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Nota del editor: 

Para una perspectiva diferente sobre la psicología, te invitamos a leer el artículo 3 advertencias al cristiano sobre la psicoterapia.

Cuando se habla de estudiar psicología es común escuchar entre cristianos frases como «es sabiduría humana contraria a la Biblia» o hasta «es de Satanás». Se trata de una comprensión frecuente pero limitada. La psicología es una ciencia mucho más amplia de lo que conocemos. Su campo de estudio es la conducta humana, lo que le permite diferentes ámbitos de aplicación.

Si estás considerando estudiar psicología, quiero compartirte algunos puntos que te darán mayor claridad antes de tomar la decisión.

1. La psicología es más que Freud y el psicoanálisis

Sigmund Freud tal vez sea el referente más conocido de la psicología y posiblemente sea de quien más hayas escuchado hablar. Los conceptos y teorías del «padre del psicoanálisis» fueron muy audaces para su época, pero hoy encuentran poca aplicación. El reconocido filósofo Karl Popper calificó al psicoanálisis como una «pseudociencia» y criticó su falta de objetividad. Para Popper, dichas teorías no se podían comprobar bajo estándares científicos.[1]

Cuando lleves todo un semestre en la universidad saturado de teorías de este tipo, es posible que tu mente se agote y no quieras seguir. Si decides estudiar psicología, pide ayuda a Dios y ora por misericordia para aquellos que «profesando ser sabios, se volvieron necios» (Ro 1:22) al seguir toda clase de teorías sin poner en primer lugar a la Palabra de Dios.

2. La psicología clínica presenta conflictos para el cristiano

Dentro de la psicología clínica existen enfoques terapéuticos que buscan explicar la conducta desde perspectivas humanistas y ateas. Colocan al ser humano en el centro y justifican su supuesta naturaleza bondadosa. Esto representa un desafío para todo cristiano.

Ejemplos de estos enfoques son la Gestalt, el psicoanálisis, el conductismo, la terapia sistémico-familiar o la cognitivo-conductual. Debemos estar alerta y comprender que son enfoques imperfectos diseñados por humanos.

Dios nos ha llamado a ser luz, cualquiera sea nuestra vocación. Eso incluye a la psicología en todas sus áreas

Desde luego, son solo teorías y no la verdad misma. Que no te sorprenda si distan mucho de la Escritura. Mientras que estos enfoques humanistas dicen: «busca tu autorrealización», la Biblia enseña que: «ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios» (1 Co 10:31).

3. Existen muchas ramas dentro de la psicología

Aunque la psicología clínica sea la más conocida y conflictiva para los cristianos, existen muchas ramas posibles: psicología social, educativa, organizacional, deportiva, forense, legal, publicitaria, neuropsicología, entre otras más.

Tampoco pienses que fuera de la psicología clínica jamás tendrás conflictos; desde luego que los hay. En todo ámbito de trabajo somos desafiados a actuar dentro de la cosmovisión bíblica con integridad y sabiduría. Dios nos ha llamado a ser luz, cualquiera sea nuestra vocación. Eso incluye a la psicología en todas sus áreas de desempeño.

Sea cual sea la rama que escojas, procura conocer bien las Escrituras y haz todas las averiguaciones necesarias para conocer los pros y los contras. Luego de hacer tu elección, procura actuar como un buen cristiano y sé ejemplo para las demás personas a tu alrededor. «El que anda en integridad anda seguro, pero el que pervierte sus caminos será descubierto» (Pr 10:9).

4. Hay diagnósticos que requieren de un psicólogo

Hay situaciones en las que no se necesita un psicólogo y lo mejor será recurrir a un consejero bíblico. Pero hay asuntos relacionados con la conducta que sí merecen la opinión profesional de un psicólogo.

Por ejemplo, cuando un niño es extremadamente inquieto y tiene serias dificultades para prestar atención, es posible que tenga un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Eso significa que hay implicancias a nivel neurológico que «obligan» al niño a comportarse de tal manera. Allí es donde un psicólogo profesional puede ayudar.

Con esto no descarto a la Biblia como el mejor recurso espiritual provisto por Dios. En las Escrituras podemos hallar respuestas para múltiples asuntos. Sin embargo, existen áreas de conocimiento en las que Dios también provee de expertos para nuestro bien. Si estás enfermo, vas al médico; si tienes baja hemoglobina, vas a un nutricionista; y si tienes problemas con la espalda, vas a un fisioterapeuta. Del mismo modo con un psicólogo.

5. La psicología aplicada aporta a la comprensión de los procesos mentales

La psicología aplicada ha avanzado mucho, en especial en el campo de la neurociencia. En un estudio reciente se investigó el desempeño de la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva. Se compararon dos grupos de estudiantes, uno con desarrollo típico y otro con TDAH, categorizados, a su vez, en tres subtipos conocidos: inatento, combinado e impulsivo. Los resultados arrojaron que la memoria de trabajo en estudiantes con TDAH se ve alterada en los subtipos inatento y combinado, pero no en el impulsivo.

Estudia psicología a través de los lentes de la Palabra y no al revés

Estas investigaciones y otras similares son útiles para desarrollar nuevos métodos de estudio y mejores tratamientos para niños con este diagnóstico. Como cristianos, debemos reflexionar sobre cómo aplicar estos datos desde una perspectiva bíblica para el bien común. Por esto es excelente contar con cristianos preparados en psicología.

¿Es posible ser un «psicólogo cristiano»?

Una buena respuesta a esta pregunta dependerá de cuán firme sea tu crecimiento espiritual y tu compromiso con Dios. Yo diría que los psicólogos cristianos no existen, sino los cristianos que son psicólogos, es decir, que aplican conocimientos del campo de la psicología.

En palabras de John Piper:

Todas las ramas del aprendizaje existen en última instancia a efectos de conocer a Dios, amar a Dios y amar al hombre por medio de Jesús. Ya que amar al hombre significa, a fin de cuentas, ayudarlo a ver y a deleitarse en Dios por medio de Cristo para siempre, es correcto decir que todo pensamiento, todo aprendizaje, toda educación y toda investigación son para conocer a Dios, amarlo y mostrarlo (Piense, p. 183).

Si eliges la psicología sabiendo todo lo que te espera, no solo en los cinco o seis años de estudio, sino en toda tu vida, entonces hazlo en el temor de Dios. Camina con integridad, pidiendo sabiduría y consejo. Mantente arraigado en la Palabra. Si deseas especializarte en la psicología clínica (la rama de mayor conflicto para un cristiano), mi consejo es que te prepares en consejería bíblica.

Finalmente, como en cualquier otro campo del saber, estudia psicología a través de los lentes de la Palabra y no al revés.


[1] Karl Popper en Grim, P. (1982) Philosophy of Science and the Occult. State University of New York Press. Nueva York. Consultado el 2 de diciembre de 2021.
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