Aunque muchos no creen en los milagros registrados en la Biblia, los creyentes tenemos plena confianza en el testimonio de las Escrituras. Dios puede operar milagros hoy, pero debemos discernir toda experiencia de este tipo a la luz de la Escritura para no ser víctimas de engaños.
Te invitamos a reflexionar en estos versículos bíblicos sobre los milagros. Considéralos a la luz del evangelio:
“Además, el Señor hizo grandes y temibles señales y maravillas delante de nuestros ojos contra Egipto, contra Faraón y contra toda su casa” (Deuteronomio 6:22).
“Y el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con señales y milagros; y nos ha traído a este lugar y nos ha dado esta tierra, una tierra que mana leche y miel” (Deuteronomio 26:8-9).
“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?’. Entonces les declararé: ‘Jamás los conocí; apártense de mí, los que practican la iniquidad’” (Mateo 7:21-23).
“Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentido: ‘¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza’” (Mateo 11:20-21).
“Y se escandalizaban a causa de Él. Pero Jesús les dijo: ‘No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa’. Y no hizo muchos milagros allí a causa de la incredulidad de ellos” (Mateo 13:57-58).
“Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: ‘¿Dónde obtuvo Este tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?’” (Marcos 6:2).
“Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo” (Hechos 19:11).
“Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. Y en la iglesia, Dios ha designado primeramente, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego, milagros; después, dones de sanidad, ayudas, administraciones, diversas clases de lenguas” (1 Corintios 12:27-28).
“¿Acaso son todos apóstoles? ¿Acaso son todos profetas? ¿Acaso son todos maestros? ¿Acaso son todos obradores de milagros? (1 Corintios 12:29).
“Dios testificó junto con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del Espíritu Santo según Su propia voluntad” (Hebreos 2:4).
