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Hace unos años, hubo un pequeño alboroto en el mundo de los deportes profesionales debido a que un luchador llamado Fallon Fox, que competía en las artes marciales mixtas de mujeres, reveló que había nacido como un hombre. Él se había sometido a una operación de cambio de sexo unos años antes de entrar en esta (violenta) disciplina deportiva, y había estado acumulando victoria tras victoria contra diversas mujeres. Muchos, aun dentro del mundo liberal, se mostraron en contra de esta idea. Tamikka Brents, quien fue noqueada en poco más de dos minutos por Fox, dijo en el 2014 que “cuando se trata de un combate deportivo, pienso que simplemente no es justo. Al menos, no hasta que no tengamos más evidencia científica de si es justo o no”. ¿Genuinamente necesitamos más información para saber si es justo que un hombre luche contra una mujer.

Sin importar dónde estemos en nuestros países, el movimiento transgénero sigue avanzando con fuerza, con personalidades conocidas dando todo su apoyo. Y aunque la verdad de Dios no cambia, no siempre sabemos cómo responder ante las cuestionantes de los partidarios de que no existe verdaderamente una identidad sexual natural.

En tal sentido, Ryan T. Anderson recientemente lanzó un libro sobre cómo responder a estos desafíos, y en esta entrevista presenta algunos de sus argumentos principales. Si te interesa la apologética o el tema en particular, y puedes leer inglés, te recomiendo encarecídamente la entrevista completa. De todas maneras, aquí algunos de los puntos sobresalientes:

Sobre lo contradictorio del discurso transgénero:

Dicen

Pero también dicen

El ser real es algo mayor que el cuerpo físico.

Solo existe el mundo material.

El género es un constructo social.

Una persona puede estar “atrapada” en el género equivocado.

No hay diferencias significativas entre el hombre y la mujer.

La identidad de género es real, mientras la encarnación humana no lo es.

La verdad es lo que cualquiera diga que es.

Hay un ser real para ser descubierto dentro de cada quien.

Las personas son libres de hacer lo que quieran, y definir la verdad como quieran.

Se debe obligar el aceptar la ideología transgénero despiadadamente.

Sobre lo que quiere alcanzar el movimiento transgénero:

Al haber ganado, básicamente, la lucha por el matrimonio homosexual, estas serían las cosas principales por los que luchan los que están a favor del movimiento transgénero.

  1. Una ontología transgénero. Que un “niño trans” es simplemente un niño, no una niña que se identifica como niño.
  2. Una medicina transgénero. Con la normalización y la obligación gubernamental por parte de los seguros y todos los hospitales (so pena de demandas y prohibiciones) de un plan de cuatro pasos: La transición social, bloqueadores de pubertad, hormonas de sexo cruzado, y cirugía.
  3. Políticas transgéneros. Como el que los transgéneros usen las facilidades (baños, vestidores, etc.) y programas (atletismo, música, etc.) que deseen, que se cambien las enseñanzas sobre géneros, la criminalización de cosiderar a alguien un sexo que no sea el que se identifique.

Sobre las áreas de preocupación para la población en general:

Estas son cosas que deben preocupar a todo el mundo, y no solo a los cristianos. De lograr salirse con las suyas, las consecuencias de una aceptación generalizada de la ideología transgénero serían calamitosas, específicamente hablando en temas de:

  1. Privacidad, con hombres identificándose como mujeres entrando a las áreas de mujeres.
  2. Seguridad, cuando los depredadores (principalmente de niños) abusen de las políticas de género.
  3. Ecualidad, cuando hombres biológicos compitan con mujeres en deportes y otras áreas donde el sexo es relevante (como hablamos al principio del escrito).
  4. Libertad, cuando las personas sean obligadas a hablar o actuar en contra de sus creencias.
  5. Ideología: cuando los niños reciban mensajes como que el género es fluido, parte de un espectro, o que no tiene nada que ver con el cuerpo físico.

Este no es un tema fácil ni simple. Los que sufren de confusiones sobre su género sexual están sufriendo verdaderamente, y de hecho tienen casi diez veces más probabilidades de intentar suicidarse que la población en general. Así que, en la medida que nos informamos y afirmamos (correctamente) que Dios hizo al hombre varón y a la mujer hembra, y que el hombre no puede genuinamente cambiar eso que Dios creó, tengamos misericordia, oremos con fervor, y mostremos gracia a un mundo profundamente confundido y necesitado del evangelio.

Otros recursos en español:

  • ¿Juan o Juana? Russell Moore presenta un caso hipotético de la conversión de una persona que tiene toda una vida viviendo como un género diferente al de su nacimiento.
  • Ideología de género: Tergiversación y verdad. Catherine Scheraldi presenta argumentos científicos y lógicos para rebatir la nueva ideología de género.
  • El mundo está loco, loco. Donde comento sobre el cambio de sexo de los hermanos Wachowski (directores de The Matrix) y la firmeza del evangelio en este mundo tambaleante.
  • Panel de discusión “Agenda de educación Sexual”. Sugel Michelén, José Alberto Ortiz, y Tony y Lester Flaquer conversan sobre la agenda del movimiento LBGT en República Dominicana y Latinoamérica.
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