con el pecado que heredamos de ella. Ninguna podemos decir que somos realmente las “buenas madres”, porque leemos en Marcos 10 que Jesús mismo le contesta al joven rico que solo Dios es bueno. Ahora bien, junto con Eva tenemos una promesa de redención:
“Pondré enemistad Entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el talón”, Génesis 3:15.
La simiente de Eva aplastaría al enemigo, y vencería al pecado de muerte eterna. Eva sabía que en su condición, ella nunca sería la mejor madre, pero quiero que recordemos nuevamente el versículo que nos narra cuando ella da a luz a su primer hijo, “Y el hombre (Adán) se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: “He adquirido varón con ayuda del Señor”, Génesis 4:1.
Eva reconoció que el mismo Dios que los corrió del Huerto no rompió su pacto cuando los creó al decirles que se multiplicaran y fructificaran para llenar la tierra.
Las palabras de Eva en este versículo son clave para ti y para mí, es únicamente con la ayuda del Señor :
- Que podremos tener las fuerzas para nutrir física, emocional y espiritualmente a nuestros hijos.
- Que podremos proveer para ellos un hogar de amor, fe y confianza.
- Que podremos instruirlos en la Palabra y el temor a Dios.
- Que tendremos la paciencia y les daremos gracia cuando nos desobedecen.
En fin, tú puedes llenar el blanco, (con la ayuda del Señor, podré ___________________), cuando te encuentres en una situación con tus hijos en el cual no sabes qué hacer.
Eva no solamente fue usada para traer el pecado a la humanidad. Eva, como su nombre nos enseña, fue creada para traer vida, y sabemos que por medio de ella hoy hay Uno en quien podemos tener vida y vida en abundancia. Eva cargaba en ella la simiente de nuestro Salvador, Jesús, el que es verdaeramente bueno.
No podemos cambiar nuestra naturaleza y herencia que recibimos por medio de Eva, pero su Simiente puede restaurarnos y salvarnos del pecado eterno. No hay duda en mi corazón de que con la ayuda del Señor podrás ser la madre que Dios quiere que seas.
