Dios está por nosotros. (Romanos 8:31).
Pero tengo esto contra ti. (Apocalipsis 2:4. Ver también 2:14, 20; 3:3).
Así que, ¿cuál es? ¿Dios es por nosotros, o Dios esta contra nosotros? Si estamos en Cristo, la respuesta es: quizás ambas. Dios es sin duda por nosotros, y Dios también podría estar en contra de nosotros.
Dios es por nosotros en un sentido absoluto, en Cristo. Tenemos paz con Dios (Romanos 5:1). Ahora no hay condenación amenazándonos, ninguna en absoluto (Romanos 8:1). Dios de antemano nos conoció, nos predestinó, nos llamó, nos justificó y promete glorificarnos (Romanos 8: 29-30). Dios es por nosotros.
Así que aquí está mi seguridad. Puedo pecar y como consecuencia provocar que mi matrimonio termine, puedo pecar y provocar mi salida del ministerio, puedo pecar y provocar mi decaimiento de salud física, y mucho más. Pero no puedo pecar y provocar que Cristo me abandone, y tú tampoco, porque la cruz de Cristo pagó la pena condenatoria por nuestros pecados.
Dios también podría estar en contra de nosotros en ocasiones. No es que nos des-justifique, pero Él nos podría disciplinar (Hebreos 12:5-6). Él podría oponerse a nosotros (Santiago 4:6). Podría enviar ira contra nosotros (2 Crónicas 19:2; 32:25). No ira condenatoria, sino ira purificadora, ira para corregir, por un tiempo. Incluso sus disciplinas y oposiciones son regalos de amor. ¿Como pudiera ser de otra manera? La sonrisa de Dios no es una sonrisa que lo aprueba todo. ¿Qué clase de Padre sería?
¿Es nuestro entendimiento del evangelio suficientemente bíblico para incluir una categoría para el Dios que es para nosotros, estando también en contra de nosotros? ¿Es nuestro entendimiento del evangelio lo suficientemente grande y complejo para que no sólo se sientan tranquilos sino también solemnizados? Si el único mensaje que estamos dispuestos a recibir es el de la seguridad de que la ira condenatoria de Dios ha caído en Otro, ¿por qué? ¿Por qué bloquear este otro mensaje claramente bíblico, advirtiéndonos que su ira correctiva puede caer sobre nosotros? Si estamos en Cristo, ¿por qué desviar cualquier cosa que la Biblia dice claramente?
Aun cuando Dios está en contra de nosotros, aún así, es por nosotros. Su amor quema lo que sea que nos impida adentrarnos más profundamente en su glorioso corazón.
“Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete.” (Apocalipsis 3:19).
