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Vivimos en días de conflictos políticos y agitación, días en los que las conversaciones sobre política tienden a pasar del desacuerdo al discurso de odio, porque las opiniones sobre el gobierno son muy diversas y se defienden con mucha firmeza. En un entorno político que pone en enfrentamiento a la familia, a los amigos, a los vecinos, e incluso a los miembros de la iglesia entre sí, los cristianos corren el peligro de quedar atrapados en la división que caracteriza a la política estadounidense.  

A los cristianos se les ha dado un privilegio y una responsabilidad particular hacia las autoridades: orar

Al caer en la trampa de pensar que podemos transformar nuestra cultura por medios políticos, los cristianos (tanto de izquierda como de derecha) se han convertido en un grupo más de interés especial. No niego que tengamos la obligación de ser ciudadanos responsables al reflejar la gloria y la verdad de Cristo en nuestra sociedad (que incluye votar y participar en el gobierno y la política). Simplemente digo que debemos dejar de actuar como si los planes del Señor soberano dependieran del resultado de las elecciones. Nuestro Señor soberano ha designado a todas las autoridades y, en consecuencia, debemos someternos a ellas (Ro.13:1). Entonces, ¿cómo vamos a responder a las autoridades gubernamentales? No puedo dar aquí una lista exhaustiva de sugerencias. Sin embargo, quiero señalar un área en la que a los cristianos se les ha dado un privilegio y una responsabilidad particular hacia las autoridades: la oración. Aquí hay tres razones por las cuales debemos orar por las autoridades gubernamentales.

1. Porque debemos orar por todos los hombres, incluyendo a nuestras autoridades gubernamentales (1 Ti. 2:1-2)

Puede ser útil recordar que Pablo le escribió a Timoteo durante una época en la que estaba bajo un gobierno tiránico. Sin embargo, instó a los efesios a orar por todos los hombres, incluyendo a los que estaban en autoridad. Si tan solo hiciéramos lo mismo. Claro, oramos por los funcionarios que nos gustan y elegimos, pero ¿oramos por aquellos con quienes no estamos de acuerdo y no elegimos? ¿Oramos por su sabiduría, eficacia, y bienestar? Esta es una prueba real de nuestra fe cristiana. Y esta es una razón por la que debemos hacer tales oraciones cuando nos reunimos en el día del Señor.

2. Para que podamos llevar una vida pacífica y tranquila, piadosa, y digna en todo sentido (1 Ti. 2:2)

Nuestros funcionarios tienen la tarea de alentar el bien y castigar el mal (Ro. 13: 3-4). Tienen un trabajo difícil e ingrato, y debemos orar que ellos cumplan bien sus funciones para que podamos vivir en una sociedad justa y pacífica, libre de delitos y conflictos civiles.  

3. Finalmente, porque orar por las autoridades agrada a Dios, quien desea que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad (1 Ti. 2:3-4)

Al orar por nuestros funcionarios públicos, y a medida que cumplen sus funciones de proporcionar orden y paz, podemos hacer avanzar el evangelio sin interrupciones. Después de todo, esa es nuestra misión: hacer discípulos de todas las naciones. Ojalá podamos ser un pueblo santo, dando testimonio de la verdad a todos los hombres.

Permítanme sugerir, entonces, que no nos quejemos de los resultados de las elecciones, sino que comencemos a orar para que se haga la voluntad de Dios aquí en la tierra como se hace en el cielo. Haz una lista de todos tus funcionarios gubernamentales (federales, estatales, locales) y comienza a orar por ellos hoy mismo. Y lleva a tu congregación a orar por sus funcionarios gubernamentales cuando se reúnan como iglesia.


Publicado originalmente en Facts and Trends. Traducido por Equipo Coalición.
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