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Muchas personas que no están casadas en la iglesia luchan por aceptar la etiqueta de “soltero”, ya que las iglesias pueden tratar a los solteros como ciudadanos de segunda clase. Esta forma de tratar a las personas se basa en una enseñanza errónea sobre la soltería. En pocas palabras, la iglesia puede idolatrar el matrimonio y convertirlo en el objetivo final de la madurez en Cristo, relegando a los solteros, sin importar la edad, a la inmadurez perpetua hasta que encuentren a alguien con quien casarse.

La iglesia necesita aprender a amar mejor a los solteros, y el primer paso es reparar la teología rota.

Confundir el matrimonio con la madurez siempre ha estado mal, pero era más fácil cuando el matrimonio era la norma cultural para la iglesia, especialmente en los Estados Unidos. A principios de siglo, una gran mayoría de la población en general estaba casada. En la década de 1970, la tasa de matrimonio bajó a 70 por ciento, y para 2014 se había reducido al 50 por ciento. La realidad ineludible es que innumerables congregaciones incluyen solteros de todas las edades. La iglesia necesita aprender a amar mejor a los solteros, y el primer paso es reparar la teología rota.

Si bien esta lista no es exhaustiva, aquí hay cuatro mentiras principales que contribuyen a una teología desequilibrada de la soltería. Al corregir estas interpretaciones erróneas de las Escrituras, estaremos mejor equipados para amar y servir a las personas no casadas en nuestras congregaciones.

Mentira 1: Soltero = solo

“Entonces el SEÑOR Dios dijo: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda adecuada’”, Génesis 2:18.

Exceptuando la compañía de los animales y Dios, Adán estaba solo. Por lo tanto, también era soltero. Dios declaró que estar solo en la misión es problemático, y por eso le dio a Adán una esposa para ayudarlo.

Tendemos a ver Génesis 2:18 como un texto prescriptivo, y concluimos que la solución de Dios para la falta de compañía es el matrimonio. Sin embargo, si esto es cierto, ¿qué implica estar soltero? Significaría que Dios no cree que la soltería sea buena. Pero si eso fuera cierto, ¿por qué algunos de los personajes principales de las Escrituras eran solteros, incluyendo Juan el Bautista, Jesús, y Pablo?

Para entender este texto necesitamos ampliar nuestra lente. Creo que Génesis 2:18 es un texto descriptivo del cual podemos extraer la verdad prescriptiva de que vivir fuera de una comunidad no es bueno. Dios nos creó para vivir en el contexto de las relaciones, y esas relaciones se ven diferente para diferentes personas.

Para algunos de nosotros vivir en comunidad significará tener un cónyuge e hijos. Para otros, será una buena red de amigos y miembros de la familia extendida. Para todos nosotros, significará pertenecer a una iglesia local.

Mentira 2: Tu valor está en un rol

“Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas”, Proverbios 31:10.

Soy particularmente sensible con respecto a los mensajes que les enviamos a las mujeres solteras con respecto a su valor y significado en el reino de Dios. Una frase que he escuchado constantemente es que la mayor satisfacción de una mujer proviene de ser una esposa y madre. Y para muchas de nosotras, Proverbios 31 es el pasaje que viene a la mente cuando reflexionamos sobre lo que significa ser el epítome de una mujer piadosa.

Sí, la mujer de Proverbios 31 es un ejemplo de madurez espiritual, pero no simplemente porque administraba su hogar y atendía a su familia, sino porque ella encarnó un carácter piadoso.

No importa nuestro estado civil, tenemos que confesar y perdonar, comunicarnos bien y morir a nosotros mismos cada día.

Los roles temporales de la vida, como ser esposa o madre, no son los representantes más grandes de la piedad. Debemos acentuar con más fuerza el carácter piadoso que ayudará a un creyente a glorificar a Dios en cualquier época de la vida. No hay nada especial que necesites para tener éxito en el matrimonio que no necesites en la soltería. No importa nuestro estado civil, todavía tenemos que confesar y perdonar, comunicarnos bien, y morir a nosotros mismos cada día. Animemos a los solteros a poner su valor no en lo que es temporal, sino en lo que es final: la piedad.

Mentira 3: El matrimonio está garantizado

“Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón”, Salmo 37:4.

El contexto es crucial aquí. Cuando no leemos las Escrituras en contexto, podemos hacer que Dios sea responsable de cumplir promesas que nunca hizo. David escribió el salmo 37 para recordarle a las personas desanimadas que Dios haría justicia y bendeciría su fidelidad. David no estaba dando una garantía generalizada de que Dios concedería lo que fuera que pidieran si el deseo era bueno.

A veces este verso se usa como un mandamiento que enseña sobre el matrimonio, y deja a muchos solteros enojados y amargados hacia un Dios que nunca les prometió el matrimonio en primer lugar.

No todas las personas piadosas se casan.

La verdad es que no todas las personas piadosas se casan. ¡Necesitamos abrazar esta realidad, predicarla y celebrarla! Lo mejor que Dios tiene para muchos será una vida sin cónyuge e hijos biológicos. Estas personas lo conocerán más profundamente, le servirán con mayor poder, y experimentarán una mayor alegría de la que podrían tener al estar casados. No porque la soltería sea mejor, sino porque el matrimonio no era parte de la perfecta voluntad de Dios para su vida.

No importa cuán profundamente lo deseemos, las Escrituras nunca garantizan el matrimonio. Pero sí nos enseñan esto: “Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús” (Fil. 4:6–7).

Las Escrituras también enseñan que los caminos de Dios son más altos que nuestros caminos, y sus pensamientos más altos que nuestros pensamientos (Is. 55:9). Podemos pedirle a Dios lo que deseemos, pero Él se reserva el derecho de decidir qué es lo mejor para nosotros. Y lo mejor que viene de Él nunca es un premio de consolación.

Mentira 4: Matrimonio = felicidad

Una percepción común del matrimonio es que es una felicidad casi perfecta. Las redes sociales, las películas, los programas de televisión, y los libros comunican que todos nuestros “problemas individuales” se resolverán cuando el Príncipe Encantador venga cabalgando sobre su caballo blanco y nos rescate. En realidad, el matrimonio son dos personas profundamente quebrantadas que unen sus vidas profundamente quebrantadas para convertirlas en una sola.

Si hemos creído alguna de estas mentiras, nuestra teología de la soltería necesita ser revisada. Necesitamos destronar nuestro ídolo del matrimonio y aprender a definir nuestra identidad como lo hace Dios. Él ve la soltería y el matrimonio como regalos igualmente bendecidos que deben ser administrados para su gloria (1 Co. 7:7). ¿Compartimos su visión?


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
Imagen: Unsplash.
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