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O cambias o mueres.

Esa ha sido la realidad de muchas congregaciones en los últimos diez años, al observar cómo ha aumentado el porcentaje de iglesias que cierran sus puertas. Muchas han muerto; y otras están en la unidad de cuidados intensivos.

Pero, ¿cuáles son los principales cambios que han experimentado esas congregaciones a las que les está yendo relativamente bien? ¿De qué manera estas congregaciones se han adaptado a las nuevas realidades? Déjenme darles una pista: los cambios que se han dado en las iglesias saludables ni han comprometido la doctrina, ni han cambiado el rol central de la predicación, ni han abandonado el llamado a compartir el evangelio.

Los cambios que se han dado en las iglesias saludables ni han comprometido la doctrina, ni han cambiado el rol central de la predicación, ni han abandonado el llamado a compartir el evangelio.

Entonces, ¿qué cambios han tenido lugar en las iglesias saludables en la última década? Aquí hay ocho de ellos:

1. Hoy: Pequeñas reuniones de adoración.

Hace diez años: Grandes reuniones de adoración.

Hay varios factores que impulsan este cambio, y entre los principales está el auge de las iglesias con sitios múltiples, más horarios “no tradicionales” de adoración, y la preferencia que expresan los jóvenes millennials de ser parte de una reunión más pequeña en lugar de una más grande.

2. Hoy: Iglesias con instalaciones más pequeñas.

Hace diez años: Iglesias con instalaciones más grandes.

Aquí hay tres aspectos principales en juego con respecto a este cambio. En primer lugar, los líderes de la iglesia son cada vez más reacios a gastar fondos en el mantenimiento de instalaciones que, en gran parte, no serán plena e intensivamente utilizadas. En segundo lugar, las iglesias han decidido que necesitan menos espacio para grupos pequeños de adultos o para la escuela dominical, pues prefieren que esos grupos se reúnan fuera de las instalaciones o en días en que no hay culto. Tercero, al ser mas pequeñas las reuniones de adoración (como decíamos anteriormente), eso se traduce en centros de adoración más pequeños.

3. Hoy: Personal contratado de primera prioridad: ministerio para los niños.

Hace diez años: Personal contratado de primera prioridad: líder de adoración.

Este cambio está muy influenciado por la presencia de una gran generación millennial y sus hijos. Los millennials están buscando iglesias seguras, saludables, educativas, y divertidas para sus hijos.

4. Hoy: Para los miembros del personal de la iglesia, un título ministerial es opcional para poder ejercer el ministerio.

Hace diez años: Para los miembros del personal de la iglesia, un título ministerial para ejercer el ministerio era fuertemente requerido.

En la actualidad es mucho más probable que las iglesias llamen al servicio a alguien que pertenezca a la congregación. Y es muy posible que esa persona no tenga un título universitario o de estudios bíblicos.

5. Hoy: Énfasis en el canto congregacional.

Hace diez años: Énfasis en el canto profesional.

En la actualidad, las iglesias sanas están experimentando un despertar del canto congregacional. Hace diez años, las iglesias contemporáneas se enfocaban más en el desempeño del equipo de alabanza y la banda, mientras que las iglesias tradicionales preferían los coros y solistas.

En la actualidad, las iglesias sanas están experimentando un despertar del canto congregacional.

6. Hoy: Enfoque en comunidad.

Hace diez años: Miopía comunitaria.

Demasiadas iglesias han abandonado sus comunidades durante las últimas dos décadas, y hoy están pagando caro el precio de su miopía. Las iglesias sanas se dan cuenta de que la comunidad es su lugar de ministerio, su “Jerusalén” de Hechos 1:8.

7. Hoy: Importancia vital en tener grupos.

Hace diez años: Importancia marginal en tener grupos.

Hoy en día, las iglesias saludables reconocen la altísima prioridad que tienen los grupos, ya sean grupos comunitarios, de casa, escuelas dominicales, grupos de vida, etc. Hace diez años, muchos líderes de la iglesia no veían cómo los grupos podían mejorar la salud de la iglesia en cuanto al discipulado, el evangelismo, la oración, el ministerio, y el compañerismo.

8. Hoy: Los líderes de la iglesia están en un continuo aprendizaje.

Hace diez años: Los líderes de la iglesia estaban “graduados y listos”.

Durante varias décadas, los líderes de la iglesia terminaban su proceso de educación, generalmente, con un título universitario o de seminario. En un mundo como el de hoy en día, que está en constante cambio, los líderes de iglesias saludables han establecido intencionalmente una disciplina de aprendizaje continuo.

Estos ocho cambios principales sucedieron en un período relativamente breve.

Pero hay muchos más en camino.

¿Estás listo?


Publicado originalmente por Thom Rainer. Traducido por Juan Manuel López Palacios.
Imagen: Lightstock.
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