¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Antes, el carácter se trataba de tu forma de andar, el carácter se trataba de integridad y sabiduría. Hoy, el carácter se trata de tu personalidad, de ser brillante y atractivo.

Como miembros de la Iglesia, somos llamados a ser sal y luz de la tierra. Sin embargo, no debemos pretender iluminar ni sazonar al mundo con palabrería, carisma, o entretenimiento. Lo que las personas deben ver es a Cristo en nosotros.

Esto no significa que seremos perfectos y sin pecado, pero sí que nuestro modo de hablar y obrar será coherente.

“Una persona intachable, a la luz de la literatura de sabiduría, es una persona con un buen testimonio, alguien que no es reconocido por tener un carácter pecaminoso, aunque sí posee una naturaleza caída”.

El autor nos dice que “no podemos impactar en la vida de los demás si nuestro carácter no ha sido impactado por el carácter de Dios”. ¿Estamos continuamente siendo confrontados por la Verdad de Dios en la Escritura? Solo así podremos ser verdaderamente transformados para cumplir nuestra misión como cristianos en el mundo.

El Dios de toda sabiduría

Todos queremos ser sabios, pero pocos estamos dispuestos a hacer lo que la Biblia nos enseña para alcanzar sabiduría. Si pedimos con fe, nuestro Dios es fiel para darnos la sabiduría que necesitamos (Santiago 1:5-8). Esto implica humillarnos, y reconocer que no podemos andar por nuestro propio entendimiento. Además, involucra un constante acercamiento a la Palabra de Dios, la única fuente infalible de Verdad.

“Dios es el primer interesado en iluminar nuestro entendimiento para que podamos caminar de manera correcta, honrándolo y complaciéndolo en todo, y evitar así las consecuencias que se derivan de violar los mandamientos del Señor”.

¡Él es bueno! No solo demanda, sino que nos capacita para poder obedecer.

Tentaciones

Este mundo es un mundo caído, y mientras estemos en él viviremos expuestos a constantes tentaciones. Y aunque prefiramos quejarnos y echar la culpa al diablo, esto sobre todo revela la condición de nuestros propios corazones.

“Dios no remueve la tentación de nuestras vidas, porque así es como crecemos y somos fortalecidos”.

Vivamos en una condición de constante humillación delante de Dios, exponiéndonos continuamente a su Palabra. Nuestra lucha inicia en la mente, ¡llenémosla de la Verdad! 

No vivamos con la falsa idea que nunca caeremos, debemos ser diligentes y tener cuidado de cómo caminamos. El examinarnos y alinearnos a la Palabra debe ser algo constante en nuestras vidas… ¡los engaños son sutiles, no inmediatos!

“Las tentaciones nos hacen caer porque hemos ido conformando nuestra forma de pensar y de vivir de acuerdo con los patrones de este mundo”.

Acompáñanos en nuestra lectura de  “Vivir con integridad & sabiduría” de Miguel Núñez. ¿No sabes qué es #CoaliciónLee? Ve aquí. ¿Quieres participar? ¡Únete aquí!
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando