En medio de una larga y detallada discusión acerca de la resurrección en 1 Corintios 15, Pablo hace una declaración que nos deja confundidos:
“De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos?”, 1 Corintios 15:29.
¿Qué?
En medio de un capítulo lleno de buenos y claros argumentos, este versículo salta a la vista. Es cierto que la iglesia de Corinto tenía algunas prácticas desagradables, pero bautizarse por los muertos es extraño, incluso para ellos. Pablo lo menciona de pasada, dejándonos perplejos y sin seguridad de lo que está pasando en Corinto. ¿Es esta una práctica que debería realizarse hoy día en la iglesia? Pablo no la condena. ¿Qué deberíamos pensar entonces?
Es difícil decir con exactitud qué era lo que los cristianos corintios estaban haciendo. La abrupta mención de Pablo del bautismo por los muertos no nos da mucha información. No es de maravillarse que los académicos estimen que se han propuesto más de 200 teorías diferentes.
Estas son las cuatro interpretaciones más ampliamente aceptadas:
1. Teoría de la sustitución
Aquellos bautizados por los muertos sustituyen a los santos de la congregación que habían muerto. Por usar un símil militar: cuando un soldado cae, otro se levanta para tomar su lugar.
2. Teoría del evangelismo
Se bautizan en honor de alguien cuyas oraciones o evangelismo les llevó a la fe. Quizás, por ejemplo, la abuela oró por tu salvación a lo largo de tu juventud, y te convertiste en cristiano después de que ella muriera. En esta teoría, el bautismo por los muertos simplemente significa que estás honrando el papel de la abuela en tu salvación.
3. Teoría del bautismo vicario
Si una persona estaba en el proceso de convertirse en miembro de la iglesia y moría antes de ser bautizado, alguien podía ofrecerse como voluntario para ser bautizado en su lugar. ¿Por qué? Probablemente por una visión errónea acerca de que el bautismo era un rito místico necesario para la vida eterna. Quizás creían que la salvación no era posible para alguien que había muerto sin ser bautizado, a menos que una persona en vida fuera bautizada como su sustituto.
¿Por qué los cristianos corintios harían algo tan diferente con el bautismo que no es mencionado en ningún otro lugar en la Biblia?
A favor de esta teoría, la frase “por” los muertos sí parece indicar un tipo de bautismo vicario o sustitutivo. Sin embargo, este punto de vista enfrenta algunas preguntas difíciles:
- ¿Por qué los cristianos corintios harían algo tan diferente con el bautismo que no es mencionado en ningún otro lugar en la Biblia?
- ¿Por qué no condena Pablo esta práctica si no es teológicamente ortodoxa?
- ¿Por qué Pablo no recomienda o explica dicha práctica si es permisible?
4. Teoría de apresurarse al bautismo
Juan Calvino elaboró un fuerte argumento en contra de la teoría del bautismo vicario, razonando que Pablo habría refutado una visión del bautismo tan errónea. Después de reprender a los corintios por tantos pecados y errores, no tiene sentido que Pablo pasara por alto esta práctica tan poco ortodoxa.
Calvino creía que Pablo estaba haciendo referencia a un bautismo trinitario ortodoxo. Él hubiese traducido la frase como “bautizado por muerte”. Argumentaba que si un nuevo convertido estaba preparándose para ser miembro de la iglesia y se enfermaba hasta el punto de que su muerte pareciera inminente, podía pedir ser bautizado sin terminar su preparación.
¿Debemos bautizarnos por los muertos?
Sea cual sea la interpretación que encontremos más convincente, lo más confuso de bautizarse por los muertos es que Pablo no lo condena ni lo aprueba. Esto no significa, sin embargo, que no podamos entender lo que Pablo está enseñando. El silencio del apóstol es desconcertante, pero también instructivo. El punto que elabora no es en realidad acerca del bautismo por los muertos. Pablo simplemente reconoce esta práctica, cualquiera que sea, y la utiliza para elaborar un argumento.
Debemos considerar todo el capítulo para entender este argumento.
Pablo comienza exponiendo el caso de la historicidad de la resurrección de Jesús. Luego responde a aquellos que la niegan, preguntando cómo pueden negarlo si Cristo ha resucitado. Después enumera los resultados de la resurrección de Cristo: los muertos serán levantados y Cristo regresará a establecer su reino y derrotar la muerte para siempre. Pablo ofrece argumentos adicionales para la resurrección, luego menciona el bautismo por los muertos en el versículo 29.
Cuando llegamos a este versículo, es como si Pablo estuviera diciendo: “Si los argumentos anteriores no son suficientes, ¡aquí tienes más razones para creer en la resurrección de los muertos!” El punto de Pablo no es condenar o aprobar la práctica. Simplemente quiere señalar que, sin la resurrección, la práctica no tiene sentido. De nuevo, es como si dijera: “Si no creen en la resurrección, ¿por qué bautizarse por los muertos? ¡Su práctica contradice lo que creen!” Pablo quiere que seamos consistentes al conectar nuestra fe con nuestra práctica.
El punto de Pablo no es condenar o aprobar la práctica. Simplemente quiere señalar que, sin la resurrección, la práctica no tiene sentido
Si no hay resurrección, entonces la vida debería vivirse buscando los placeres pasajeros y no del servicio a Cristo. Sin embargo, como Pablo ya argumentó, Cristo fue resucitado, y los creyentes pueden confiar en que ellos también resucitarán. Si dudamos de la resurrección, si vivimos inconsistentemente con respecto a ella, si vivimos como si esta vida fuera todo lo que tenemos, entonces Pablo exhorta a los corintios, y a nosotros, a no dejarnos engañar (1 Co. 15:33).
Claramente no
Así que, ¿deberían las iglesias bautizar por los muertos? No. Pablo no está implícitamente aprobando esta práctica. (Y no sabemos a ciencia cierta lo que los corintios estaban haciendo, así que no podemos imitarlos aún si quisiéramos hacerlo).
El punto de Pablo no tiene nada que ver con juzgar si lo que estaban haciendo los corintios era correcto o incorrecto. Más bien su enseñanza se enfoca en la esperanza de la vida eterna, que es nuestra por la fe debido a que Jesús venció a la muerte.
