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‪¿Cómo puedo ponerle fin a una amistad que me aleja de Cristo?‬

Pregunta:

‪Cuando empecé la universidad hace unos años, formé una estrecha amistad con una compañera de clase no cristiana. ‪Aunque he tratado de plantar semillas en su vida que el Señor pudiera regar para producir buenos frutos, me di cuenta hace poco que en su desprecio por los hombres y el matrimonio, su hostilidad a la Palabra y las leyes de Dios, su adoración del feminismo, y su “viva y deje vivir” y el relativismo moral, ella me ha influenciado más de lo que yo la he influenciado. ‪Ese descubrimiento fue aleccionador.

Sucedió hace unos meses, mientras ella se quejaba de que el descuido de su cuñado y su falta de voluntad para el trabajo había causado daños en el matrimonio de su hermana. ‪Me encontré preguntando, “¿Por qué no acaba de divorciarse de él?”. ‪Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, me sentí avergonzada; eso no venía del Señor, y la falta de seriedad de ese comentario no reflejaba mi admiración, el respeto o el deseo por el pacto sagrado del matrimonio como Dios lo define, ni tampoco hace nada para estimar el compromiso del matrimonio con esta no-cristiana que ya desdeña el matrimonio y las leyes de Dios.

‪Como he buscado el consejo de amigos piadosos, padres y mentores; he orado fervientemente por dirección en esta amistad; y he cultivado genuinamente la comunión con otros hermanos, fomentado la rendición de cuentas con algunas de las mujeres de mi grupo pequeño, me he dado cuenta de lo drenante que ha sido esta amistad en mi tiempo y energía. Había empezado a sentirme asfixiada, sin darme cuenta de lo tóxico que estaba siendo esta amistad para mi caminar con el Señor. El Señor me ha mostrado la locura de mi propio orgullo al pensar que tenía que ser yo quien la conduciría a Cristo, y mi “temor al hombre” en tratar de ganarme el favor de ella en vez de buscar obedecer a Dios al hablar la verdad sobre mis convicciones.

‪¿Cómo puedo librarme de esto de una manera que honre al Señor, sobre todo porque esta mujer se siente amenazada, juzgada y condenada por los cristianos (la mayoría de sus parientes son cristianos), debido a las elecciones que ha hecho y los puntos de vista liberales que ella celebra?

‪Durante los últimos meses, he tomado un descanso de ella, pidiéndole tiempo y espacio para concentrarme, en apariencia, en intensificar en mis compromosiso universitarios, prometiéndole que me pondría de nuevo en contacto con ella este verano. ‪Cuando hice la solicitud, yo esperaba que sería capaz de establecer unos nuevos límites, y luego retomar la amistad con ella, pero ahora creo que sería una tontería. ‪¿Sería mejor simplemente dejar que se desvanezca, como algunos han sugerido? ¿O debería de alguna manera explicarle lo que acabo de explicar? ‪No quiero pisotear la vulnerabilidad que ha mostrado en su apertura a mí durante estos años, y me temo que el enfoque de dejar que la amistad se debilite, aunque es más fácil para mí, podría hacer que ella se sienta confundida y maltratada.

‪Respuesta:

‪Gracias por dirigir esta columna a la amistad, un tema de gran importancia para nosotras, como criaturas que están hechas a imagen de Dios y que están diseñadas para las relaciones. ‪Tú has entendido correctamente el poder que tiene la amistad en influir en tus creencias y acciones, lo cual es una razón por la que la Escritura vuelve al tema de la amistad tan a menudo.

‪La Escritura está llena de advertencias de evitar amigos necios y malvados, precisamente debido a su capacidad para llevarnos a un gran daño. ‪Los malos amigos nos pueden llevar por mal camino (Proverbios 12:26), traer vergüenza a nuestros padres (Proverbios 28:7) y conducirnos al desperdicio de la riqueza (Proverbios 29:3). ‪La Escritura no se equivoca en cuanto al poder de los amigos: “No te dejes engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33).

‪Por el contrario, los buenos amigos son un estímulo hacia la justicia: “El que anda con sabios se hace sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño” (Proverbios 13:20). ‪Son una bendición para evitar el “consejo de los impíos” y evitar la imitación de la “senda de los pecadores” (Salmo 1:1-6). ‪Daniel 2:17-18 muestra el beneficio y la bendición de los amigos fieles frente a la tribulación; Filipenses 4:3 muestra el gran consuelo y ayuda de un “verdadero compañero” en la fe.

‪Es adecuado para ti que puedas alejarte de esta amistad en su forma actual. ‪¿Esto significa que no debes ser amable con los no creyentes? ‪Ciertamente no. ‪Tenemos que confiar en Cristo para la salvación y estamos encargadas de compartir las Buenas Nuevas de Su obra redentora en la cruz con los demás (Mateo 28:16-20). ‪Pero tus amistades con los no creyentes deben ser cualitativamente diferentes de aquellos que son hermanos en Cristo. ‪El foco de las amistades con los no creyentes debe ser la evangelización. ‪Tu corazón debe ser movido a compartir con ellos las Buenas Nuevas del plan de Dios para la salvación. ‪Están espiritualmente muertos, y Cristo nos ha dado las claves para la vida. ‪Este es el tipo de noticias que siempre debemos compartir con aquellos amigos, que conocemos por la Escritura que están destinados a sufrir la ira de Dios fuera de Cristo. ‪Debería haber una urgencia en nuestras conversaciones, un intento activo de llevar las conversaciones a Cristo, y un esfuerzo continuo para llevarlos a la Palabra, sin la cual nadie puede ser salvo (Romanos 10:14).

‪Lo que debes evitar es la intimidad con los incrédulos. ‪El emparejamiento, la exclusividad, el aislamiento del cuerpo de Cristo, este tipo de amistad, incluso con otro creyente, puede convertirse rápidamente en algo tóxico. ‪¡Cuánto más con los no creyentes! ‪Pablo es sincero:

‪“No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos. ‪Pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ‪¿O qué comunión la luz con las tinieblas? ‪¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ‪¿O qué tienen en común un creyente con un incrédulo?” ,‪2 Corintios 6:14-16.

‪A menudo consideramos este pasaje al considerar con quién casarnos. ‪Pero la implicación es más amplia que la elección de un cónyuge. ‪Se extiende también a las amistades y otras relaciones íntimas (socios de negocios, por ejemplo). ‪Hay una gran sabiduría en la construcción de amistades íntimas con los de la familia de la fe, tus hermanas en Cristo. ‪Y hay una gran locura en hacer lo contrario. ‪

Salomón exhorta a su hijo diciendo:

‪“No te asocies con el hombre iracundo; ni andes con el hombre violento, no sea que aprendas sus maneras, y tiendas lazo para tu vida”, Proverbios 22:24-25).

‪Esa es una advertencia sin salvedades sobre la base de la realidad de que estamos influenciadas por los que tenemos en confianza y cercanía. ‪No podemos dejar de ser cambiadas por aquellos con los que pasamos tiempo. ‪Seremos el uno como el otro. ‪“El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro” (Pr. 27:17). ‪Esa influencia puede ser para bien o para mal. ‪Como has observado de primera mano, la amistad íntima con los no creyentes tiene una influencia corruptora.

‪Si deseas crecer en la piedad, debes buscar amistad con mujeres que están más cerca de Dios de lo que tú estás, para que puedas aprender de ellas (Tito 2). ‪En la amistad, necesitamos un Pablo, Silas y Timoteo: a alguien por delante de nosotras que nos pueda discipular; alguien que camine junto a nosotras y que nos exhortemos mutuamente; y alguien a quien discipulemos siguiendo nuestros pasos. ‪En el contexto de esas relaciones justas, podemos alcanzar a los no creyentes, llamarlos a la fe. ‪¿Qué no se modela en la Escritura, y en cambio se nos advierte en contra?, es la amistad íntima con los incrédulos.

‪Lo que nos lleva al corazón de tu pregunta: ¿Cómo debes salir de esta relación de una manera en la que no vaya a hacer daño a la causa de Cristo?

‪Puede ser que ella no te busque para retomar la amistad. ‪Si ella no hace contacto contigo, eso está bien. No estás bajo ninguna obligación de restablecer el contacto para explicar por qué ya no deseas que pasen tiempo juntas. ‪Esa puede ser la protección de la dirección de Dios lejos de ella. ‪Sin embargo,  si ella te pide que pases tiempo con ella, o si el Espíritu Santo te está impulsando a llamarla, es importante que seas franca respecto a tus convicciones y resolver por la amistad en el futuro. ‪Necesariamente las cosas deben cambiar porque te has dado cuenta de que te está influenciando lejos de Cristo. ‪Dile que tu deseo de verla viene del conocimiento de la verdad. ‪Sé honesta. No debes tratar de dejarla fuera con excusas acerca de los horarios ocupados o planes en conflicto. ‪Tampoco tienes que darle todos los detalles que has dado aquí. ‪En lugar de eso, sé amable, pero firme.

‪Hay maneras de alcanzarla que son consistentes con el llamado a evangelizar a los perdidos:

  • ‪Invítala a ir a la iglesia contigo.
  • ‪Inclúyela en un grupo formal de estudio bíblico dirigido por una mujer mayor.
  • ‪Pase tiempo con ella junto con otros creyentes maduros, no de uno a uno.

‪Ella puede estar enojada contigo, pero si tú caminas en obediencia a Dios, atesoras a Cristo por encima de esta amistad, entonces tal injuria no es un signo de fracaso, sino de fidelidad (Juan 15:18-19).

‪Ruego a Dios que te proteja y preserve mientras buscas obedecerle.


Copyright © 2013 by Candice Watters. Reprinted by permission of the author.
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